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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 8 de junio de 2024

¿Lo de San Isidro un milagro? / por Paco Delgado


"..No debe por tanto extrañar que en la feria taurina que honra la memoria del santo madrileño el éxito sea su constante. Éxito, al menos, en cuanto a asistencia.."

¿Lo de San Isidro un milagro?

Paco Delgado
BURLADERO.- 6/6/2024 
Pese a que sigue habiendo gente y aficionados que cuestionan la fórmula, su envoltorio y todo lo que la rodea, lo bien cierto es que la feria madrileña es todo un éxito, al menos en cuanto a asistencia y repercusión, aunque tampoco hay que desdeñar lo mucho bueno habido en el ruedo.

Cuenta la leyenda que San Isidro era un labrador al que, cuando oraba o iba a misa, un ángel tomaba su arado y trabajaba sus campos por él. Y que con un golpe de su cayado hizo brotar una fuente en un lugar donde no había agua. Por eso, en ese lugar, se construyó la ermita de San Isidro. Dos hechos, el del ángel espontáneo y el del cayado prodigioso, que no le suelen suceder a cualquiera... de ahí que Isidro de Merlo y Quintana tenga aquella condición y desde hace tantos siglos se le venera y recuerda.

Tampoco hay que pensar que, por ejemplo, la jugada del ángel fue gratuita o bondad graciosa: dice su hagiografía que la intervención celestial fue en recompensa a su sacrificio y esfuerzo por sacar partido a unas tierras duras y que, pese a todo, daba gracias a Dios por permitirle intentar buscar provecho de ellas. Moraleja clara y fundamental: lo primero es el esfuerzo, la voluntad de querer hacer algo y no poner excusas para ir dejando para mañana lo que se puede hacer ahora. El trabajo es lo principal.

No debe por tanto extrañar que en la feria taurina que honra la memoria del santo madrileño el éxito sea su constante. Éxito, al menos, en cuanto a asistencia. Cuando escribo estas líneas, a falta de casi diez días para el final del abono, ya habían pasado por las gradas y tendidos de Las Ventas más de 300.000 personas. Y eso que los toros no interesan, como dicen los antitaurinos y progresistas de nuevo cuño, que no saben qué hacer e inventar para perjudicar.

Si se tiene en cuenta que durante la campaña de 2023 fueron 868.784 los espectadores que pasaron por el coso venteño a lo largo de la temporada -en la que ya hubo un incremento en la cifra de asistencia anual de cerca de 40.000 espectadores respecto al ejercicio de 2022-, las cifras de ahora indican que se puede superar lo conseguido el año pasado y lograr datos tremendos. Claro que los toros interesan, por mucho que se quiera engañar al personal.

Otro dato que habla de la importancia del serial madrileño es laboral, y en una época en la que el empleo es precario y las listas del paro no acaban de frenar su aumento, resulta que Plaza 1, la empresa gestora de Las Ventas, tiene 337 empleados en plantilla, a los que hay que sumar otros tantos en múltiples tipos de actividades de la plaza: limpieza y mantenimiento, personal de seguridad, expertos informáticos y administración... y añadir 100 personas para el servicio de terrazas, más las contratas de restauración, etcétera, lo que suma casi 700 empleos; casi como el Real Madrid (¡Hala Madrid!), cuya nómina oscila entre los 776 y los 1.000 empleados.

Y el rendimiento económico que produce permite que la rueda siga girando. Y el negocio creciendo. No es menor su incidencia en la actividad que proyecta fuera de la plaza y sólo hay que mirar cómo están los establecimientos de alrededor un día de corrida... ANOET cifra en 80 millones de euros el impacto de la feria y la Comunidad de Madrid en unos 140 durante los nueve meses que dura la temporada.

Todo esto, como lo sucedido diez siglos atrás con el labrador, no es casualidad. Es fruto de un trabajo constante y eficaz que ha conseguido que, de nuevo, el ir a los toros sea tenido como un acto social de inexcusable asistencia, al margen de que lo que se ofrezca en los carteles tenga mayor interés y contenido que la oferta de años anteriores. Lo que no se entiende muy bien es la razón por la que no se aplica esta fórmula en otras plazas y se conforman con lo que buenamente caiga. Los milagros son algo nada frecuente y sólo se producen muy de tarde en tarde y preferentemente cuando juega el Real Madrid (¡Hala Madrid!) -aunque no hay que negarle a este equipo su fe y entrega constante hasta el pitido final-. Cuando se trabaja a diario, con constancia y dedicación, los resultados llegan.

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