Finalizado este artículo, lo he leído, y con toda sinceridad creo que al calificar a algunos políticos de quincalla les he supravalorado, porque hay ciertas cosas de quincalla que pueden ser aprovechables, o al menos tener cierta utilidad, aunque sea durante poco tiempo. La realidad que estamos en manos de una autentica chusma.
Políticos de quincalla
Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
Catedrático de la Universidad de Cádiz
A primeros de los 1970 tenía, en Granada, un amigo norteamericano, estudiante de Medicina, pues se había casado con una española, y un día le dije: Aquí en España tenemos la impresión, porque así era, de que los ministros y altos cargos del Estado, son personas muy inteligentes, bien formadas, son los mejores, los números uno de su promoción, ¿ocurre igual en Estados Unidos? Su contestación fue tajante y clara:
"Aquí tenéis una dictadura militar y os quejáis sin razón, porque se vive muy bien, hay mucha seguridad; aquí las personas decentes no tiene nada de qué preocuparse, sin embargo los delincuentes lo tienen más que negro. En la democracia cada vez que cambia el gobierno cambia todo, hay más inestabilidad e inseguridad en todo, los políticos piensan más en su sillón que en los ciudadanos. Lo que aquí tenéis es mejor".
Y continuó:
"En Estados Unidos tenemos la impresión de que a la política se dedican solo aquellos que no sirven para nada serio".
Entonces no entendí bien la respuesta, pero ahora, muchos años después, la comprendo perfectamente.
Estamos viviendo en España la peor época que hemos conocido desde hace muchos años, y sin duda desde la transición, porque tenemos, a nuestro entender, unos políticos (me refiero a los más conocidos a nivel nacional) que, podríamos decir, "son de quincalla".
Repasen detenidamente el panorama nacional, y si quieren limitémonos solo a los partidos con representación en el Parlamento. Analicen a todos los políticos, sean del partido que sean, más conocidos, los lideres, los que ocupan cargos de cierta relevancia, bien en su partido o en el Estado, como ministros, secretarios de Estado, alcaldes de grandes ciudades, etc., y díganme solo uno, uno, no dos, solo uno, con una solida formación en su profesión particular, con amplia cultura, una persona, sea hombre mujer, a la que podríamos, con cierta tranquilidad, confiar el Estado, persona que trasmita seguridad, honestidad y, sobre todo, de la que creamos actuará siempre en beneficio de todos los ciudadanos y no en solo en beneficio suyo particular y de su partido político. Les pido solo un nombre y estoy seguro de que les costará encontrarlo.
Estamos viendo como prácticamente todos han engordado sus currículos diciendo que son lo que no son, que tienen estudios que no tienen, han mentido, y ahora cuando ven que el monte se quema, están rectificándolos a marchas forzadas, como es el caso de Rivera. Dicen que tienen estudios, cursos o másteres que no hicieron, o se los regalaron. Queremos destacar, sin embargo, que eso de los cursos o másteres regalados no es exclusivo de los políticos, ni de la Universidad Juan Carlos I, o la Camilo José Cela, eso es práctica frecuente y, en cualquier caso, quien verdaderamente delinque es la Universidad que los concede.
Lo que no es habitual es el plagio de una tesis, como ha hecho el Sr. Sánchez. Eso no lo había visto nunca y he estado toda la vida en la Universidad. Hay que tener mucha cara dura, muy poca vergüenza, muy poca dignidad, incluso ser muy corto de entendederas para hacerlo.
Deteniéndonos en el gobierno actual es de una mediocridad total, generalmente sectarios, mentirosos, si bien pensábamos, "Borrell es un hombre (mejor digamos una persona) bien formado, y está a favor de la unidad de España". Pues han bastado unas semanas en el pesebre ministerial para que cambie de parecer, y ya dice que los presos golpistas deben salir y que Cataluña es una nación, porque así se lo ha ordenado el plagiario Sánchez. Esa es la solidez del ministro de exteriores. Pero ahí no queda la cosa, ahora la delegada del gobierno en Cataluña dice que hay que indultar a los presos golpistas. Pues mire, "yo lo que creo es que Vd. es también golpista, aunque con modales, es decir más hipócrita".
Y claro, tenía que decir algo doña Carmen Calvo, que no es catedrática de Derecho Constitucional, como algunos medios (también son de quincalla) nos vendieron. Ya se sabe que, "los sabios hablan porque tienen algo que decir, y los tontos hablan porque quieren decir algo" (Platón). Dª Carmen ha querido decir algo y se ha metido donde no le llaman, opinando que, "no es lógico que los golpistas catalanes estén más tiempo en prisión preventiva". Solo se nos ocurre que, como dijese el escritor y humorista norteamericano Mark Twain, "es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda".
Y si no les parece suficiente deténganse y analicen el bochornoso espectáculo que está dando la ministra de Justicia, Dª Dolores Delgado García. ¿Cuántas veces ha mentido sobre el mismo tema? ¿Cuántas versiones ha dado? Dª Rosa Diez ha dicho que con todo lo que se sabe ya del tema, esta señora queda incapacitada no solo para estar en política sino también en la carrera judicial. El caso es tan denigrante y chabacano que no necesita comentario. Sigue aferrada al cargo, tal vez, para batir su propio récord de indignidad.
Y por ahora, el último caso de corrupción y mentira dentro del gobierno es el de don Pedro Duque, pero seguramente mañana saldrán más.
No debemos olvidar que también algunos jueces dejan bastante que desear. Repasen a ver de cuantos podemos esperar una sentencia justa, cuando juzgan un caso con connotaciones políticas. Del juez Llanera y ¿cuántos más?
Resulta que lo que dijeron Hermann Tertsch del abuelo de Iglesias, o Jiménez Losantos sobre las cafeterías de Baviera es delito, pero ofender los sentimientos religiosos de millones de personas en el mundo como hace frecuentemente el descerebrado Willy Toledo, o el padre nuestro blasfemo de la Sra. Colau, quemar la bandera española y la foto del rey, o pitar al Himno nacional, o querer meter a todos los judíos en el cenicero de un coche es libertad de expresión. Sin embargo he leído una buena noticia: Un juez ha procesado al tal Willy Toledo.
También recordar, porque todos lo sabemos, que en España las sentencias del Constitucional o del Supremo, cuando es un caso con connotaciones políticas, vienen dictadas por la ideología del juez, es decir juzgan según su ideología política pero no según la Justicia. Y esto también ocurre, a veces, fuera del Supremo o Constitucional.
Habrá naturalmente políticos honrados pero la situación general es la que es, y por eso decimos que tenemos políticos de quincalla, por no utilizar una palabra más fuerte, y así nos va. Esos políticos y algunos jueces de quincalla, de ahora y de antes, son los responsables de la situación en que se encuentra España, y que probablemente acabará mal, muy mal. Si siguen mandando mucho tiempo Sánchez e Iglesias no les extrañe que se repita lo del 1936, aunque actualizado a nuestros días.
Se repetirá porque en España hace tiempo que se rompió el principio de autoridad, pues no se cumplen infinidad de leyes, especialmente en Cataluña o Vascongadas, y cuando se pierde este principio llega el desorden, la anarquía total; ya dijo, el ilustre político español don Antonio Cánovas del Castillo, que "la libertad sin una autoridad fuerte e incólume no es libertad sino anarquía", y esta suele acabar a tiros. No es que solo incumplan la ley los separatistas, es que ya ni siquiera la cumplen los gobiernos autonómicos ni el gobierno central. Estamos viendo como varios miembros del gobierno quieren indultar a los golpistas catalanes (¿qué hay más grave que un golpe de Estado?), Sánchez e Iglesias intentando saltarse el Parlamento y el Senado, mediante decretos ley, para salirse de la Constitución y cometer arbitrariedades. Si el presidente del gobierno no acata la ley estamos ya como en Venezuela, ¿o no? Y no la acata, y se permite decirlo en TV, pues hace pocos días pudimos ver cómo le contestó a la entrevistadora, varias veces, que "él es el presidente del gobierno y en la Cámara hace lo que quiera".
Ahora bien, observen como para aumentarse los sueldos, autoasignarse privilegios, pagar sueldos de por vida a más políticos que en ningún país desarrollado, para aumentar el número de políticos, asesores y coches oficiales (tenemos más que en países que nos triplican o cuadriplican en habitantes), fastidiarnos y prohibirnos lo que a ellos no les gusta, están todos de acuerdo; queremos decir todos los de quincalla.
Nada más llegar el plagiario a la Moncloa aumentó el número de ministerios, inútiles muchos de ellos, colocó a todos sus amigos y familiares en buenos puestos, empezó a decir que subirá los impuestos; el presidente del Banco de España dice que los jubilados que tengan vivienda propia deben venderla para vivir de ese dinero, y así no necesitan pensión, o en todo caso recibir una pensión menor (¡hace falta ser muy desvergonzado!"), y mientras el presidente del gobierno utilizando avión particular, que todos pagamos, para irse de juerga o la boda de su cuñado. Y eso es solo algo de lo que sabemos, imagínense cuantas fechorías harán que desconocemos. Podemos y ERC lo arreglan todo prohibiendo a los niños ir a los toros, pero si les enseñan mucha ideología de género (aunque lo correcto es decir ideología de sexo), les dan cursos de masturbación, e Iglesias les dice que aprendan a fabricar cócteles Molotov y a atacar a la policía (lo pueden ver en un video que circula por Internet), les mienten constantemente, con el fin de privarles de su libertad. Pregunto a ERC y Podemos, ¿hay algo peor para la formación de los niños que el ejemplo que Vds. les están dando diariamente? No se molesten, yo les contestaré: ¡No lo hay!
Finalizado este artículo, lo he leído, y con toda sinceridad creo que al calificar a algunos políticos de quincalla les he supravalorado, porque hay ciertas cosas de quincalla que pueden ser aprovechables, o al menos tener cierta utilidad, aunque sea durante poco tiempo. La realidad que estamos en manos de una autentica chusma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario