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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 3 de agosto de 2015

Mourinho y los Gordos / por Juan Manuel Rodríguez


"...Mourinho, que es muy listo, dirigió astutamente el debate hacia un asunto que sabía de antemano que sería motivo de chanza en los corrillos futbolísticos... ¿Por qué?... Sencillo: porque ahora mismo meterse con un gordo tiene premio..."


Gordos

3 de Agosto de 2015  
Me negaba a entrar en la absurda polémica entre Montserrat Seara, la mujer de Rafa Benítez, y José Mourinho, pero, aprovechando la sequía de este 3 de agosto, y para que se vea que no rehúyo ningún debate, lo haré al fin. Quien inicia claramente las hostilidades es la esposa del entrenador del Real Madrid, y lo único que hace José Mourino es responderla. Ella dice que su marido tiene que ir por ahí "arreglando los entuertos que deja el amigo", y el entrenador del Chelsea aclara que la única vez que Benítez le sustituyó fue en el Inter de Milán, equipo al que Mou acababa de convertir ni más ni menos que en campeón de Europa. Y es exactamente así. Pero cuando uno mete inconscientemente la mano en la jaula de los leones corre el serio riesgo de que se la arranquen de un zarpazo o de un mordisco, que es lo que pasó cuando Mourinho aludió a los kilos de más del entrenador merengue.

Así que Montse se equivocó, Mourinho, como es habitual en él, se creció con el castigo pasando con la velocidad del mismísimo rayo del debate futbolístico al personal, y el único que estuvo realmente en su sitio y diplomático fue el propio Benítez, aludido por ambos "contendientes", negándose a entrar al trapo. De haberlo hecho, de haber querido seguir la broma, que es de lo en realidad se trata, Benítez podría haber dejado en fuera de juego a Mou con una respuesta por cierto muy mourinhista por ingeniosa: "No sé cómo serán las cosas en casa del señor Mourinho pero en la mía cocino yo porque resulta que mi mujer también trabaja". 

Con todo, lo que más me sorprende de esta polémica de baratillo es que aún haya quien crea que unas palabras sobre Mourinho van a pasar inadvertidas porque hayan aparecido, por ejemplo, en La Región de Ourense. De hecho, y desde el punto de vista del entrevistador, lo que ha logrado situar en el mapa al periódico ha sido la alusión que la mujer de Benítez hizo sobre el entrenador del Chelsea. Un éxito publicitario, sin duda.

Montse se equivocó y Mourinho acertó respondiendo sobre fútbol... y erró al referirse a un aspecto personal de Benítez. Por experiencia personal deduzco que si Rafa Benítez ha ganado peso es porque le gusta comer y que llevar una dieta a rajatabla se le hace insoportable. Mourinho, que es muy listo, dirigió astutamente el debate hacia un asunto que sabía de antemano que sería motivo de chanza en los corrillos futbolísticos... ¿Por qué?... Sencillo: porque ahora mismo meterse con un gordo tiene premio. Y no debería ser así. Mourinho es un dios en la Premier pero si se le hubiera ocurrido criticar a otro entrenador por su orientación sexual, el color de su piel o sus creencias religiosas no encontraría en toda Inglaterra un agujero lo bastante hondo para esconderse. Por lo demás, el comentario de Mou atufa a machismo porque reduce el papel de una mujer al de simple cocinera de su hombre, consorte silenciosa del macho alfa. Y eso, por cierto, también ha sido muy celebrado en un mundillo como el del fútbol, que, aún hoy, continúa siendo profundamente machista. Yo, por propia experiencia, siempre me pongo del lado de los gordos, y de éste en particular. Maldita la gracia.

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