CATALUÑA: EL PARLAMENT (O), UN CIRCO / Por Ricardo Díaz Manresa

Había una vez.............

El parlament se convirtió en circo, con tanto clítoris,

maltrato a la mujer, banderillas y espada.

Por las anécdotas y algo más los toros están

de moda en los medios periodísticos

Por lo menos no nos la vamos a encontrar en una plaza de toros

Los toros, de moda en los media por el Parlament

por Ricardo Díaz-Manresa, 09-03-2010

Están de moda. Por la locura de algunos catalanes, pero ahí. Por la polémica. Por la confrontación. Por las dos Españas de siempre. Por lo de Barcelona. Todos los argumentos, todas las páginas, todas las tertulias de la radio, todos los planos de la televisión. Lo nunca visto, oído y leído. Servirá para lo que servirá, jamás para ponernos de acuerdo. Los españoles nos entendemos poco. En esto de los toros, mucho menos. Las posturas son graníticas y alejadísimas.

Quedan cosas. Por ejemplo, nadie ha dicho dos circunstancias de los genes de la cabaña brava que son muy ilustrativos, por lo que sería un gran drama –lo que no va a ocurrir- la desaparición de esta casta.

Nace un bravo y al segundo no quiere que se le acerque nadie. Es increíble y bellísimo. Los que los hemos visto nacer en el campo, no podemos creernos que todavía tambaleantes, sin poder ponerse en pie, alcen el cuello, embistiendo, a los que se acercan. Este impulso, único en el mundo, lo vamos a perder. Este misterio extraordinario, ¿lo van a suprimir por cuatro “ciegos” con mala leche?

Y después tenemos lo fundamental, lo del ruedo. ¿Sufren o no los astados? Dicen que sí los científicos y algunos que no. Los últimos lo fundamentan en sus ganas de embestir y en su sistema nervioso. Cuando algunos antitaurinos se quejan de tanto sufrimiento, la respuesta mía es siempre la misma :

-Nunca he sido toro y no lo sé.

Déle una buena patada a un perro y verá lo que hace cuando lo vea otra vez : apartarse y huir. O torture a cualquier otro animal y ya verá su respuesta. Rechazarán la lucha en su mayor parte.

Y el toro, ¿qué? Cuanto más le dan, más quiere. Embiste, no se cansa, es ejemplo de acometividad. Lo lógico es preguntarse :

si puyas y banderillas le causan tanto dolor, ¿cómo es que no huyen y dejan de embestir y se convierten en estatuas?. Que me expliquen este otro misterio. Incluso después de tener una espada en lo alto del morrillo, no dan pruebas de dolor extremo. Eso se ve desde fuera. Lo que sientan por dentro no lo sabe nadie, salvo que los que así opinan hayan sido toros anteriormente. Alguno puede.

Y la tercera cuestión, dicha pero no suficientemente, es la cantidad de muertos que dejarían los antitaurinos. Todos los grandes pintores, escultores, escritores –de prosa y poesía-, escultores quedarían muertos. Borrarían del mapa a muchos genios. Pueden hacer lo de la Memoria Histórica del Toro :

destruir todas las grandísimas obras artísticas taurinas que hay en el mundo.

Que algún loco, de los que ahora hay muchos en España dedicados a la política, lleve al Parlamento esa Memoria Histórica del Toro. Que busquen libros, esculturas y pinturas taurinas y las destruyan, como están haciendo con la historia y las creencias de la Iglesia Católica y también el régimen político anterior. Todo historia y cultura, buena y alguna mala, pero Historia que tenemos que conservar para repetir o rectificar.

De los debates nos queda la mirada torva y turbia de Anselmi, al argentinito de la ILP . Las explicaciones, que causan risa o irritación, de la comparación del clítoris o el maltrato a la mujer y, por otra parte, de un señor gordo que, provisto de banderillas y muleta, por lo que parecía un modo de espadas ( ya tiene un puesto de trabajo para el futuro si lo echan por retrasado del que tiene), decía que dolían mucho. Su piel y la de los toros son diferentes. ¿Acaso lo han banderilleado y estoqueado alguna vez?

Señor obeso :

¿ha pensado alguna vez en lo que deben doler los cuernos cuando salen?. Tampoco lo sé. Usted no lo sabrá, supongo. Suprima también los toros con cuernos.

Por las calles de Cataluña hay muchos carrebous, con cuernos naturalmente. ¿Les ha preguntado que si lo que les hacen es peor que puyas y banderillas?. Anímese, haga una estadística y nos la trae al Parlament (o). ¿Parlament o circo?

Como comprobarán, muchas idioteces, poca política, mucho sentimentalismo y falta de sentido común de los antis, que siempre se ha dicho que es el menos común de todos los sentidos.

Qué elenco!.. A estos sí los vamos a encontrar

El banderillero...

El matador...

FUENTE: AVANCE TAURINO.COM