Combate ganado por Gómez del Pilar a su primer albaserrada
Fue un combate épico no apto para cardíacos que nos regresó a nuestro imaginario en una época remota de míticos héroes humildes. Así se tiene que comprender también la ovación que recogió Milagroso, el otro combatiente, tras ser arrastrado y que puede que no fuese del agrado de todos, más acostumbrados a los Garcigrande.
Combate épico entre Gómez del Pilar
y un albaserrada de Escolar Gil
Jean-Charles Olvera - España
Opinión y Toros / 01 Junio 2022
Emocionante e impactante combate se vivió desde la salida de Milagroso, tercer toro de José Escolar, hasta el estoconazo final que le propinó Gómez del Pilar.
Se presentó de rodillas el diestro madrileño para recibir al albaserrada a portagayola que, como buen pegajoso, volteó directo a por el capote del valiente y dio un salto que evitó milagrosamente una herida al torero. El toro tenía el mismo peligro sordo de sus hermanos, exigiendo seriedad y serenidad. Fue también el único de la tarde que permitía hilvanar pases firmes, algo que el matador comprendió y que le permitió poco a poco tomar confianza.
Cargó la suerte Gómez del Pilar sin inmutarse, aunque le mirase fijamente el cárdeno. Presentó muleta a cuerpo limpio y sin ningún artífice, metiéndose en los terrenos complicados del toro y de la verdad. Se jugó literalmente la vida frente a tanta dificultad que resolver, acabando el diestro por mandar en esta pelea trágica, en ruedo transformado por momentos en cuadrilátero. Rompió definitivamente con tres naturales largos que pusieron piel de gallina y que fueron jaleados con fuerza desde los tendidos más cercanos. Frente a tanta autenticidad con la zurda, Milagroso se fue directo al torero en el 4º pase, propinándole una espectacular voltereta afortunadamente sin consecuencias. Se levantó el torero medio groggy y el cárdeno subyugado por tanta casta, decidió abandonar el combate por KO, rajándose este Escolar Gil yendo directo a su querencia en tablas, como pidiendo que le tiren por fin la toalla.
Así le señaló un Gómez del Pilar exhausto y adolorido yéndose a buscar la espada con la cual remató faena con una estocada certera. Obtuvo una clamorosa petición de oreja que hasta el palco no dudó en dársela rápidamente. Un trofeo de peso.
Fue un combate épico no apto para cardíacos que nos regresó a nuestro imaginario en una época remota de míticos héroes humildes. Así se tiene que comprender también la ovación que recogió Milagroso, el otro combatiente, tras ser arrastrado y que puede que no fuese del agrado de todos, más acostumbrados a los Garcigrande. Guste o no la exigencia absoluta que imponen estos albaserradas, siempre habrá un público afín a estos combates de verdad y no a la danza con borregos, y una afición fiel que seguirá este tipo de ganadería, muy lejos del aburrimiento pesado y desastre ganadero que sufrimos en tantas otras tardes en este mismo coso.
Al último de la corrida, Gómez del Pilar se fue nuevamente a portagayola a por todas, pero sin la misma suerte. Fue prendido en el glúteo izquierdo con 20 centímetros de cornada que contusionó el nervio ciático y la femoral, siendo transportado a un hospital capitalino con pronóstico grave. Una lástima pues tenía la afición entregada.
Fue una muy digna actuación como también la tuvieron, con menos suerte y matices, sus dos compañeros, Octavio Chacón (necesita rectificar el reiterado problema que tuvo con la cruceta) y Alberto Lamelas, serios, que lidiaron con mucho oficio lotes de toros pegajosos, tobilleros y de cortas embestidas.
Imposible resultó el peligrosísimo último que hirió a Gómez del Pilar y con el cual se las vio Octavio Chacón sin perder papeles, al que, eso sí, le puso dos inmensos pares de banderillas Ángel Otero, como en su gran época, cuando banderilleaba esos toros así en Ceret. Ovación de pie para este gran torero de plata.
Gómez del Pilar se las verá nuevamente con los toros de Escolar Gil la próxima semana, Lunes de Pentecostés, en la plaza torista francesa de Vic-Fezensac, esa otra plaza de toros que acoge y reconoce estos toreros y héroes humildes, cómo lo hizo también esta tarde Las Ventas.
Y algo me suena que no será una cornada de 20 centímetros de pronóstico grave la que impedirá a Gómez del Pilar hacer ese paseíllo en ese ring galo, dar la cara y proponer un nuevo y épico combate con otro albaserrada.
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