El señor García Garrido, empresario de Las Ventas, manifestó en su día la citada complejidad para elaborar esos carteles, pero más complicado ha de ser si de los 74 diestros que forman parte hay 5 a los que se les asignan tres tardes y otro para el que tiene reservadas la empresa nada menos que cuatro corridas. No se puede alegar que esto es lo que quiere el público, o a más decir, los abonados. Al ser la más larga y más importante feria taurina, San Isidro debiera conformar un amplio abanico en el que cupieran muchos toreros valiosos, tanto veteranos como emergentes. La programación resultaría mucho más equilibrada y más al gusto de todos si, en lo posible, se asignaran dos tardes a cada matador de los 30 primeros del escalafón de la temporada anterior, de manera que quedaran 28 a elegir entre lo más interesante del resto de espadas, a los que se asignaría, en principio, una única actuación. También sería deseable reinstaurar una corrida de triunfadores que añadiría una corrida más a quienes lo merecieran.
En la programación de este año, sin embargo, se ha optado por lo siguiente:
– 1 torero con 4 corridas
– 5 toreros con 3 corridas
– 11 toreros con 2 corridas
– 33 toreros con 1 corrida.
No parece un reparto muy razonable, pero esta ha sido la decisión de la empresa madrileña que deja fuera a un puñado de artistas merecedores de figurar en un ciclo tan importante. Tampoco se entiende que la corrida de Victorinos sea un mano a mano, cerrando el paso a otro diestro más.
En cuanto a los hierros comprometidos, son 33 en total. Solo repiten 6 ganaderías.
En resumen, un planteamiento que ha dado mucho que hablar y ha generado descontento ante la ausencia de toreros con suficientes merecimientos para hacer el paseíllo en esta primera programación del año en la primera plaza del mundo.
Seguramente, en desagravio, la empresa de las Ventas ha organizado para finales de este mes de abril una corrida como anticipo a la Feria, con espadas que debieran estar en San Isidro y que quizá en su día fueron puestos sobre la mesa de negociación. ¿Es una corrida de consolación? Tal vez, pero, en cualquier caso, al no tratarse de una corrida de Feria, ésta del día 28 de abril carece en principio del tradicional ambiente que la acompañe. Pero en este caso… el cartel posee sobrado interés para que las Ventas registre una buena entrada.
Se lidiarán reses de Araúz de Robles, la ya centenaria ganadería que pasta en plena Sierra Morena. Toros hechos de la alquimia de diferentes encastes y que por ello pueden adoptar comportamientos muy dispares, aún cuando acostumbra a predominar en todo el respeto a su seria presencia. Un hierro que despierta ilusión en el aficionado madrileño, muy conocedor de su proverbial trapío.
Para lidiarlos, tres espadas de incomprensible ausencia en la cartelería de San Isidro.
Abre plaza Curro Díaz, el torero linarense, para el que huelgan las palabras elogiosas ante la rotundidad de su toreo clásico de acusada personalidad. Su trayectoria y sus trofeos arrancados a las ganaderías más temidas le hacen ocupar un lugar de preferencia en el ideario popular. Un torero irrepetible…
Como segundo espada el onubense David de Miranda con una premiada hoja de servicios en la pasada temporada. Siete años de alternativa y una figura emergente en el futuro de la Fiesta.
Cerrando la terna Juanito, el joven torero portugués, que cumplirá 24 años al día siguiente de la corrida anunciada. Un espada que es una figura en Portugal, con un toreo alegre que busca siempre llegar al tendido y al que apodera el más famoso diestro luso de las décadas 80 y 90, Víctor Méndes, recordado especialmente como extraordinario rehiletero del que algo se le pegará.
Sobre el papel no puede ser más atractivo el plantel ofrecido por toros y toreros el próximo domingo 28 de abril.
El artista gráfico Héctor de Castro ha querido plasmar el atractivo que emana a priori esta corrida, preludio de un ciclo taurino importante como es la programación de primavera de Las Ventas. El ilustrador ha realizado un trabajo a la manera de los carteles antiguos, pero aportando un toque de modernidad. Con el mismo ánimo y disposición que adivinamos en todos los integrantes del evento, allí nos citaremos para desagraviar a espadas y ganaderos que en justicia deberían estar, pero no fueron convocados, pese a sus méritos, en la Feria de San Isidro.
-En las imágenes, nuestro artista exclusivo, Héctor de Castro que, con sus obras logra que brillen mucho más nuestras retinas. Nuestra gratitud para este ser humano admirable.
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