la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 2 de abril de 2025

La aparición de Morante / por Antolín Castro

La mejor medicina, para él y la afición, es que se nos aparezca mucho

'..Cuando torea Morante lo hace todo distinto, enhebra sus pasos y pases en una cadena de movimientos donde invita al toro para que forme parte de la obra, su obra. Deslumbra cuando le sale bien y hasta te hace vibrar cuando le sale mal..'

La aparición de Morante

Antolín Castro
Opinión y Toros/01Abril 2025
Hace unos días, primero en Almendralejo y después en Castellón, Morante de la Puebla hacía de nuevo sendos paseíllos.

Todo el mundo taurino pendientes de volver a verle en los ruedos. Como se sabe, hubo de apartarse de ellos por causa de esa penosa enfermedad mental que aqueja al de la Puebla. Y la espera se hizo más larga por culpa del aplazamiento primero, y suspensión después, de la corrida anunciada a primeros de marzo en Olivenza.

Todos los medios se hicieron eco de este regreso del maestro sevillano, pero todos nos dijeron que era la reaparición, modo clásico de indicar que está de vuelta un torero cuando por distintas circunstancias ha estado alejado un tiempo.

Yo no debo, ni puedo, ni quiero llamarlo así, para mí ha sido una aparición, como aquellas en las que suelen referirse a Vírgenes o Santos. Esa es la impresión, la sensación verdadera, cuando aparece alguien que se escapa de la normalidad, cuando no de la mediocridad, que a veces nos envuelve en el día a día taurino.

No es igual desde que se abre de capa, ni cuando inicia las faenas de muleta y, por supuesto, cuando da cada paso para engarzar un pase tras otro. Te transporta a otro lugar, a otra dimensión, el ver la sutileza de sus trazos, la despaciosidad y la improvisación. No puedes mantener el mismo estado sensitivo que cuando son otros los que vestidos de luces dan pases a los toros.

Cuando torea Morante lo hace todo distinto, enhebra sus pasos y pases en una cadena de movimientos donde invita al toro para que forme parte de la obra, su obra. Deslumbra cuando le sale bien y hasta te hace vibrar cuando le sale mal. Porque nada es un sucedáneo, todo es auténtico, y adquiere mayor valor al saberse que no está robando aplausos, sino generando sueños en los aficionados, que se hacen realidad desde sus muñecas. Sin olvidar el ajuste de su toreo y sus zapatillas atornilladas en la arena.

Por supuesto, cuando no tiene materia prima delante no habrá posibilidad de milagro alguno. Entonces llega la frustración de tantos, con la misma fuerza que antes cuando hubo éxtasis.

 Seamos claros, en las apariciones no puede aspirarse a que duren horas enteras, los Santos no están para ti a tiempo completo, basta con que te deslumbren durante unos minutos.

Basta con ver los videos de esas dos tardes para no equivocarse, las imágenes no te sugieren ningún otro torero, todo sabe a Morante, todo huele a Morante. Por eso lo llamo aparición y no reaparición.

¿A quién no le gusta que se le aparezca Morante?

No hay comentarios:

Publicar un comentario