ULTIMA DE LA FERIA DE ISCAR: PUERTA GRANDE PARA PADILLA Y SILVETI, FORTES SE FUE DE VACIO.

"...molinetes, rodillazos y una certera estocada le llevaron a pasear la bandera pirata con los dos apéndices ante un tendido enfervorizado. Luego, en la salida a hombros, vendría la chiquillería en multitud para acompañar al diestro que más simpatía distribuye por la geografía patria..."

PUERTA GRANDE PARA PADILLA Y SILVETI, FORTES SE FUE DE VACIO.

Santos Garcia Catalán

Entretenido resultó el último festejo de la feria de Iscar donde tan sólo dos peñajaras se prestaron para el lucimiento de los espadas actuantes; sobre todo el que sorteó Padilla, un toro que tuvo la movilidad suficiente para que el Ciclón se desquitara de los silencios de su feo y parado primero donde sólo pudo sobresalir con los rehiletes.

A este cuarto le planteó faena el jerezano desde los lances capoteros y, aunque no banderilleó, ya siguió la fiesta con la franela con el estilo propio de Padilla, que es lo que realmente pide su apasionante público. Muletazos de todos los estilos; molinetes, rodillazos y una certera estocada le llevaron a pasear la bandera pirata con los dos apéndices ante un tendido enfervorizado. Luego, en la salida a hombros, vendría la chiquillería en multitud para acompañar al diestro que más simpatía distribuye por la geografía patria.

Diego Silveti, al que apodera el empresario de Iscar (por este último año)José María Garzón, reaparecía tras un prolongado tiempo en el dique seco por culpa de una cornada en la última feria de San Marcos. No se le notó al de Guanajuato que salió con mucha disposición y firmeza para estoquear un peñajara sosaina y parado que hizo segundo al que le planteó una faena por el pitón derecho. Un astado que se quedaba corto en los viajes y echaba la cara arriba a la hora de tomar la muleta. La estocada desprendida no fue óbice para que el público pidiera el trofeo.Los lances capoteros del mexicano tuvieron enjundia.

Con el quinto, un burraco precioso de hechuras, con movilidad y manejable, el torero dinástico hizo una faena más compacta por ambos pitones que tuvo momentos de mucha calidad. No exhibe otras maneras el azteca que no sean las de pureza y ortodoxia con dosis de elegancia. La estocada, con rectitud, cayó contraria y algo trasera por lo que tuvo que utilizar el verduguillo cayendo la segunda oreja.

Jiménez Fortes, que sustituía al lesionado Ferrera, metió la mano mala en el sorteo, pues sus dos ejemplares fueron los más feos y mansos del encierro. El primero, estrecho de sienes y cómodo de cara, pero manso. El malagueño tiró de oficio y se puso en los terrenos que él suele pisar, pero no caló en los tendidos y pasó desapercibido siendo silenciada su labor tras un pinchazo hondo.

Con el que cerraba festejo, un toro colorado, feo, basto y con romana Jiménez Fortes abrevió tras machetearlo por la cara ante la imposibilidad de lucimiento alguno. Lo cazó a la tercera. Silencio en ambos.