TRINCHERAS DEL FRENTE DE MADRID
Una línea de tierra nos separa.
Pero estamos tan lejos. . .
Para llegar hasta vosotros, trenes,
rutas extrañas, playas extranjeras,
y sin embargo, hermanos enemigos
¡que cerca nuestra sangre!, que aclararon
las mismas frutas, que encendieron, roja,
primaveras y labios parecidos.
¿No sentís a la Patria temblorosa
que por los pies os mete sus metales
amasados de huesos y raíces,
que por el cielo claro, azul y extremo,
trae campanas y el humo de la aldea
donde nacisteis? ¿No sentís a España
que está en el pan y el hierro y la amapola
en la espiga, en la voz y en nuestra carne?
¿No sentís a la Patria, camaradas,
alegres artesanos madrileños?
Tú, que de niño, fuiste con nosotros
al ritmo de un sencillo pasacalles
delante de la alegre infantería,
bajo balcones de rizadas palmas.
Tú, que estuviste un día al lado mío
en el mismo columpio de verbena.
En la grada dorada de toros,
en las "paradas" de palomas y húsares
en la pradera junto al Manzanares.
Tú, hermano de taller y la tahona,
cerrajero que abriste nuestra puerta,
sereno de las tres de la mañana,
campanero de abril de altos balcones.
Maquinista del tren de mis veranos,
cochero del Retiro y de mis infancia,
guarda del césped, vendedor humilde
de globos y banderas; ¿porqué alzados
lucháis con odio contra mí y los míos,
y en la tarde de abril vais a esconder
como topos siniestros en la tierra?
Cuando ya la victoria da en los trigos
de nuestros campos, y hay un alba intacta
endurecida de clarines de oro
y de frescas canciones juveniles.
Agustín de Foxa (1906-1959)
|Arriba|
No hay comentarios:
Publicar un comentario