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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 14 de septiembre de 2014

VALLADOLID. 5ª DE ABONO: EL FANDI TRIUNFADOR / por Santos Gacía Catalán



FERIA DE VALLADOLID. QUINTA DE ABONO
EL FANDI PASEA CUATRO OREJAS DE UN BUEN LOTE DE LA CASA MATILLA


Santos Gacía Catalán
El granadino entendió a la perfección a los de su lote: dos buenos ejemplares de Olga Jiménez, segundo hierro de la Casa Matilla, que fueron bravos, humillaron y repitieron las embestidas nobilísimas en la muleta de un Fandi enrachado en Valladolid.

La faena a su primero fue de mano baja con derechazos largos; el torero se sintió muy gusto en la cara del toro sacando el máximo partido y con el público entregado.El inicio del trasteo desde el platillo fue emocionante.

Volvió a mostrar sus dotes capoteras lanceando a la verónica y con chicuelinas al paso. 

Y con los rehiletes puso la plaza boca abajo al colocar los pares de poder a poder y al violín.

La estocada, rotunda, fue determinante para que el pùblico pidiera con fuerza los dos trofeos. Palmas al toro en el arrastre.

Al sexto lo recibió de hinojos desde la boca de riego para proseguir con una faena que tuvo buen tono. Técnica y disposición de un Fandi entregado ante un animal suavón que buscó los tableros muy pronto. 

La estocada trasera y el pùblico entregado al granadino permitieron pasear otras dos orejas. 

El toro, abanto de salida, se arrancó de lejos derribando al picador y luego el piquero colocó un buen puyazo. Antes, El Fandi, puso la plaza en pie con unas lopecionas.

Y en rehiletes lo mejor llegó cuando cogió cuatro palos, dos en cada mano, y clavó primero al violín y luego de poder a poder. El pùblico agradeció enormemente este tercio.

Ponce cortó una oreja al que hizo cuarto en una buena y larga faena que tuvo variedad y buen gusto, además de la elegancia que siempre pone el diestro de Chiva. Hubo ligazón y un epílogo con la poncina que resultó de auténtica belleza y plasticidad. Estocada tras pinchar.

Con su primero, un toro noble pero manifiestamente flojo y protestado, el valenciano realizó una faena de escaso contenido, aunque la estocada fue meritoria. Silencio.

Desde que triunfara como novillero al final de los 80, Finito de Córdoba no ha tenido suerte en Valladolid. En su primero, un toro manejable, pudieron sonar algunos olés al final de la largísima faena con muletazos estimables. El mítin con la espada fue antológico. Silencio con algún pito.

No mejoraron las cosas con el quinto, otro toro manejable en una faena donde, al menos, hubo brevedad. Silencio.

Hubo un tercio de plaza en tarde bochornosa.

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