la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 21 de febrero de 2015

Continúan los dimes y diretes por el conflicto sevillano / por J. A. del Moral



Morante exigió que la empresa le pidiera excusas. Se las dieron. Y luego se pusieron a negociar.

Continúan los dimes y diretes por el conflito sevillano
  • El Juli no quería comparecer en La Maestranza de ninguna manera por saber de sobra que tal como está toreando últimamente, los sevillanos no le iban a pasar ni una…
  • Alejandro Talavante por sentirse no suficientemente valorado cuando le ofrecieron una corrida y luego dos más. Se había calentado en compañía de Morante. Ambos apoderados por los mexicanos. Mira por donde…

Una vez pasado el tormentón que ha caído sobre la próxima feria de Sevilla, empiezan a surgir versiones varias más o menos fidedignas que enturbian aún más la situación en la que ha quedado el toreo tras la deserción de cuatro de las cinco figuras que hicieron lo mismo el año pasado. Cada cual con su particular historia, cada cual con su excusa, cada cual con sus intereses particulares más o menos confesables… porque al coincidir en no querer torear en Sevilla, quizá sin quererlo se han visto juntos otra vez y por eso ahora cada uno cuenta su feria según no le va a ir en ella. Y es que les ha vuelto a atropellar en tranvía, han vuelto a quedar como la chata y ahora intentan salvarse de la quema porque la reacción de la mayoría de los aficionados es de grave enojo con los toreros que han renunciado.

Y en el fondo de todo, la Real Maestranza como dicen los que defienden a los toreros que les pagan para que digan lo que les más conviene y a la pretendiente empresa azteca, por lo mismo. la Real Maestranza, dicen pues y digo yo también, es la que más dinero se lleva de los espectáculos taurinos que ofrecen en su plaza de toros. Como siempre fue desde que se vienen celebrando corridas en su Real Plaza. Y de ahí el valor entendido y propagado de lo que en Sevilla ganan toreros y ganaderos que es bastante menos que en otras plazas de primerísima categoría. Y eso, precisamente eso, es lo que muchos quieren que acabe y el fondo de los fondos del problema.

Como tantas veces suelo hacer para mi desgracia o para mi suerte, tengo que referirme al dinero de las figuras en la Maestranza de hace varias décadas para compararlo con lo que actualmente suscita tantos resquemores cada vez que surge el problema. Uno ha vivido mucho y ha escuchado más a no pocas grandes figuras desde mi primera juventud y entre ellos, sobre todo, a mi gran y muy admirado amigo, Antonio Ordóñez, que fue de los pocos que, sin ser sevillanos, más cartel tuvo en la Maestranza a lo largo de su historia. Pues bien, siempre que surgió la conversación sobre lo que ganaba Ordóñez por torear en Sevilla, el mismo maestro siempre me dijo que bastante menos que en Madrid… Igual que ahora, digo yo. Pero jamás lo dijo Ordóñez quejándose, sino comprendiéndolo… Tampoco escuché nunca a José María Manzanares padre quejarse de lo poco que ganaba en Sevilla. Ni a ninguno más hasta que llegaron los de ahora, algunos de ellos con más dinero amasado en su carrera – millonarios podridos – que ninguno de los de entonces, salvo el caso del que todavía nadie ha tenido más cartel durante tanto tiempo y toreando más corridas cada temporada, Manuel Benítez El Cordobés. Ni de lejos el caso de quien seguro que muchos estarán pensando al leerme, José Tomás. Por cierto, el primero que dejó de torear en Sevilla porque no le pagaban la enormidad que quería… Como tampoco es el caso de Curro Romero que en Sevilla ganó mucho más dinero durante los años que peor estuvo en su vida a cuenta del currismo, fenómeno del que Romero gozó en sus postreras temporadas. ¿Saben gracias a quien? A Pedro Balañá. Pero bueno, sea como fuere, de José Tomás partieron las airadas quejas de sus adoradores y las negativas del torero a torear en Sevilla por el maldito parné. Y del galapagarino partieron las quejas de los “julis” and comandita. Como también ese funesto y envidiado plan de torear lo menos posible al mayor precio posible y con el menor riesgo posible. Plan que a quien más ha vuelto loco es precisamente a El Juli, su más grande admirador…
Y dicho esto por delante, vayamos con las excusas y/o los motivos de cada uno según sus propagandistas porque los interesados, salvo el siempre ingenuo Talavante, no han dicho ni pío.

Morante exigió que la empresa le pidiera excusas. Se las dieron. Y luego se pusieron a negociar. Tres corridas en principio con la del Domingo de Resurrección incluida. Pidió que en una de ellas fuera por delante Rivera Ordóñez que ya estaba colocado en la del sábado de farolillos sin que la empresa accediera. Le ofrecieron dos corridas más (cinco en total) y tardó en contestar casi un mes, dejando parada la confección de la feria hasta que finalmente dijo que no actuaría.

Ya había dicho lo mismo Alejandro Talavante por sentirse no suficientemente valorado cuando le ofrecieron una corrida y luego dos más. Se había calentado en compañía de Morante. Ambos apoderados por los mexicanos. Mira por donde…

Miguel Ángel Perera dijo que no quería torear en Sevilla este año y, aunque la empresa habló con su apoderado, fue lo que tuvieron que escuchar. Sin mayores problemas. Lo que pasa es que como sus colegas del motín 2014 lo han repetido en el 2015, teme que le metan en la misma canasta. ¿O no?

Y ahora llega el turno de El Juli. Negociaron para a la postre decir que no. Hay dos versiones de los motivos de su negativa. La que aduce el enojo del torero con los empresarios por haber llamado a Manzanares antes que a él por creer El Juli que tenia derecho a ser el primero por haber triunfado grandemente en su penúltima tarde en Sevilla hace tres años y ser herido muy gravemente en la segunda. Celos sin sentido porque, quiera o no quiera don Julián, ahora mismo quien más fuerza tiene en Sevilla es precisamente José María Manzanares por sus repetidos y enormes triunfos en la Maestranza.

la otra versión, para mi la más fidedigna, es que El Juli nunca quiso torear en Sevilla este año contra lo que le aconsejaba su nuevo apoderado, Luis Manuel Lozano. ¿En qué cabeza cabe que un Lozano iba a pensar lo mismo que su nuevo torero? Ya escribí hace dos días que El Juli no quería comparecer en La Maestranza de ninguna manera por saber de sobra que tal como está toreando últimamente, los sevillanos no le iban a pasar ni una…

Lo de echar la culpa a Manzanares y algunos también a su apoderado, Antonio Matilla, es la enésima demostración de que otros poderes taurinos y sus adláteres en los medios quieren separarlos y, si no lo consiguen, cargarse a los dos. Y como no lo han conseguido ni lo conseguirán, muchos no cesan en su campaña contra el joven gran torero y en echar pestes sobre su mentor. Van listos… Uno que ahora siempre le pone mal, babeaba cuando le apoderaban quienes le mandan…

No hay comentarios:

Publicar un comentario