Pla Ventura
Toros de Lidia/4 septiembre, 2023
Hacía varios años que ninguna figura del toreo resultaba herida, prueba inexpugnable de que, a menor riesgo, menos cornadas, como tan lógica como la vida misma. Siendo así el mundo de las sustituciones había desaparecido por completo, lo que alentaba a los poderosos a seguir en su trono que, en muchos casos se lo habían ganado con mucho esfuerzo; siempre, eso sí, contando de que lo que toreaban no eran alimañas ni mucho menos, eran toros acorde al toreo que ellos soñaban pero que, la emoción, de cara al aficionado siempre quedaba en la dehesa porque, entre otras cosas, ¿qué emoción aportaron los toros de Daniel Ruíz en la corrida Goyesca de Ronda? Unos amínales indecentes que, para mayor desdicha, hasta Manzanares sufrió un revolcón sin consecuencias.
Como digo, atentos a los designios del destino al respecto de los mandones del toreo que, cargados de años, llenos de gloria y de dinero, aquello de querer rebañar hasta el último céntimo me parece un acto de una crueldad extrema. Comprendo que Roca Rey quiera seguir porque es un chaval todavía pero, entre otros, Morante debería tomar nota puesto que, sin caer herido, una seria de volteretas le han mermado sus facultades, algo que todos lamentamos pero que, como decía el otro, no hay que tentar al destino, se tientan las vacas en el campo pero, esa misma tarea hacerla contra el destino me parece un acto salvaje.
Manzanares, que ha sido intervenido de una grave lesión en la espalda y ha perdido muchas corridas, de igual modo debería de plantearse su futuro puesto que, con veinte años de gloria y la cartera llena, seguir corriendo riesgos innecesarios me parece una temeridad por su parte. Recordemos la forma en la que murió El Pana y lo comprenderemos todo. Es un acto casi sacrílego que toreros con tantísimos años de alternativa no den paso a los jóvenes que, prisioneros de dicha circunstancia siguen sufriendo en silencio el capricho de los que todo lo pueden.
Decía que ha habido muchas sustituciones, cosa que se han alegrado los diestros que han sido quienes han restituido esas vacantes entre la torería y, lo mejor de todo es que, por ejemplo, en Huelva y El Puerto de Santa María, entre otras plazas, David de Miranda y Daniel Crespo sustituyeron a Morante, triunfaron por lo grande y, lo que es mejor, no se devolvió ni una sola entrada; habían los que entraron puesto que, como es notorio, Morante tampoco llena plaza alguna.
Muchos han sido los beneficiados de las cogidas de Morante, Manzanares, Cayetano, incluso el propio Roca Rey, Daniel Luque, siempre, partiendo de la base de toreros que toreaban a diario. Entre otros, Fernando Adrián ha sido uno de los afortunados que ha cogido varias sustituciones, ha triunfado por lo grande y ha demostrado con sus armas que con el toro de las figuras triunfa hasta el más tonto, y no lo digo por Adrián ni por nadie, pero que la tarea, cuando se es un buen profesional, con esos animalitos domesticados se puede triunfar con relativa facilidad.
Nadie se alegra de la cogida de un compañero pero, como decía, el destino ha querido darles una lección a los que, de forma sencilla, torean a diario, de ahí los percances a los que he aludido los que, sin que nadie lo pretendiera, han permitido a muchos jóvenes saborear la gloria; hasta el propio Uceda Leal, un gran torero sentado en su casa, ha tenido la suerte de ser llamado para un par de sustituciones. Ellos, los beneficiados por las ausencias de sus compañeros heridos o lesionados, seguro que no se alegran del mal de nadie, como nos sucede a todos, pero sí en su fuero interno celebrarán con gozo haber tenido la oportunidad de demostrar su valía.
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