Damián Castaño resultó herido por el segundo toro de su lote, de nombre 'Revoltoso'@LasVentas (Plaza 1)
'..Salgo de Las Ventas aterido pero contento: ¡ya ha empezado la temporada! La mejor noticia: la gran entrada. Está claro que, en Madrid, la gente tiene muchas ganas de toros, a pesar del ministro Urtasun; o, quizás, gracias a personajes como él tenemos todavía más ganas de disfrutar con el arte del toreo..'
Herido grave Damián Castaño en la inauguración de la temporada de Las Ventas
-Gran entrada en el coso madrileño y toros de Adolfo Martín de impresionante arboladura
Crónica deAndrés Amorós
El diestro salmantino Damián Castaño sufre una cornada en su segundo toro; en el primero, pierde con la espada el seguro trofeo, después de una faena de mucho mérito.
En la inauguración de la temporada de Las Ventas, con una muy buena entrada, se lidian toros de Adolfo Martín, de impresionante arboladura, cárdenos, cinqueños, aplaudidos de salida pero de juego complicado, salvo el buen segundo. El jienense Adrián de Torres se muestra voluntarioso; Rafael de Julia tiene una mala tarde.
Impresionan las cabezas de estos toros de Adolfo: abiertos de pintones, veletos. Los revisteros clásicos habrían hablado de las pavorosas «velas»; de las «perchas», donde se podría colgar todo un vestuario; de la «leña», suficiente para encender varias chimeneas…
Recuerdo una copla popular del siglo XIX: «En nuestra plaza de toros / y desde el palco cuarenta, / admiró la cornamenta / de un Miura, Juan Amores / y su esposa (esto es notorio)/ le dijo con mucho mimo: / ‘Cuernos como éstos, mi primo / te ha puesto en el dormitorio’».
Después de las grandes lluvias, asoma el sol, para celebrar la primera corrida del año en Madrid. No llueve pero hace un frío que pela. Las Ventas es una nevera: veo abrigos, bufandas, capotes, gorros, algún encapuchado… Todo un surtido de prendas de invierno.
Hace un siglo, decían los revisteros que la inauguración de la temporada, en Madrid, era un acontecimiento nacional, que se vivía con más emoción que un cambio de ministros. ¡Y eso que no conocían a los actuales!
En su nueva etapa, vuelve a esta Plaza el madrileño Rafael de Julia, de Torrejón de Ardoz: tiene 45 años, ha estado retirado diez años, pero siguió vinculado a la Escuela de Tauromaquia Yiyo. Esta tarde, los dos toros de Adolfo Martín, violentos y complicados, le desbordan y tiene dificultades para matarlos. Prefiero no entrar en detalles. Me cuenta un amigo que quizá no estaba en las condiciones físicas necesarias, pero el público no lo sabe.
Rafael de Julia, ante el primer astado de la tarde, de impresionante cornamenta@LasVentas (Plaza 1)
El jienense Adrián de Torres ha dado muestras de valor sereno, en este ruedo. Esta tarde, muestra su disposición entrando a quites y brindando al público sus dos faenas. En el tercero, justo de fuerzas, miden el castigo. El toro acude pronto, es noble pero flaquea. Muestra su buen concepto clásico en estimables naturales pero el toro se queda corto, se apaga. La espada queda baja.
Recibe con lances aseados al último, caída ya la noche de invierno. El toro acude al caballo haciendo regates. Se luce Iván García, como siempre, con dos grandes pares. En los primeros muletazos, el toro se cae: desilusión general; luego, embiste dormido, a media altura. Cruzándose al pitón contrario, Adrián le saca algunos naturales pero el toro se apaga y mata mal.
Adrián de Torres, con el primero de su lote, de nombre 'Volador'
Ya conoce lo que es el triunfo en esta exigente plaza el leonés Damián Castaño, hermano del también matador Javier. La pasada temporada, dio un fuerte toque de atención, al triunfar en Bilbao con los toros de Dolores Aguirre. Su secreto es muy fácil de explicar –no de hacer–: a los toros encastados, duros, torearlos con desmayo, como si fueran bondadosos. No siempre se consigue.
El segundo toro sale suelto; lo lidia bien con el capote hasta el centro del ruedo. La res cumple en varas. Damián le planta cara, le baja mucho la mano, conduce las nobles embestidas en muletazos largos, mandones, que levantan un clamor. Remata con naturales a pies juntos. Una faena medida, con tres tandas por cada uno de los lados. Se ha ganado limpiamente el trofeo pero todo lo estropea con la espada. Entra a matar con una extraña técnica: se coloca muy de frente pero luego, cuartea, en vez de cruzar. Así, parece imposible matar bien. Desilusión general. Los revisteros decían, en casos como éste: «¡Para matarlo a él!».
Damián Castaño, con el segundo de la tarde, el mejor de toda la corrida@LasVentas (Plaza 1)
El quinto aprieta de salida, se duerme en el caballo, recibe tres varas pero es incierto. Se la juega Juan Sierra, con los palos. En la muleta, el toro saca evidentes dificultades. Con la montera puesta (como hace su hermano Javier y hacía Luis Francisco Esplá), Damián acepta el envite: la pelea es emocionante, porque el diestro esquiva arreones y aguanta parones. Se ve venir la cornada, que llega en cuanto se echa la muleta a la mano izquierda.
Según el parte facultativo, sufre una herida «en el tercio superior, cara posterior del muslo izquierdo, con dos trayectorias: una, hacia, dentro, de 15 centímetros, que bordea la cara lateral del fémur y contusiona la arteria femoral; otra, hacia arriba, de 10 centímetros, que contusiona el isquion. Pronóstico grave».
Deja Damián Castaño una excelente impresión: conoce muy bien el oficio necesario para enfrentarse a corridas duras. Pero ha de aprender otra técnica más ortodoxa y más eficaz para matar: sin eso, los triunfos se diluyen.
Salgo de Las Ventas aterido pero contento: ¡ya ha empezado la temporada! La mejor noticia: la gran entrada. Está claro que, en Madrid, la gente tiene muchas ganas de toros, a pesar del ministro Urtasun; o, quizás, gracias a personajes como él tenemos todavía más ganas de disfrutar con el arte del toreo.
FICHA
MADRID. DOMINGO 23 DE MARZO. INAUGURACIÓN DE TEMPORADA. Muy buena entrada: unos tres cuartos de plaza (13.381 espectadores).
Toros de Adolfo Martín: todos cárdenos, cinqueños, de impresionante arboladura pero, en general, de escaso juego, salvo el buen segundo.
RAFAEL DE JULIA, de nazareno y oro, cinco pinchazos y estocada baja (pitos). En el cuarto, ocho pinchazos, media caída y seis descabellos (bronca). Por la cogida de Damián Castaño, mata también el cuarto de varios pinchazos.
DAMIÁN CASTAÑO, de azul marino y oro, pinchazo y estocada baja (saludos). Herido en el quinto.
ADRIÁN DE TORRES, de aguamarina y oro, estocada baja (aviso, silencio). En el sexto, varios pinchazos (silencio).