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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 18 de julio de 2010

Domingo, 18 de julio. EL LEVANTAMIENTO / Por I. Ruiz Quintano


Domingo, 18 de julio

EL LEVANTAMIENTO

Al pasar por enfrente del Ayuntamiento [de Cádiz] unos cuantos individuos intentaban echar un lazo a una estatua de un canónigo; por fin, lo consiguieron; tiranddo entre todos, cayó al suelo y la arrastraron por la plaza, repitiendo: "¡Viva la República!"

Yo comprendí que algo "gordo" se avecinaba y, sin pensarlo dos veces, nos fuimos a la Transmediterránea y sacamos dos pasajes para Las Palmas de Gran Canaria. El barco salía al día siguiente, a las siete de la mañana, día 13 [de julio de 1936]; mi señora y yo desembarcamos el día 15. Todo estaba tranqujilo. Nos hospedamos en un hotel del Puerto de la Luz. Conversando con el conserje, pude enterarme de que el mejor local de Las Palmas era el Hollywood Cinema y después el Teatro Hermanos Millares.

Cogí mi libro de propaganda, fotos, litografías, etc., y me fui a ver al empresario. Está claro que cuando vio la propaganda, el negocio se hizo al cincuenta por ciento, para debutar el 18 de julio de 1936. Este ccontrato lo conservo, es historia. Ese día aparecieron gran cantidad de litografías por las esquinas y vallas de Las Palmas. Serían las diez de la mañana cuando aribó un barco que procedía de Santa Cruz de Tenerife; en él llegaba el General Franco. Según me enteré después, venía al entierro del General Amado Balmes, que había muerto al disparárssele una pistola que estaba limpiando. El sepelio fue una hora después, en el Puerto de la Luz.
Me encontré y, por cierto, con gran alegría, a un antiguo amigo con el que había hecho la mili y que se había quedado en el Ejército y ya era sargento. Me explicó que venía de escolta con el General Franco, por entonces Capitán General, y estaba destinado en la Capitanía General de Tenerife. Fui con él al entierro del General Amado Balmes presidido por Franco y después hasta Las Palmas, donde el General se introdujo en un coche que le llevó al aeropuerto. Allí le esperaba un avión inglés; montó en él, despegando inmediatamente.
A las dos horas se efectuó el Levantamiento Militar. Se armó un pequeño revuelo en Las Palmas; por este motivo no pude debutar.

LA INSÓLITA VIDA DEL FAKIR DAJA-TARTO / DAJA-TARTO

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