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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 2 de diciembre de 2019

México. 5ª Corrida de la Temporada Grande: Un huracán llamado Joselito abre la Puerta Grande.


Joselito Adame recuperó su romance con la Plaza México.
 Foto la Plaza México prensa.

Tarde muy emotiva en la Plaza México aunque por momentos emborronada por un viento que sopló durante casi toda la tarde y que, por momentos, adquirió caracteres de vendaval. Nuevamente la Plaza México registró una gran entrada y lució nuevamente como en sus mejores tiempos.

Una gran parte de la atracción del festejo era la confirmación del español Pablo Aguado, pero para mala suerte de la afición mexicana el torero sevillano ha tenido una tarde para el olvido.

Plaza México 5ª Corrida de la Temporada Grande: 
Un huracán llamado Joselito abre la Puerta Grande.

Por Luis Cuesta
Algunos de los toros de Reyes Huerta y de Jaral de Peñas tenían casta. Ya sabemos que el toro de casta es siempre garantía de emoción y lidia. Quisiera aclarar con esto antes de continuar mi crónica, que los toros de casta pueden ser en ocasiones bravos o mansos, yo en lo personal preferiría llamarles toros de lidia para ahorrarme tantas explicaciones. Hago esta aclaración porque están saliendo por todos lados toros tan blandos y tan descastados, que a veces es preciso adjetivarlos para precisar qué fue lo que salió hoy por los chiqueros en la Plaza México.

Pero bueno hay que regresar al punto, para decir que tres de los toros de Reyes Huerta tenían casta, aunque los otros mostraron mansedumbre, y añadir que también tenían un trapío irreprochable.

Afortunadamente para los encastados astados de Reyes Huerta y de Jaral de Peñas su lidiador -en este casó Joselito Adame– salió como un huracán y remontó su temporada con dos faenas de distinto corte, mismas que le valieron para abrir la puerta grande. Fue un primor paladear al hidrócalido con su primero, con el que siempre dio la barba y verlo aplicar todos sus conocimientos técnicos frente al segundo de su lote.

Su triunfal actuación comenzó con el primero de su lote en el momento en el que supero la incertidumbre y se fajó con él toro entre la emoción a raudales de los espectadores que le coreaban con fuerza sus muletazos. Una vez cumplida la misión de sometimiento, le extrajo templados redondos y algunos naturales dentro de la seguridad que exigía la buena condición del toro de Jaral de Peñas. Lo quizo matar recibiendo, pero la estocada cayó baja y tras un golpe de descabello,l se llevó una oreja bajo las protestas de un sector del público, mientras que al noble y bravo ‘Canónico‘ de Jaral de Peñas lo premiaron con el arrastre lento.

Su segundo de nombre “Arrebató” del hierro de Reyes Huerta tenia una embestida beatífica y nobilísima, por lo que Adame se dedicó a torearlo con suavidad, cómo de salón. Joselito estructuró muchos pases, algunos perfectamente ortodoxos, como en cámara lenta y sin forzar la marcha de ‘Arrebato‘. Así fue como Adame, con temple, ligazón y momentos de alto voltaje artístico, recuperó su propia confianza. Dejo una estocada entera pero algo trasera, sin embargo el toro -que vendió cara su muerte- terminó doblando. El juez de plaza le otorgó con rapidez la primera oreja, pero el público solicitó la segunda con fuerza y esta finalmente fue concedida. Al final abandonó la plaza en hombros entre el clamor popular.

Enrique Ponce, había toreado muy bien a su primero de salida con la capa, adelantando la pierna contraria y llevándolo muy embebido, pero con la muleta el viento hizo imposible la labor del catedrático del toreo. Maldito viento habrá pensado Ponce. Su segundo nunca humilló en la muleta, ni tuvo transmisión y aunque estuvo voluntarioso, no pudo levantar su tarde ante un toro tan desfondado.

El diestro hidrócalido Fabián Barba recibió una oportunidad de oro en un cartel de mucho tronío y aunque se mostró con ganas de agradar durante toda la tarde, no término por centrarse del todo con su primero, además, de que tuvo que luchar contra el inclemente viento que sopló durante toda la tarde. Su faena al segundo de su lote fue demasiado larga y no encontró mucho eco en el tendido.

Una gran parte de la atracción del festejo era la confirmación del español Pablo Aguado, pero para mala suerte de la afición mexicana el torero sevillano ha tenido una tarde para el olvido. Con su primero extremo las precauciones al máximo, además de que no encontró en ningún momento el sitio ni la distancia de su astado. Terminó aburriendo. En el sexto, las cosas tampoco le rodaron y acabó con media estocada su actuación.

La realidad es que el paso de Pablo Aguado por los ruedos mexicanos, hasta el momento ha sido estrepitoso*.

Es lo que digo yo.

REYES HUERTA, JARAL DE PEÑAS/PONCE, BARBA, ADAME Y AGUADO.

Dos toros de Jaral de Peñas (cuarto y sexto) y seis de Reyes Huerta. Bien presentados con trapío; algunos con casta, aunque en general mansos y deslucidos Destacaron el 4º ‘Canónico’ de Jaral de Peñas y 7º “Arrebato” de Reyes Huerta premiados con el ‘arrastre lento’.

Enrique Ponce: Ovación y silencio.

Fabián Barba: Silencio y silencio tras aviso.

Joselito Adame: Oreja y dos orejas. Al final salió en hombros.

Pablo Aguado: Pitos tras aviso y pitos.

Incidencias: Saludaron en banderillas Fernando García, Víctor Mora y Gustavo Campos.

Para el próximo domingo anuncian 8 de diciembre se anuncia otro gran cartel con Sebastián Castella, Paco Ureña, Octavio García “El Payo”, y André Lagravere “El Galo” que confirmará su alternativa con toros de Xajay.

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