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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 16 de septiembre de 2014

No te empeñes Fandiño / por Ricardo Díaz-Manresa



Muchas corridas de único espada en el 2014. Y el autor las comenta sobre todo las de Fandiño que se reitera cada temporada en este tipo de festejos.

No te empeñes Fandiño

Te admiro por muchas cosas. Eres admirable por cómo te superas y te entregas del todo, a fondo, a morir, como si no hubiese mañana. Fuiste admirable al pasar de niño gordo a tipo –mejor o peor- de torero. Y por cómo luchaste de novillero. Y por la forma heroica de abrirte paso como matador. Y por conseguir meterte en carteles buenos sin desmerecer. Y a triunfar pleno de concentración, de responsabilidad, de rabia cada tarde. Y a soñar con lo mejor que igual puedes alcanzarlo o no.

Quería alabarte Fandiño y decir estas cosas de ti. A lo lejos te sigo desde que empezaste y estas verdades que escribo sobre tu carrera me llenan de alegría porque afirmo una vez más que a mí lo que me gusta es elogiar. Quizás seas hoy el torero de todos los que hay que sueña desesperadamente como ninguno con el triunfo y con un puesto de privilegio. 

Si todos pusiéramos la mitad de Fandiño en conseguir lo que queremos el mundo sería muchísimo mejor. Fandiño tiene una verdad que conmueve y lo dice alguien que no ha cruzado con él ni una mirada.

De todas formas, poner toda la carne en el asador todos los días todo el tiempo es inhumano y quema al más pintado. Estás haciendo un esfuerzo sobrehumano. Parte de lo que ahora llaman medios y califican de informativos te dan mucho sitio y mucho elogio. Y te mereces bastante. Hay otros que no, que admiten tus triunfos, los valoran pero ven en ti un torero valiente y torturado que se abre paso a base de romper la lógica mientras que continúas temporada tras temporada apretando los dientes. Y, eso sí, subiendo peldaños.

Te veo obsesionado, por ejemplo, con las de único espada. Y no te empeñes Fandiño, parece que no puede ser. Estas cosas alguien te las tendría que decir y no me gustaría tener que hacerlo yo. Pero en Bilbao y Valencia la cosa no funcionó ni en gente ni en toreo. Y Bayona, creo, tengo mala memoria, tampoco fue una tarde inolvidable. Y llegamos a Guadalajara, con los tuyos, con tus amigos, tus paisanos de adopción, con anuncio de hace meses de la gesta, con todo el mundo sabiendo que la ibas a hacer, con la tele privada y de pago repetiéndolo mucho, con todas las bazas mediáticas a tu favor y no se llenó del todo una plaza pequeña, tan cerca –por otra parte- a Madrid.

Toreros de seis toros he visto pocos en más de 50 años. Y de los actuales sobran casi todos los dedos de la mano para elegirlos a pesar de que se cuenten por triunfos lo que ha hecho, por ejemplo, Juan Bautista en Arles al llegar a los 15 años de alternativa. O el de Aranda de Duero ante sus paisanos de Morenito, por supuesto de Aranda. Y seis le esperan a Perera en Nimes y ya verenos. Y otros seis en Madrid a Abellán y no lo veo. Y seis más a Luque en Zaragoza y, aunque eran otros tiempos, me recuerda lo que hizo en las Ventas por empeñarse en algo que no podía ser.

Y los analfabetos del diccionario escribirán y dirán continuamente lo de las encerronas y yo seguiré emperrado en decir que no, que encerrona es una cosa mala hecha con mala leche y que a todos los que lo repiten sin saber lo que es merecerían que le hicieran una, una sola, en la vida.

Para matar seis como único espada hacen falta muchas cosas : estar en el momento dulce la primera y principal, que haya un porqué (rematar temporada triunfal, que te lo pida el público, querer hacer una obra benéfica importante etc) nunca por un deseo o por un afán de concitar la atención y ver si suena la flauta.

Derechazos, más o menos, sabe dar todo el mundo, pero hay que dominar siete u ocho quites con el capote, mucha variedad con la muleta, mucho fondo, mucho poderío y un poquito de gracia y arte. Sin todo esto, será ver repetir, si es que lo consigue, lo mismo durante seis veces. Hacerlo dos con otros dos compañeros queda mejor y no cansa. Y es más, puedes superarlos y que el público se te entregue.

En Guadalajara cumpliste bien, con un público numeroso a favor e hiciste todo lo que sabes. Una originalidad fue llenar el ruedo de pétalos de rosa…rosas, que como colorido y estética quedaba bien.

Hay una costumbre generalizada ahora de torear con el pico, con más pico casi que el criticadísimo de José Fuentes. ¿Por qué hacerlo a uno que embiste bien si sólo está justificado y es necesario como recurso técnico a los que embisten mal y se te echan encima?. También torean casi todos retorcidos, muy antiestéticamente retorcidos, cuando la naturalidad y ver capotazos o muletazos erguidos es la base de la belleza del toreo. Hay que pulir defectos. El 5º en la Alcarria fue un gran toro que pedía lo sublime.

Dicen los sabios que de dinero y santidad, la mitad de la mitad. Y también los expertos que toda publicidad es engañosa. Y he leído que si tarde mágica, que soberbia tarde y que se conquistó la gloria. Mirad compañeros : lo hemos visto. Os puede pasar como a Matías Prats Cañete que transmitiendo un campeonato del mundo por radio no se dio cuenta de que Fernández Abajo lo contaba por la tele y que el gran Matías nos hablaba de otros partidos conforme a su estilo de siempre. Poco tenían que ver con la realidad.

De Fandiño se puede decir voluntad, entrega, heroicidad, riesgo, ganas y todo lo que queráis pero el de Orduña está a años luz de la magia. Y el arte evidentemente no es lo suyo. Va a romper, no a convencer ni a deleitar. Va a que lo admiren.

Fandiño da lo que puede y quiere hacer trizas cada día su techo con más o menos gracia y está ahí para acompañar a las poquísimas figuras que tenemos hoy y a entrar en sus carteles de vez en cuando. Pero tiene sus limitaciones, como yo y como todos. Y la felicidad consiste en aceptar la realidad y saber sacarle el máximo partido, que creo que el de Orduña se lo saca.

Lo que no han dicho del todo es que en Guadalajara sufrió dos volteretas de infarto, que se sumaban a las molestias que todavía creo tiene de la paliza de Bayona, y las superó admirablemente. Fueron para acojonar al más pintado.

Pero con seis no. No te empeñes Fandiño. Ni los otros fandiños que lo van a hacer quizá insensatamente. Bueno, pero la libertad está para eso, para usarla.

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Avance taurino

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