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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 16 de julio de 2015

HACE HOY 803 AÑOS: En las Navas de Tolosa cayó el islam.

El rey navarro Sancho 'El Fuerte' en el momento determinante de la batalla, el asalto del palenque del comandante almohade Miramamolin.














La batalla de las Navas de Tolosa es un hito en la historia de España y de Europa. La victoria cristiana acabó definitivamente con la posibilidad de una reconquista islámica y con los feroces almohades.


HACE HOY 803 AÑOS, EL 16 DE JULIO 1212
En las Navas de Tolosa cayó el islam
  • La victoria de las Navas de Tolosa alejó definitivamente el peligro de una reconquista islámica de los reinos cristianos de España y de Europa,

Jueves, 16. Julio 2015
Dice André Malraux en La Esperanza que "no hay cincuenta maneras de combatir; solo hay una, vencer". Eso es lo que hace hoy 803 años sucedió en las Navas de Tolosa. La victoria cristiana con la que se inicia el definitivo e imparable declive del poder del Islam en España. El 16 de julio de 1212 se libró en los llanos o navas que hay entre las actuales Santa Elena y Miranda del Rey, en la planicie rodeada de altozanos que hay a 5 Km de Santa Elena, la localidad más al norte de la provincia de Jaén, junto a Despeñaperros, la batalla de las Navas de Tolosa. Era la frontera de moros y cristianos desde hacía más de tres siglos, entonces conocida como el Muradal.

Allí se enfrentaron las fuerzas del imperio almohade integradas por tropas bereberes, saharianas y andalusíes, contra los ejércitos de los reyes de Castilla, Navarra y Aragón más un contingente de cruzados procedentes de Francia y de otros lugares de Europa que acudieron a la llamada del Papa Inocencio III que, junto al arzobispo de Toledo y el rey castellano Alfonso VIII, comenzaron a planificar la Cruzada 17 años antes, tras la terrible derrota del ejército de Castilla en Alarcos que llevó la frontera de Al-Ándalus hasta los Montes de Toledo. La victoria en las Navas de Tolosa cambió definitivamente el signo de la Reconquista, pues a partir de entonces los musulmanes se batieron siempre a la defensiva y en retirada y jamás recuperaron el terreno que desde las Navas de Tolosa fueron perdiendo inexorablemente.

Al amanecer del 16 de julio de 1212 el ejérecito cristiano estaba desplegado y en orden de combate. La vanguadia castellana la mandana el vizcaíno Diego López de Haro, los aragoneses bajo el mando del rey Pedro II, y los navarros comandados por su rey, Sancho el Fuerte. Formaban también, por cuenta propia y a titulo personal, algunos caballeros leoneses debido a que su rey, Alfonso IX, continuaba enemistado con el rey de Castilla, Alfonso VIII. Frente a ellos formaban los mejores soldados del islam, que en todo momento buscaron el cuerpo a cuerpo para aprovechar su superioridad numérica respecto a los cristianos.

El momento determinante de la batalla fue el que pasó a la historia como "la carga de los tres reyes" que atravesó como un tsunami el campo de batalla hasta llegar a la jaima del jefe musulmán, Miramamolín. Fue el titánico rey navarro Sancho el Fuerte ( medía más de dos metros ) el primero en cruzar la ampalizada y en romper las cadenas que protegían a Miramamolín, acabando con el último reducto de la, hasta entonces, imbatible guardia negra musulmana y de los guerreros encadenados que al precio de su vida tenían la misión de defender a Al-Nasir. En esa carga ganó Navarra las cadenas que conforman el escudo del Viejo Reino. La victoria de las Navas de Tolosa alejó definitivamente el peligro de una reconquista islámica de los reinos cristianos de España y de Europa, contribuyó a la caída del imperio almohade e influyó en la unión definitiva de Castilla y León con Fernando III, heredero del leonés Alfonso IX y de Berenguela, la hija de Alfonso VIII de Castilla, conocido desde entonces como Alfonso "el de las Navas".

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