José Ramón Márquez
Domingo 4 de Julio de 2010
La corrida que vino a sustituir la de Adolfo, que a su vez fue sustituida por la del Marqués de Domecq, se ha dado hoy en Las Ventas para sustituir a la de Juan Manuel Criado.
Un galimatías es esto con tantas sustituciones. Los que nos las prometíamos tan felices con el cambio, visto como salió la del día 1 de mayo cuando los Guardiolas sustituyeron a la de Adelaida Rodríguez, el desenlace de la tarde ha sido un jarro de agua fría.
Donde los Villamartas de mayo pusieron seriedad, estos de hoy han puesto blandura supina; donde los de mayo pusieron exigencia de toro encastado, estos de hoy han puesto bobaliconería y descaste.
Los toreros han estado como se esperaba. Cortés en su primero hizo algunas monerías amagando sin dar, como suele, y a su segundo lo mató a la última. Posada dio la impresión de ser un aficionado práctico aventajado más que un matador de alternativa. Ahora lo lleva Luis Álvarez, pero no parece que ni en sus manos Ambel vaya a traernos el maná del buen toreo.
El getafense Javier Cortés viene bien arropado por la gente, que se ve que le quieren. Hay quienes dicen que les recuerda a Pepín Jiménez. Debe ser porque Pepín era maestro y la hermana de Javier, Gema, también lo es, porque yo no veo el parecido entre el murciano y el de Getafe ni por el forro. Tiene buena clase, pero no se decide a dar el paso adelante. En su segundo estuvo voluntarioso -como se decía antiguamente-, pero debe darse cuenta de que el toreo caro se hace ganándole el sitio al toro.
Ninguno de los tres espadas quiso tocar a los toros a la media distancia y les ahogaron en ese batiburrillo de medios pases, o de cuartos de pase, que es moneda común. Mañana los del puchero echarán la culpa a los toros, pero me cabe la duda de si esos mismos toros frente a otro -aunque sea July, ¡valgame Dios!- habrían sido tan parados, tan sosos y tan aburridos.
Con los palos ese buen peón que es Fernando Téllez estuvo sobrado.
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