Diego Urdiales / Foto Emilio Méndez-Burladero
Este sí que es el G-10
El toreo es sol y sombra. Triunfo y fracaso. Gloria y tragedia. Y cuando están presentes los “albaserradas” de Victorino Martín todo eso se multiplica por diez. Como esta tarde en la última de las corridas Generales...
El toreo es sol y sombra. Triunfo y fracaso. Gloria y tragedia. Y cuando están presentes los albaserradas de Victorino Martín todo eso se multiplica por diez. Como esta tarde en la última de las corridas Generales de Bilbao. Urdiales, Castaño y Bolívar en el cartel. Tres grandes toreros; estos sí que deberían recibir con toda justicia el tratamiento que se les da a los del falso G-10, tanto en lo económico como en la atención de los medios de comunicación. En lo referente al toro no, porque entonces no merecerían el respeto que merecen.
La alimaña de Victorino es indigerible, no se puede estar delante de ella, y la más “alimañosa”, como diría el tonto de “Bandolera”, y han salido cuatro, fue el segundo de la tarde que zaleó a Javier Castaño hasta dejarlo imposibilitado para matar su segundo toro, que feneció a manos de Urdiales mientras el salmantino estaba en el taller de reparaciones. Los matadores tocaron a alimaña por barba, menos el de Arnedo que tuvo ración doble.Solo uno, el quinto, se quiso comer la muleta por abajo y ya se sabe lo hábil, valiente y torero que hay que estar con ese tipio de victorinos. Tal como estuvo el colombiano Luis Bolívar, que como buen conocedor de la casa le hizo una magnifica faena, pero no a la defensiva sino de toreo de mano baja y auténtica categoría. Después de un estoconazo, una oreja fue el parco premio para tan heroica labor.
Diego Urdiales, con el que medio le sirvió, estuvo cumbre en cuanto a valor, conocimientos y en ocasiones hasta buen gusto en la ejecución de los comprometidos muletazos, y otra oreja después de una buena estocada fue el pírrico reconocimiento del palco. Con el primero, al que no le faltaban más que un par de pistolas para ser un asesino sin paliativos se jugó la vida y ya tenía una oreja bien ganada pero falló a espadas y todo quedó en una gran ovación. Nada que objetar.
Matías se ha despedido de la feria bilbaína demostrando que carece de sensibilidad para valorar lo que hace un torero, teniendo en cuenta lo que tiene delante. Hoy solo uno ha salido en hombros, pero hacia el hospital de Basurto. Los otros dos hicieron méritos para salir en hombros por la puerta grande, con dos orejas cada uno en la mano. Pero Matías no quiso. Que Dios lo perdone.
FICHA DEL FESTEJO
Bilbao, 26 de agosto de 2012.
Toros de Victorino Martín, muy complicados y duros salvo el 5º, un gran toro, y el manejable 6º.
DIEGO URDIALES: Ovación tras aviso, vuelta al ruedo tras leve petición y oreja;
JAVIER CASTAÑO: Herido;
LUIS BOLÍVAR:Pitos y oreja.
Entrada: Más de media. David Adalid saludó en banderillas en el segundo.
Descartan que el fuerte dolor de Castaño en las costillas sea grave.
El torero salmantino está siendo sometido a diferentes pruebas médicas en el Hospital de Basurto
Y toda esa basca de impresentables ya tenían preparado el triunfito para los Jandilla. El toro de Bilbao de la era Aresti es el Jandilla y a los victorinos que les vayan dando, que esos ni sirven para parar el tiempo ni para liarse a marcar posturas, ni para que al pobre Julián López, Gallito de Velilla, le roben las orejas, por la sencilla razón de que donde esté un Victorino, el Juli no estará.
ResponderEliminarPor mi parte, premio para Victorino por esta corrida y por la temporada de toros que se ha pegado. Un lujo de ganadería que no sirve ni para Perera, ni para Manzanares, ni para Morante, ni para Cayetano, ni para Luque, ni para... ¡buf!... sale casi todo el escalafón.
Saludos cordiales, Julián López Dalama (Bilbao)
Bueno ha faltado el Gallo de Galapagar, el Joselito torero, el Tomás que lo único que hace es tomás el pelo y la cartera a los aficionados al timo.
ResponderEliminarEl de Velilla, por lo menos a venido a Bilbao, ¿y el otro? ¡¡¡hombre!!!...Badajoz y Huelva. Bueno es verdad lleva usted razón, plazas donde sale el TORO.
Pues a mí que me da la idea que lo mismo el de Velilla, le puede surgir al geta de Tomasin hacer el paseíllo el año que viene en Melilla.
Ángel