Las orejas y las valoraciones de ciertos críticos cada vez significan menos / por J. A. del Moral.

Por lo que respecta a las valoraciones sobre lo que hizo El Juli que relataron por radio en directo de su actuación en Ronda y luego en algunos medios, diré que poco o nada tuvieron ni tienen hoy que ver con lo dicho o escrito por los pocos independientes que quedan en la crítica actual. Se nota también que, quien más paga, manda… Dicho quede.

Las orejas y las valoraciones de ciertos críticos cada vez significan menos 

• ¿Responsables? Los presidentes de las plazas de toros y preferiría decir que por la incompetencia de los cronistas en vez de lo que, por desgracia, está afectando en determinados medios, más o menos vendidos o alquilados a los intereses de los profesionales.

J. A. del Moral

Aunque lo que voy a exponer incumbe a las presidencias de muchas plazas de toros – sobre todo a las de primerísima categoría con la de Sevilla y la de Madrid a la cabeza, y al mundo de la información taurina, hoy me voy a referir a lo que acaba de suceder en las últimas corridas de la presente temporada hasta este momento, como cada año en Bilbao, este año también, cuando puedo asistir a la feria de Almería por no solaparse con la de El Bocho, y en la voluntariamente ausente de la Goyesca de Ronda aunque oyente de transmisiones radiofónicas en directo y posterior lector de lo que se ha escrito, tanto en los portales de internet como en la prensa diaria, he llegado a la siguiente conclusión: Que las orejas que se dan o no se quieren dar, significan menos cada temporada y que gran parte de la crítica no refleja en sus crónicas lo que verdaderamente acontece en los festejos taurinos. 

¿Responsables? Los presidentes de las plazas de toros y preferiría decir que por la incompetencia de los cronistas en vez de lo que, por desgracia, está afectando en determinados medios, más o menos vendidos o alquilados a los intereses de los profesionales. 

MATÍAS GONZÁLEZ, PRESIDENTE DE LA PLAZA DE VISTA ALEGRE EN BILBAO 

Centrándome en lo que hemos vivido en Bilbao y en Almería, mas lo oído y leído sobre la Goyesca rondeña, tres presidentes, uno veteranísimo – Matías González –, otro nuevo – Benjamín Hernández Montanari – y uno más que lleva mucho tiempo sentado en el palco de la Maestranza de Ronda, Juan Harillo, han desvirtuado lo hecho por los toreros actuantes, tanto en su beneficio como en su detrimento, debida a su manifiesta arbitrariedad y/o por sus particulares preferencias y caprichos. Como ese querer ver o no ver estocadas caídas cuando lo son no lo son, según su real gana… 

BENJAMÍN HERNÁNDEZ MONTANARI, EL NUEVO PRESIDENTE DE LA PLAZA DE ALMERÍA 

Y a esto, sobre todo por esto, no hay ni tienen derecho alguno. 

Ayer, en Ronda, Juan Harillo dejó sin poder salir a hombros al que estuvo mejor de los tres actuantes en el conjunto de su actuación: Miguel Ángel Perera y se la regaló descaradamente al que estuvo peor, El Juli. Solo se salvó por lo que respecta a Morante, autor de la faena más artística de la tarde. 

JUAN HARILLO ORDÓÑEZ, PRESIDENTE DE LA PLAZA DE RONDA 

En la feria de Almería, Montanari se negó cerrilmente a dar la segunda oreja a Enrique Ponce tras llevar a cabo la mejor faena de la feria, ya premiada como tal por el Ayuntamiento de la ciudad, dejando en ridículo a la supuesta máxima autoridad de la plaza. 

Y lo mismo podemos decir de Matías González en Bilbao aunque éste cada año comete más de dos o tres fechorías por el estilo. En la pasada feria, sus mayores tropelías las cometió con los que hicieran las mejores y más completas faenas, otra vez más Ponce y van… y la grande de Perera, mientras intentó aunque no pudo darle todo a su siempre favorito, El Juli. Una historia que ya el año pasado fue motivo de polémica y de no pocas discordias. 

Concretamente, en la tarde que Ponce y El Juli actuaron juntos el año pasado, Matías premió por delante al madrileño con dos orejas por una faena simplemente buena y dejó en una la sensacional del valenciano, birlándole la salida a hombros. Aunque el único que la atravesó fue El Juli, todo el mundo salió de la plaza hablando de lo hecho por Enrique Ponce y nadie de su contrincante. ¿O no? Posteriormente, el Hotel Ercilla ejerció de Poncio Pilatos dando su premio ex-aequo a los dos. Pero a recogerlo solamente fue Ponce…

Muchas veces me he referido en anteriores artículos cobre si no sería más justo dejar de dar oreja e imponer en el Reglamento que los premios se circunscribieran a ovaciones y a una, dos o tres vueltas al ruedo. En tal caso, veríamos quienes serían capaces de de dar tres gracias a los constantes aplausos de los espectadores – lo que equivaldría a un rabo – y quienes se tendrían que contentar con dar dos o una, en función de la duración de la ovación… Si así se decidiera, se terminaría para siempre con el protagonismo de los presidentes.

Para terminar por hoy y ya que ha salido inevitablemente El Juli a la palestra, decir que en lo que le llevamos visto en la presente temporada, cada vez está quedando más de manifiesto que no anda ni de lejos como en sus mejores y largos tiempos. Tal estado atraviesa Julián, que está provocado un sinfín de inquietantes rumores de cara a la temporada del año que viene que, por el momento, no quiero contar por aun sin confirmar. Esperemos aunque, de momento, esa corrida en solitario con seis toros que en la pomposa presentación de su escueta campaña anunció que cerraría en la feria de El Pilar en Zaragoza, será en tarde de tres matadores… ¿Está viviendo Julián el principio de su primer fin o del definitivo?

Por lo que respecta a las valoraciones sobre lo que hizo El Juli que relataron por radio en directo de su actuación en Ronda y luego en algunos medios, diré que poco o nada tuvieron ni tienen hoy que ver con lo dicho o escrito por los pocos independientes que quedan en la crítica actual. Se nota también que, quien más paga, manda… Dicho quede.