Fortunato González (1)
Por la calle real
Diario Frontera de Mérida-Venezuela
Mérida. Lunes 8 de Marzo de 2010
Que el gobierno de Venezuela tenga simpatía por el ELN, la FARC, ETA, Hesvola, Irán, Libia o por cualquier exponente del fundamentalismo en sus diversas manifestaciones es absolutamente falso. Eso lo sabemos todos los venezolanos, de manera que si Zapatero y Moratinos quieren saber la verdad les basta con preguntar a cualquier persona del común que no sea totalmente desprevenido. ¡Mentiras! ¿Será que a Zapatero y a Moratinos les dieron “burundanga” imperialista?
Nunca por la boca de nuestro presidente ha salido una palabra ni en público ni en privado sobre la tesis de que el ELN y la FARC son grupos beligerantes de naturaleza política ¡Jamás! Jamás le ha dado apoyo ni logístico, ni en armas, ni en pertrechos a ningún grupo guerrillero mucho menos al ELN ni a la FARC, ni a ETA, ni a Hesvola y si no que lo diga Ramón Rodríguez Chacín. Siempre ha sostenido que son unos desalmados asesinos que cometen crímenes de lesa humanidad, siempre ha condenado sus acciones criminales, siempre ha colaborado con Colombia en su combate. Las armas que Venezuela le ha comprado a España, a Bélgica, a Rusia, a China han sido precisamente para la paz. ¿Tienen duda? ¿A quien se le ocurre que un gobierno sustentado en la ética revolucionaria pueda apoyar a quienes trafican con droga? Busquen documentos, afirmaciones verbales, videos o cualquier otro testimonio para que lo comprueben. No vayan a los archivos secretos de la CIA ni de la KGB porque no es necesario. ¡Pregúntenle a Google!
Nunca en los 11 años de la revolución bolivariana las bandas guerrilleras colombianas ni cualquier otro grupo radical como ETA han encontrado refugio en el sagrado suelo de la Patria, que por el contrario ha sido defendido de semejante violación por quien tiene el deber de resguardar la soberanía como es nuestro Ejército Nacional. Los guerrilleros que han pasado la frontera a darle mantenimiento a sus armas, a secuestrar, a matar, a saquear, a robar, a descansar, a curar sus heridas o hacer actos de contrición o a cualquier otra cosa han sido detenidos, sometidos a juicio y devueltos a Colombia presos, como les consta a los venezolanos y a los extranjeros, a tirios y troyanos, a romanos y cartagineses, a capuletos y montejos. No se entiende porqué lo duda Zapatero.
Jamás ha habido manifestaciones de apoyo a las causas radicales como las de ETA ¡No señores! Las veces que el comandante se ha entrevistado con cualquiera de los jefes o voceros de los grupos, organizaciones o países de este lote de forajidos ha sido para hablarles de la paz, de la tranquilidad, de la convivencia pacífica, del amor ¡mucho amor! Han pasado horas y horas leyendo poemas de sor Juana Inés de La Cruz, en particular aquellos versos que dicen:
“Que en mi amorosa pasiónNo fue descuido ni menguaQuitar el uso a la lenguaPor dárselo al corazón.”
Han amanecido estudiando las cartas de Teresa de Calcuta, los escritos de Gandhi, los consejos que le dio don Quijote a Sancho Panza para el buen gobierno de su Ínsula, o los que le cantó Juan Pablo II a Ernesto Cardenal en el aeropuerto de Managua. Cuando se reunieron en la isla de Margarita los obligó a confesarse, comulgar y cantar el Te Deum Laudamus y contritos lloraron a los miles de muertos que han causado con sincero arrepentimiento, contrición de corazón y propósito de enmienda. Le entregó la Espada de Bolívar a Gadafi y a Mugabe como símbolo de amor, como si hubiese sido una flor, o aquellos versos de El Chacal…!No¡ De José Martí que dicen…”Cultivo una rosa blanca...”
¡La duda ofende señor Zapatero y señor Moratinos!
Nunca por la boca de nuestro presidente ha salido una palabra ni en público ni en privado sobre la tesis de que el ELN y la FARC son grupos beligerantes de naturaleza política ¡Jamás! Jamás le ha dado apoyo ni logístico, ni en armas, ni en pertrechos a ningún grupo guerrillero mucho menos al ELN ni a la FARC, ni a ETA, ni a Hesvola y si no que lo diga Ramón Rodríguez Chacín. Siempre ha sostenido que son unos desalmados asesinos que cometen crímenes de lesa humanidad, siempre ha condenado sus acciones criminales, siempre ha colaborado con Colombia en su combate. Las armas que Venezuela le ha comprado a España, a Bélgica, a Rusia, a China han sido precisamente para la paz. ¿Tienen duda? ¿A quien se le ocurre que un gobierno sustentado en la ética revolucionaria pueda apoyar a quienes trafican con droga? Busquen documentos, afirmaciones verbales, videos o cualquier otro testimonio para que lo comprueben. No vayan a los archivos secretos de la CIA ni de la KGB porque no es necesario. ¡Pregúntenle a Google!
Nunca en los 11 años de la revolución bolivariana las bandas guerrilleras colombianas ni cualquier otro grupo radical como ETA han encontrado refugio en el sagrado suelo de la Patria, que por el contrario ha sido defendido de semejante violación por quien tiene el deber de resguardar la soberanía como es nuestro Ejército Nacional. Los guerrilleros que han pasado la frontera a darle mantenimiento a sus armas, a secuestrar, a matar, a saquear, a robar, a descansar, a curar sus heridas o hacer actos de contrición o a cualquier otra cosa han sido detenidos, sometidos a juicio y devueltos a Colombia presos, como les consta a los venezolanos y a los extranjeros, a tirios y troyanos, a romanos y cartagineses, a capuletos y montejos. No se entiende porqué lo duda Zapatero.
Jamás ha habido manifestaciones de apoyo a las causas radicales como las de ETA ¡No señores! Las veces que el comandante se ha entrevistado con cualquiera de los jefes o voceros de los grupos, organizaciones o países de este lote de forajidos ha sido para hablarles de la paz, de la tranquilidad, de la convivencia pacífica, del amor ¡mucho amor! Han pasado horas y horas leyendo poemas de sor Juana Inés de La Cruz, en particular aquellos versos que dicen:
“Que en mi amorosa pasiónNo fue descuido ni menguaQuitar el uso a la lenguaPor dárselo al corazón.”
Han amanecido estudiando las cartas de Teresa de Calcuta, los escritos de Gandhi, los consejos que le dio don Quijote a Sancho Panza para el buen gobierno de su Ínsula, o los que le cantó Juan Pablo II a Ernesto Cardenal en el aeropuerto de Managua. Cuando se reunieron en la isla de Margarita los obligó a confesarse, comulgar y cantar el Te Deum Laudamus y contritos lloraron a los miles de muertos que han causado con sincero arrepentimiento, contrición de corazón y propósito de enmienda. Le entregó la Espada de Bolívar a Gadafi y a Mugabe como símbolo de amor, como si hubiese sido una flor, o aquellos versos de El Chacal…!No¡ De José Martí que dicen…”Cultivo una rosa blanca...”
¡La duda ofende señor Zapatero y señor Moratinos!
(1)
Fortunato González, es Catedrático de Derecho de la Universidad de los Andes de Venezuela, y Director del C.I.E.P.R.O.L
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