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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 22 de octubre de 2015

Nuevo Morante 2016 / Ricardo Díaz-Manresa.



Morante ha dicho que va a ser un nuevo Morante en 2016. Al menos diferente : torear en Sevilla mucho que es volver a su plaza y torear poquísimo en el resto de plazas del mundo.
Y sigue con sus ideas y carácter tan peculiares.

Nuevo Morante 2016

Tratar el tema Morante es peliagudo. Se mete en muchos charcos. Será por su personalidad humana y torera peculiar. Sevilla sí o no, cuando quiera yo. Alisarme los ruedos empezando por Las Ventas y la Maestranza o no toreo. Llevo mi espíritu en un autobús itinerante. Sigue con el litigio contra el Janssen, o así, una bestia ¿comprada por los antis? que le llamó asesino y hace muy bien en defenderse.

Y la de más calado :Quiero torear pocas corridas en 2016. Algo como JT.

Y un problema artístico : muchísimos me admiran pero no los enloquezco.

Para que no haya dudas, diré que Morante es objetivamente, por su carrera, su biografía y sus resultados, el mejor torero de arte. Si hubiese liga, por su número de triunfos de cada año, por sus faenas destacadas y por la cantidad de trofeos cortados en comparación con otros artistas referentes de no hace mucho, quedaría siempre el primero. Porque, además, es el que ha demostrado más valor y ha toreado un número de corridas muchísimo mayor que sus rivales en la historia.

Sus rivales –aunque las comparaciones son siempre odiosas, esta vez más- fueron Curro, con biografía tremenda de triunfos en la primera parte de su vida y muchas puertas grandes en las plazas de primera, y Paula, anécdota en el toreo en cuanto a paseíllos, trofeos y salidas a hombros, pero ¡qué anécdota!. Después veremos si Morante aguanta las comparaciones o si las aguantan Romero y Rafael.

Ahora Morante está de actualidad otra vez, como casi siempre. Ha cambiado de nuevo de apoderado. No se asienta con nadie. Quiere torear en Sevilla mucho y en el resto de España, en Francia y en Portugal, poquísimo. Y sigue con la manía o el derecho o el acierto de que le igualen la arena de todos los ruedos que pise.

Torear mucho en Sevilla, que no quiso, por ejemplo, esta temporada cuando le ofrecieron todo. Está bien, claro, pero la empresa sigue siendo, en su mitad, la misma. Hay que avanzar, por supuesto y no quedarse enquistado en disputas que no favorecen, ni al toreo, ni a él, n i a la empresa metepatas ni, desde luego, a la afición. Me parece muy bien y muy positivo que vuelva a su Maestranza y muchas veces, y que recupere fechas tradicionales e históricas en el Baratillo, como la del Corpus. Ahí está bien. Imita a Curro, que se dejaba ver mucho en el Arenal, pero casi siempre porque no tenía ni un contrato fuera y por la bondad de Diodoro Canorea, que lo recogió y lo mantuvo. En cambio, Morante es figura y cotizada. Siempre. Puede elegir.
Torear poco fuera de Sevilla. Puede que piense en JT, en rentabilizar económicamente al máximo sus actuaciones. Parece que se equivoca, como se equivocó el Juli. Para hacer de JT hay que ser José Tomás. El Juli lleva bastante tiempo sin llenar una plaza yendo en carteles muy arropados. Y me parece que a Morante le pasa lo mismo. Se puede quedar con menos corridas y los tres cuartos de siempre. Espero equivocarme. Ni Morante ni el Juli ni nadie ahora del escalafón son JT y no pueden hacer de JT ni aprovecharse imitando sus circunstancias. No tienen, ni de lejos, su tirón popular.

En el cartel Curro, Paula, Morante, que me parece que nunca se ha dado, gana el de la Puebla por los argumentos que he desarrollado ya en este artículo. En cuanto a la calidad…pues Morante no suele poner al público en pie con la frecuencia que lo hacían el de Camas y el de Jerez. Muchos aplausos, sí. Muchísimos y muy grandes, pero con la gente sentada y la montera del torero en su cabeza. Desde el punto de vista estético, Curro le superaba por su cuerpo y por el imán que tenía con capote y muleta. Y no digamos Paula, la escultura, y ademanes de artista supremo. Y con más centímetros.

Voy a escribir algo que no sé si lo ha hecho alguien antes, pero a Morante le faltan centímetros y le sobran kilos para tener una figura perfecta de torero. De ahí quizá los éxtasis con Curro y Paula en sus momentos maravillosos que no disfruta el de la Puebla.

Rafael de Paula ha sido quizá y sin quizá el mejor capote que he visto, seguido de Antonio Ordóñez. Una vez en Madrid después de un quite, tras el que se hartó de saludar montera en mano, tuvo que salir otra vez a corresponder a los aplausos del público cuando José Luis Galloso iba a cumplimentar con espada, muleta y montera al presidente para iniciar su faena. Insólito y grandioso este Rafael. Poquito pero genial. Y de Curro, cuyo público veía lo que no hacía y lo que no hacía pero se lo imaginaban sus partidarios, levantaba éxtasis.

Morante no tiene la figura, ni el imán ni incluso el carisma, de los otros dos recordados artistas. Lo de la estatura no tiene arreglo. Lo de los kilos de más, sí.

En las estadísticas y en los datos objetivos, Morante está por encima de todos, pero no sé si en el corazón y en el paladar de los que vieron también a los otros dos. Más regularidad, más valor y mejor torero pero menos duende que los otros. Mejor torero, sí, pero no mejor ejecutor del arte.

En esto, en mi humilde opinión, le ganaban. También en estar mal. Curro y Paula sabían estar soberbiamente mal. Sus escándalos eran morrocotudos. Sus broncas, tremendas. Lo bordaban en los escándalos. El vecino de mi barrio, ese aficionado tan mayor y tan sabio, dice una frase para meditar : Morante no sabe ni estar mal. No he oído tampoco una opinión así antes.

A ver si toreando pocas tardes en la temporada y muchas en Sevilla alcanza lo que le falta.

Morante quiere ser nuevo en el 2016. Ser nuevo es dificilísimo. Ser mejor, no tanto. Y a una edad, todavía más, aunque el de la Puebla tiene los años justos y la experiencia suficiente para estallar.

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