Carlos Abella (C.A.M) Iván Fandiño y Manuel Martínez Erice
Feria agridulce. Buena novillada, toros aceptables en principio, comparecencia de Fandiño y Daniel Luque, extrañeza por las de Finito y Uceda, incomprensión por las ausencias de Eugenio de Mora y Pepe Moral y dudas por los seis toros para Miguel Abellás.
Taurodeltada en la otoñada
Ricardo Díaz-Manresa
Con la emoción de que los toros vuelven a Bogotá a través de la justicia de su Constitucional (igualito que en Cataluña, qué país tenemos) nos enfrentamos con los carteles de la de Otoño madrileña. Taurodeltada en la otoñada. Tauro-otoñada.
Reconozco que cada día me cuesta más criticar aunque sea una de las grandes obligaciones del periodista. Que la vida es corta, que somos pocos los del planeta de los toros, que nos tenemos que molestar lo menos posible. Coño, que me jode criticar pero no tengo más remedio.
Alabar en cambio me encanta. Me pusieron contentos las facilidades en febrero para los nuevos clientes por la comodidad del teléfono…que olvidó dar preferencia una vez más a los abonados de años, los de las grandes e interminables colas. Se mejoró la feria de San Isidro volviendo a su marca, sin ferias absurdas adheridas, sin prestigio y sin tradición, en la que puse un granito de arena dando la matraca con mis artículos temporada tras temporada. Y lo hicieron además ofreciendo mejores carteles aunque los del fracasado G-5 se lo pusieran a huevo.
Ahora anuncian –lo que está bien- dando la oportunidad por internet y teléfono a nuevos abonados. Estaría muy bien en lugar de bien si no se olvidaran de nuevo –y van…- de los abonados fieles que quieran más abonos o cambiar los suyos para San Isidro. (Tampoco en la renovación normal hay Días de Mejora para el Abonado)
Dan la impresión de que les importa un pito el cliente por el trato que les dan. Y ni en tiempos de crisis, ni viendo en que cada feria que pasa hay menos abonados, ni la Biblia en pasta. Ellos a su rutina, a que les aprueba la Comunidad todo y a seguir ganando su dinero aunque cada día sea menos. Le da igual (¿). Es la apoteosis de la mediocridad.
Si no, vean los carteles. ¿No se puede hacer mejor una feria de cuatro días aunque sea en otoño?, Ya no pedimos las figuras, pero creen un poco más de ilusión por favor.
Ellos no tienen ninguna, a la vista está, y menor los paganinis viendo, por ejemplo, a Finito y a Uceda Leal. ¿Esta es la regeneración del espectáculo y la obligada renovación de toreros, ya imprescindible?.
Respetos para Finito, que tuvo en la mano de su mano izquierda, extraordinaria, ser figura pero le faltó motor, ambición y continuidad. Aunque cuaje un toro, ya no atrae ni ilusiona a la masa.
Y de Uceda, ¿qué decir?. Disfrutamos con su espada, muy buena, con su gran estampa de torero, con su voluntad de seguir. Pero no más. Ya no. Hay muchísimos nombres que merecen las oportunidades que él desperdició. Y en San Isidro sí que cortó una oreja (José Luis Pereda-La Dehesilla) pero en su segunda tarde el petardazo fue grande ante los victorinos, que ninguno de los suyos fue alimaña. Taurodelta premia esto.
Miguel Abellán ha hecho una temporada increíble para lo que se esperaba de él, pero no ha toreado muchas (siempre dando la cara, eso sí) ni parece –me gustaría equivocarme, y me mojo y lo escribo antes- torero de seis toros- cualidad que está reservada para poquísimos toreros. Antes, cuando la lógica y el sentido común imperaban (hechos trizos ahora) las corridas de único espada (antes que los analfabetos del diccionario se empeñaran en llamarles encerronas) eran a final de temporada para rematar un año increíble, como la de Perera en el 2008, o para honrar algún acontecimiento o efemérides o para una gran labor benéfica, caso que no se da en esta de único espada en otoño. Le deseo que triunfe y que piense que, de los últimos bastantes años, triunfar triunfar triunfar (y lo escribo 3 veces) sólo lo he visto a Paco Camino, en el lejano ayer, y a Joselito, según él, el verdadero.
Ese cartel habría quedado de perlas, y de justicia, con Eugenio de Mora y Pepe Moral. Ahora es el momento. Decía un profesor mío y lo repetía muchas veces que “no hay como hacer las cosas a su tiempo”. Ahora están con el celo del triunfo y merecían una corrida adecuada para no devolver lo conseguido. Hay mayoría de aficionados, ausentes del verano, que querían verlos. Muy bien la novillada en toros y toreros, lo que es un buen comienzo de feria. Y los toros de las demás, pues lo que hay de la parte de arriba. Y positivo que den la cara Fandiño y Luque, éste en la temporada de su despegue.
Eugenio de Mora y Pepe Moral pensarán en una taurodeltada, lo mismo que los abonados viendo en los carteles a Finito y Uceda, que ya cubrieron su ciclo taurino. O eso, o venir a reventar…¿A que no?
Tauro-otoñada del 2014. Agridulce. Taurodelta no cambia.
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