El público obligó a saludar a ambos al deshacerse el paseillo
Claro incumplimiento de la Autoridad
Talavante y López Simón se trajeron sus toros debajo del brazo y la autoridad los aprobó sin celebrar el sorteo reglamentario.
Esto provocó que muchos de los toros que salieran por la puerta de toriles, fueran absolutamente impresentables para lo que merece esta plaza. La mayoría de ellos pasaron prácticamente desapercibidos por el tercio de varas.
Sendas orejas, de distinto peso, para Talavante y López Simón. El aficionado pide estos carteles
Zaragoza-España
Con casi lleno se han lidiado tres toros de Vellosino (2º, 4º y 6º), uno (5º) de Domingo Hernández, un sobrero (1º bis) de El Pilar y otro sobrero (3º bis) de Puerto de San Lorenzo, mal presentado, el único que destacó un poco en comportamiento el (5º)
Alejandro Talavante, silencio, silencio y oreja, que no recogió, dando dos vueltas al ruedo
López Simón, oreja, ovación y vuelta.
- Talavante no recogió la oreja del quinto, pero dio dos vueltas al ruedo
Zaragoza, 17 de Octubre de 2015.-
Antes de comenzar el festejo, se vivió un gran día de toros en la capital de Aragón. El cartel había generado muchísima expectación, con gente venida de todas las partes de la geografía española, que abarrotaron la plaza, a punto de poner el cartel de no hay billetes. Con entradas como las de hoy, ha quedado claro como los aficionados quieren ver carteles abiertos, que las figuras se midan a jóvenes que vienen apuntando alto. Quién le iba a decir al diestro de Barajas, Alberto López Simón, que después de no haber toreado prácticamente nada el año pasado, este año iba hacer el paseíllo en las principales plazas y salir tres veces por la puerta grande en Madrid. Esperemos que los que están al mando de este negocio, no se olviden de él, para el inicio de la temporada que viene.
Pero antes de dar comienzo el festejo, hubo una cosa que no me gustó absolutamente nada. Fue que cada uno de los diestros vinieran con sus toros debajo del brazo, quitan el sorteo matinal. Esto provocó que muchos de los toros que salieran por la puerta de toriles, fueran absolutamente impresentables para lo que merece esta plaza. El juego que dieron también luego en el ruedo dejaron mucho que desear bastante justos de fuerzas, de casta y de raza. La mayoría de ellos pasaron prácticamente desapercibidos por el tercio de varas, incluso el quinto de la tarde con el hierro de Domingo Hernández que sí que tuvo una mejor condición en el último tercio.
Abría cartel el diestro Alejandro Talavante. Que sus dos primeros toros de la ganadería de Garcigrande, fueron devueltos por su invalidez manifiesta, en su lugar salieron unos toros de El Pilar y El Puerto de San Lorenzo. Ambos animales duraron muy poco, a pesar de que en el tercio de varas los dejaron muy crudos. El espada extremeño no se pudo lucir en ningún de sus dos primeros animales, lances a media altura sin bajarle nunca la mano y colocado al hilo del pitón sin cruzarse en ningún momento. Lo que si que me gustó fue la buena estocada que dejó al toro con el que abrió plaza, en todo lo alto.
Donde vimos lo mejor de la tarde y posiblemente lo de más emoción, llegó en el quinto de la tarde, el único que se lidió de los tres que trajo. Animal que pasó por el tercio de varas desapercibido, dejando un segundo picotazo miserable, en la muleta la res se dejó con bondad y nobleza prestándose para el lucimiento aunque le faltó más raza y acometividad. Lo recibió con unos lances a la verónica, alguno de ellos dignos y bellos de ejecución, lo que remató con una revolera invertida. Con la muleta realizó una faena muy improvisada, en el que hubo buenos naturales sobre todo corriéndole con bastante templanza la mano. También fueron bellos los templadísimos cambiados de muleta de mano por delante, obligados por bajo y sorprendentes lances como arruzinas por la espalda y faroles por encima de la cabeza. Se tiró con muchas ganas a matar, siendo incluso arrollado por la testuz de la res, pero la estocada cayó un poco tendida de colocación.
Al caer el toro se creó una gran polémica en el coso. Se le premió la faena con una oreja, hubo petición fuerte de la segunda que el usía decidió no atender. El segundo apéndice el presidente decidió no darla por la colocación de la espada, el diestro se enfadó sin recoger el apéndice y se dio dos vueltas al ruedo, ante una fuerte ovación del público.
El otro diestro de la tarde, era el torero revelación de esta temporada, el madrileño Alberto López Simón, que reaparecía del fuerte percance de la reciente Feria de Otoño. El decidió traerse tres toros de la ganadería salmantina de El Vellosino. Lo mejor de sus actuaciones lo vimos en su primero. Un toro al que picaron poco y estuvo abanto yendo muy a su aire en los primeros tercios, en la muleta la res iba y venía con cierta bondad pero sin terminar de romper nunca del todo, faltándole más acometividad y raza. Lo recibió con unas buenas verónicas de recibo ganando terreno a los medios, lo que remató con una media verónica y una revolera. En la muleta, en las primeras series lo estuvo cuidando bastante, sin obligarle en su viaje llevándolo a media altura. Los mejores pasajes los vimos en las dos series con la mano izquierda, fuera de la segunda raya del tercio del tendido 3, vimos naturales de muchísima templanza y calidad corriéndole muy bien la mano y estando bastante cruzado. Después se dio un arrimón con la mano derecha, exprimiendo al toro, con un circular invertido y varios pases por alto. Le dejó una estocada entera tendida de colocación, precedida de un pinchazo. Se le premio con una oreja, pedida mayoritariamente.
Sus dos restantes animales, fueron animales a los que les faltó mucha más bravura, codicia. Se vinieron muy a menos y tuvieron bastante poca transmisión a los tendidos. A pesar de ello el diestro madrileño estuvo digno, intentándoles sacar hasta la última gota, esto supo verlo y reconocerlo el aficionado que abarrotaba el coso. En estos dos oponentes, se terminó dando un arrimón, dejándose llegar muy cerca los pitones de sus oponentes. En el toro que cerraba plaza, con la gente muy metida en la faena, pidieron el apéndice, pero el usía decidió no darla y se quedó en una vuelta al ruedo.
Ya para finalizar debemos de puntualizar que en la tarde de hoy, hemos visto un gran número de quites por parte de ambos espadas, cosa que es muy de agradecer. Aparte de dos grandes pares de banderillas de Domingo Siro y Juan José Trujillo, ambos salieron a saludar al tercio.
Pero antes de dar comienzo el festejo, hubo una cosa que no me gustó absolutamente nada. Fue que cada uno de los diestros vinieran con sus toros debajo del brazo, quitan el sorteo matinal. Esto provocó que muchos de los toros que salieran por la puerta de toriles, fueran absolutamente impresentables para lo que merece esta plaza. El juego que dieron también luego en el ruedo dejaron mucho que desear bastante justos de fuerzas, de casta y de raza. La mayoría de ellos pasaron prácticamente desapercibidos por el tercio de varas, incluso el quinto de la tarde con el hierro de Domingo Hernández que sí que tuvo una mejor condición en el último tercio.
Abría cartel el diestro Alejandro Talavante. Que sus dos primeros toros de la ganadería de Garcigrande, fueron devueltos por su invalidez manifiesta, en su lugar salieron unos toros de El Pilar y El Puerto de San Lorenzo. Ambos animales duraron muy poco, a pesar de que en el tercio de varas los dejaron muy crudos. El espada extremeño no se pudo lucir en ningún de sus dos primeros animales, lances a media altura sin bajarle nunca la mano y colocado al hilo del pitón sin cruzarse en ningún momento. Lo que si que me gustó fue la buena estocada que dejó al toro con el que abrió plaza, en todo lo alto.
Donde vimos lo mejor de la tarde y posiblemente lo de más emoción, llegó en el quinto de la tarde, el único que se lidió de los tres que trajo. Animal que pasó por el tercio de varas desapercibido, dejando un segundo picotazo miserable, en la muleta la res se dejó con bondad y nobleza prestándose para el lucimiento aunque le faltó más raza y acometividad. Lo recibió con unos lances a la verónica, alguno de ellos dignos y bellos de ejecución, lo que remató con una revolera invertida. Con la muleta realizó una faena muy improvisada, en el que hubo buenos naturales sobre todo corriéndole con bastante templanza la mano. También fueron bellos los templadísimos cambiados de muleta de mano por delante, obligados por bajo y sorprendentes lances como arruzinas por la espalda y faroles por encima de la cabeza. Se tiró con muchas ganas a matar, siendo incluso arrollado por la testuz de la res, pero la estocada cayó un poco tendida de colocación.
Al caer el toro se creó una gran polémica en el coso. Se le premió la faena con una oreja, hubo petición fuerte de la segunda que el usía decidió no atender. El segundo apéndice el presidente decidió no darla por la colocación de la espada, el diestro se enfadó sin recoger el apéndice y se dio dos vueltas al ruedo, ante una fuerte ovación del público.
El otro diestro de la tarde, era el torero revelación de esta temporada, el madrileño Alberto López Simón, que reaparecía del fuerte percance de la reciente Feria de Otoño. El decidió traerse tres toros de la ganadería salmantina de El Vellosino. Lo mejor de sus actuaciones lo vimos en su primero. Un toro al que picaron poco y estuvo abanto yendo muy a su aire en los primeros tercios, en la muleta la res iba y venía con cierta bondad pero sin terminar de romper nunca del todo, faltándole más acometividad y raza. Lo recibió con unas buenas verónicas de recibo ganando terreno a los medios, lo que remató con una media verónica y una revolera. En la muleta, en las primeras series lo estuvo cuidando bastante, sin obligarle en su viaje llevándolo a media altura. Los mejores pasajes los vimos en las dos series con la mano izquierda, fuera de la segunda raya del tercio del tendido 3, vimos naturales de muchísima templanza y calidad corriéndole muy bien la mano y estando bastante cruzado. Después se dio un arrimón con la mano derecha, exprimiendo al toro, con un circular invertido y varios pases por alto. Le dejó una estocada entera tendida de colocación, precedida de un pinchazo. Se le premio con una oreja, pedida mayoritariamente.
Sus dos restantes animales, fueron animales a los que les faltó mucha más bravura, codicia. Se vinieron muy a menos y tuvieron bastante poca transmisión a los tendidos. A pesar de ello el diestro madrileño estuvo digno, intentándoles sacar hasta la última gota, esto supo verlo y reconocerlo el aficionado que abarrotaba el coso. En estos dos oponentes, se terminó dando un arrimón, dejándose llegar muy cerca los pitones de sus oponentes. En el toro que cerraba plaza, con la gente muy metida en la faena, pidieron el apéndice, pero el usía decidió no darla y se quedó en una vuelta al ruedo.
Ya para finalizar debemos de puntualizar que en la tarde de hoy, hemos visto un gran número de quites por parte de ambos espadas, cosa que es muy de agradecer. Aparte de dos grandes pares de banderillas de Domingo Siro y Juan José Trujillo, ambos salieron a saludar al tercio.
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