Juan Antonio Fernández Gutiérrez, Subinspector del Cuerpo General de Policía y el Teniente Pose, de la Guardia Civil, asesinados por el FRAP.
En enero de 1971, Julio Álvarez del Vayo decide fundar en París, fruto de una escisión maoísta del oficial Partido Comunista de España, el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), que se convertirá, a partir de 1973, en un grupo armado, terrorista y asesino.
El F.R.A.P., en toda extensión criminal y terrorista.
Un malvado de coleta al descubierto.
CARLOS FERNÁNDEZ BARALLOBRE
El Correo de España / 7 Junio 2020
En 1971, un siniestro personaje llamado Julio Álvarez del Vayo, socialista de la línea de Largo Caballero, luego lo traicionaría y se pasaría a Juan Negrín, otro ladrón y siniestro personaje del partido socialista, aquel que nos llevó a la guerra civil y que saqueó el oro de las cámaras del Banco de España, atracando incluso las cajas privadas del Monte de Piedad, robando los joyas, que como oro en paño, sobre todo por lo que tenían de recuerdo sentimental, habían empeñado, con intención de recuperarlas algún día, las clases más pobres de nuestra España. Este ladrón y asesino marxista, -comisario general de Guerra-, fue el principal responsable del nombramiento de comunistas como comisarios políticos, que fueron los que acabaron de forma criminal, incluso con atroces torturas, con el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), del trotskista Andrés Nin, en la retaguardia del Frente popular, de la Barcelona de la primavera de 1937. Álvarez del Vayo dirigió personalmente el asalto a varias embajadas en Madrid, violando su extraterritorialidad, para detener a los refugiados en ellas, con la única intención de asesinarlos, como así fue.
Julio Álvarez del Vayo, fundador del F.R.A.P
A mayor abundamiento de su perversidad, este sujeto se empeñó, junto a Negrín, a mantener la guerra civil hasta el día uno de abril de 1939, tras el gran descalabro del ejército rojo, en la batalla del Ebro, de noviembre de 1938, que dejaba vista para sentencia, en favor del Ejército Nacional magistralmente dirigido por Francisco Franco, la guerra de Liberación Española, con la única y malévola intención de lograr, con su inútil resistencia, que prendiese una confrontación bélica a nivel de toda Europa.
Aquel criminal empecinamiento, llevó incluso, a que el coronel Segismundo Casado diese un golpe de estado contra Negrín y Álvarez del Vayo, llenado las calles de Madrid, en los primeros días del mes de marzo de 1939, de miles de cadáveres, tras una batalla campal entre comunistas y socialistas de Julián Besteiro, apoyados por los anarquistas de Cipriano Mera. Aquel triunfo de Casado, Besteiro y Mera, propició que el ejército rojo se rindiese y permitiese que las tropas victoriosas de Franco, -las únicas que derrotaron al comunismo en toda su historia-, entrasen en Madrid el día 28 de marzo y con la lectura del ultimo parte oficial de guerra, cuatro días después, el uno de abril, se pusiese fin a la guerra española. Álvarez del Vayo, huiría como un cobarde, exiliándose a EEUU y México, de donde sería expulsado del PSOE por su radicalismo procomunista, yéndose posteriormente a vivir a Francia.
Pues bien, en enero de 1971, decide fundar en París, fruto de una escisión maoísta del oficial Partido Comunista de España, el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), que se convertirá, a partir de 1973, en un grupo armado, terrorista y asesino. En Madrid se hacen eco de esa llamada, comenzado a militar en el incipiente FRAP, Enrique Aguilar, que se encargó de la secretaría de propaganda de la región madrileña; Esperanza Larren; Rafael Vallejo; José Luis Díaz; María del Carmen Sánchez Casas; los estudiantes Jesús Díaz, Jorge Díaz, Javier Iglesias, (padre de Pablo Iglesias), entre otros.
Su primera aparición en Madrid data de febrero de 1973, cuando promovieron una acción en el “Rastrillo” de la calle de Marqués de Viana, donde unos llamados “piquetes de defensa”. provistos de barras de hierro y armas blanca, actuaron de forma muy violenta, obligando, a un enérgico despliegue de las Fuerzas de la Policía Armada, que tuvieron que realizar algunos disparos para disolverlos, resultando herido en un brazo uno de los componentes del “piquete de defensa” al que se le ocupó un cuchillo de monte.
El primero de mayo de 1973. Juan Antonio Fernández Gutiérrez, Subinspector de segunda del Cuerpo General de Policía, moría asesinado a puñaladas en la calle del Doctor Mata, esquina a la de Santa Isabel, en las proximidades de la calle de Atocha, de Madrid. Era la primera vez en la historia de España que iba a hacer acto de presencia pública, por medio de una acción violenta y terrorista, la siniestra banda marxista comunista FRAP. (Frente Revolucionario antifascista y patriota), asesinando a un funcionario de policía.
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