Pablo Lozano (Madrid, 1960), a través de sus esculturas, realiza una delicada crónica del hombre y su entorno. Partiendo de una realidad insinuada y sugerente, recupera materiales de deshecho tales como chapas, hierro o alambre, para poner de manifiesto el alma de los objetos cotidianos que han acompañado al hombre desde hace años.
- En la sala madrileña Modus Operandi, Pablo Lozano aporta una serie de esculturas netamente taurinas, creadas con materiales diferentes, básicamente chapas policromadas y alambres. Es como la otra cara del taurinismo, una cara sugerente y atractiva.
Sostenía Rafael Gómez, El Gallo, que lo clásico era aquello que no se podía mejorar. Comulgamos con este credo gallista. Los nanaístas no rompemos con el pasado, sino que profundizamos en él para seguir creando.
Dos maestros, César Rincón y Pablo Lozano
Pablo Lozano expone su obra
El empresario y ganadero, protagonista de la muestra "Nanaísmo": la primera vanguardia del siglo XXI" que se expone en la galería Modus Operandi
El empresario y ganadero Pablo Lozano es uno de los artistas protagonistas que participan en la exposición colectiva "Nanaísmo": la primera vanguardia del siglo XXI", organizada por la galería Modus Operandi de Madrid. La muestra fue inaugurada este jueves y entre los asistentes destacó la presencia de reconocidas personalidades del mundo del toro como los matadores de César Rincón y Manuel Caballero.
Pablo Lozano exhibió varias de sus esculturas, elaboradas en chapa de hierro policromado y alambre, con temática taurina, como un chaleco de torero o un peto de picador. Estas obras pueden visitarse hasta el 5 de diciembre en la citada galería.
La exposición “Nanaísmo” cuenta con la presencia de otros artistas de diferentes disciplinas como Joaquín Pacheco, José María Casanova, David Arnás, Elena Guerrero, Pepe Castro, Fernando Palacios, Rafael Jiménez, Lucie Geffré, Gabri Solera y José Salguero.
- El movimiento nanaista, que reivindica para sí la tradición del surrealismo español y de las corrientes clásicas, no se olvida en su manifiesto fundacional de la Fiesta, a la que dedica uno de sus principios fundacionales. El texto a este respecto no puede ser más oportuno:
“La Tauromaquia es un rito sagrado: la única esperanza de ser libres y la última oportunidad de seguir existiendo. Sobre el albero de la plaza, cada tarde, un puñado de hombres defienden, a duras penas, una serie de valores que nuestra insaciable sociedad destruye: el esfuerzo, la superación personal, la dignidad, el valor, el respeto al rito y la hombría, en definitiva, la torería. ¿Existe una estampa más épica, ética y estética que un hombre enfrentándose a un toro bravo?”.
Pablo Ignacio Lozano, si no lo conociera, que lo conozco desde hace más de 30 años, con solo esa chaquetilla de chapa de hierro sabría que estaba ante un artista genial. Esa chaquetilla la vi en directo hace más de un año en Pamplona, junto a algún cuadro de otro genialoide, Diego Ramos. Para que luego, para anunciar los 250 años de una plaza de toros como la Misericordia de Zaragoza se utilice un "collage" con participación ciudadana...
ResponderEliminarSaludos
Benjamín Bentura Remacha