LATACUNGA; COTARRO SOBRESALTADO POR FERIA DE ENORMES DIMENSIONES / Por Manolo Espinosa "El Ciclón"

"...Se trata de la empresa taurina “Triana”, -conocida en el país por su relevante ejecutoria- que no pensó dos veces para tomar las riendas y el destino de la fiesta brava así como el coso latacungueño “San Isidro Labrador”, cuya decisión significando un riesgo, no le prestó mucha importancia a ese hecho, y dando la “barba” se fue de frente en la preparación de estos eventos..."

COTARRO SOBRESALTADO POR FERIA DE ENORMES DIMENSIONES EN LATACUNGA

Por: Manolo Espinosa “El Ciclón”

Ecuador

La construcción de emblemáticos acontecimientos, convierten a las ciudades en bastiones importantes que terminan siendo paradigmas de los pueblos. La organización de festejos taurinos en este caso, siguen el mismo sentido: comienzan sentando bases firmes y sobre ellas, se van levantando construcciones indestructibles resistentes al tiempo y a los espíritus apáticos que los hay por doquier.

Desde hace dos años anteriores, en Latacunga “Salamanca de América” ya habíamos observado este magnífico proceso evolutivo, al haberse organizado dos ferias de postín que quedarán para la historia, gracias a los esfuerzos y visiones de una empresa que no se estanca en un roído presente, sino que busca con ansiedad nuevos derroteros, como quien anda tras brisas frescas para no asfixiarse en un entorno viciado de rutinas.

Se trata de la empresa taurina “Triana”, -conocida en el país por su relevante ejecutoria- que no pensó dos veces para tomar las riendas y el destino de la fiesta brava así como el coso latacungueño “San Isidro Labrador”, cuya decisión significando un riesgo, no le prestó mucha importancia a ese hecho, y dando la “barba” se fue de frente en la preparación de estos eventos, que por un lado santificaron a la plaza y por otro, fortalecieron la fiesta brava que estaba necesitando de ese empujón y que se remató con la presencia de uno de los grandes del toreo, Julián López “El Juli” de cuyos hechos hasta surgió una cofradía en respaldo de esas excelentes ideas inyectadas de afición que nacen de un torero, ganadero y empresario, José Luis Cobo.

Ya con los éxitos obtenidos en esas tardes felices y que fueron las que abrieron el sendero tachonando de posibilidades e ilusiones, nuevamente se ve al empresario yendo a la carga, a ese hombre resuelto e incansable; el hombre que vende sueños de los mejores e incomparables que despierta pasiones incontenibles hasta en los espíritus escépticos. 

El cotarro se encuentra completamente sobresaltado por el anuncio de dos formidables corridas en la capital cotopaxense (nosotros ya hemos recibido el boletín) y estamos seguros que en varias plazas del mundo, producirá alguna sana envidia por la organización de estos festejos en el mes de noviembre, los días 29 y 30. Mas por el momento, queremos señalar el esfuerzo de la empresa al incrementar una corrida más a diferencia de los dos años anteriores en que se daba una sola y eso quiere decir mucho, así afirman los más enterados por cierto.

No bastó a la empresa haber presentado el año anterior a la atracción del momento a “El Juli” como el único espada que se encerró en solitario por primera vez en América, hoy, desafiándose a si mismo, ha conseguido reunir a cuatro extraordinarios toreros: al madrileño que repetirá su actuación en esta plaza; al “León de Jerez”, al granadino fenómeno de los rehiletes, y a un maestro valenciano. No queremos decir nombres porque dejamos que el resto se desborde en comentarios, mientras nosotros que tenemos el tiempo suficiente y el espacio adecuado, iremos desgranando la noticia y destacando lo mejor de esta feria del 2013 en Latacunga.

Pero eso no nos impide profundizar en nuestras reflexiones y sin quedarnos en la superficie comentar el aspecto intrínseco, la esencia o filosofía de la empresa “Triana”; adentrarnos en los pensamientos y objetivos de ella que van más allá de la organización, que siendo única por esos dos mano a mano importantes, también le acompaña un ingrediente relevante, cual es el dignificar la ciudad o el lugar en que se organiza la feria que de por si es plausible; el otro aspecto es buscar el desarrollo cultural y concepto elevado de la tauromaquia y el último, alentar la economía dinamizando los negocios y despertando iniciativas de progreso que todo pueblo se merece.

Es como si sus anhelos lo llevaran a hacer de la Plaza “San Isidro Labrador”, una Real Maestranza de Caballería de Sevilla en pequeño, o la Monumental de las Ventas -guardando las distancias- pero con esos carteles integrados por toreros de fuste quien puede pensar lo contrario, cuando con ello crece la autoestima y el orgullo de ser taurinos ecuatorianos. ¡Que viva la fiesta brava!

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