la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 6 de marzo de 2013

El bibliófilo Moreno Bermejo repasa al editor mexicano Fenández Soto.


El Sr. Fdez. Soto en el Aula "Antonio Bienvenida" de Las Ventas
Presentado por Carlos Abella. Dtor-gerente del Centro AA.TT. de la CAM


Sr. Fernández:

Como miembro del grupo “Bibliófilos taurinos de Méjico”, al que me honro en pertenecer por su maravillosa trayectoria y por la lealtad con que siempre me han distinguido la mayoría de sus componentes, no tengo por menos que sorprenderme de sus cuitas con los bibliófilos, con el buen pintor y mejor persona Diego Ramos y con mi gran amigo Vidal Pérez Herrero. A estos dos señores les conozco en profundidad, y por ello he de decirle a usted, Sr. Fernández, que discrepo absolutamente de sus juicios respecto a ellos. Son personas honorables incapaces de dañar lo más mínimo; al contrario, su generosidad y bonhomía destacan entre sus virtudes. Respecto a “Bibliófilos”, usted se atreve a juzgarnos con acusaciones graves y gratuitas que yo no estoy dispuesto a consentir.

Todo el que generaliza, yerra, y usted ha errado innecesariamente. En lo que a mí respecta, deseo mostrarle mi reproche más severo. Cuando estuvo aquí en Madrid, en el Aula Antonio Bienvenida presentando un libro sobre Navarrete (creo recordar), me privé muy mucho de saludarlo, pues su actitud y su talante me resultaron inadecuados. Parecía usted el salvador de “algo”; adoptó un talante de superioridad y auto complacencia que no concuerdan con mi estilo; quizás tampoco con los estilos de muchos de los allí reunidos, que comentamos su petulancia. Ahora usted insulta a una institución muy querida por mí; admirada por el mundo literario taurino; trabajadora y generosa en la difusión de la cultura taurina de nuestras naciones. Me alegro de no haberle saludado; usted no merece mi consideración. Es usted el que no vale la pena. Sus agresivas comunicaciones con el gran Diego Ramos y el bueno de Vidal, retratan su lúgubre interior. Procure serenarse; mejor, ¡cállese!, que así errará menos. Quizás le ayudaría que le hicieran un estudio sobre la gramática y la ortografía que emplea en sus escritos.

De cualquier manera, le pido que deje en paz la institución de los “Bibliófilos de Méjico, y que si tiene que señalar a alguien lo haga sin generalizar, por favor. Y a mis amigos Diego y Vidal, déjelos en paz; no merecen estar en sus salmodias inútiles. Su vara de medir la importancia de las personas es inadecuada. Yo he intervenido en las aulas de “Las Ventas” en más de 30 ocasiones; he presentado en ellas 15 libros escritos por mí; he impartido conferencias varias; he… Y no me siento más ufano por ello; de verdad. Fraguar ahí su reclamación de envidia me parece de chiste, de chiste muy malo. Adiós.           

***José Mª Moreno Bermejo           
Miembro de la Unión de Bibliófilos Taurinos de España           
Miembro de los Bibliófilos Taurinos de Méjico           
Miembro de los Bibliófilos de Francia           
Aficionado a la Fiesta que distingue “gaoneras” de “revoleras”; y que no se siente más importante por ello… ¡Qué cosas!           

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