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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 3 de marzo de 2015

"EL TONTO NO DESCANSA": ZetaP.... ¡una eminencia en Bolivía!



Evo Morales nombra a Zapatero uno de los grandes intelectuales de Bolivia

José Luis Rodríguez Zapatero se convierte en una hueste intelectual de Bolivia, en un hito en la historia del pensamiento, en una eminencia, en todo un padre de la patria. Quien empleaba erróneamente la palabra “talante”, aquel presidente que cometió en público un sinfín de barbaridades culturales ha sido reconocido con los máximos honores políticos y académicos de la nación de Evo Morales.


1 comentario:

  1. El artículo que José María Aznar escribió en The Wall Street Journal, es la muestra redonda de un ex presidente que no ha sabido apartarse del camino ni acomodarse al nuevo papel que le ha asignado la vida. Ni respecto a su partido, ni respecto al Gobierno de España y a su presidente que, quiera o no, es su Gobierno y su presidente. Haría bien Aznar en seguir el ejemplo de su amigo George W. Bush, modelo de discreción, generosidad y elegancia, tanto en relación al presidente Obama como respecto a su partido y sus candidatos.

    No le falta razón a Aznar en el diagnóstico sobre la situación de España, que es lo que ocupa el primer tercio del artículo y se resume en su interrogación: “¿cómo es posible que en sólo unos años mi país haya pasado de ser el ‘milagro económico’ de Europa a convertirse en su ‘problema económico’?”. Pero no tiene ninguna duda luego cuando se inventa el momento en que todo se echó a perder, que fue la llegada de Zapatero a La Moncloa. Como si él no tuviera nada que ver ni con un modelo de crecimiento económico muy anterior a 2004 ni con la deriva política cainita que se instaló en la política española con su mayoría absoluta. Como si todo empezara a rodar mal desde el momento en que su mano provindecial soltó el timón.

    Pocos gobernantes han hecho más que José María Aznar por dividir primero a los españoles y luego a los europeos. Recordemos su carta de apoyo a Bush y contra la vieja Europa, identificada con Francia y Alemania, en vísperas de la guerra de Irak (publicada, como este artículo, en el mismo diario conservador, propiedad de Murdoch). Recordemos su utilización del antiterrorismo como arma antinacionalista. Sin Aznar no hubiéramos tenido Carod. Sin la arrogancia del PP en su mayoría absoluta no habría habido tripartito ni Pacto del Tinell. Sin aquellos lodos aznáricos no hubiera habido esos polvos que Aznar critica.

    Aznar alcanza las cimas del ridículo cuando hace observaciones sobre la pérdida de peso y de relevancia de España en el mundo. Pase que eche sobre Zapatero incluso las culpas de las políticas que hicieron los gobiernos del PP. Pero que le endose los cambios producidos por el desplazamiento de poder en el mundo va más allá de los pecados, que no son pocos, de Zapatero.

    Aznar tiene una memoria selectiva y frágil. Su sionismo conservador y antiárabe, sobrevenido al dejar la presidencia, le ha hecho olvidar los besos y abrazos con Arafat y las promesas arrancadas a Bush de que resolvería el tema palestino. Como su defensa de la España unitaria pretende eclipsar sus concesiones fiscales a Cataluña y el País Vasco, su catalán hablado en la intimidad o sus palabras de reconocimiento del “movimiento de liberación nacional vasco”.

    ¿Qué ha pasado con Aznar? ¿Por qué hace esas cosas tan extrañas en políticos responsables y adultos? ¿Qué le conduce a atacar sin piedad alguna a su propio país desde las páginas de un periódico extranjero?.

    Diego Barceló

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