"...otra nota diferenciadora más con respecto al Real Madrid, que acaba de ser elegido el club deportivo más valioso del mundo y el más transparente de España. Un imputado jamás habría ganado las elecciones del club blanco..."
Victoria por KO del imputado sobre el secesionista
20 de Julio de 2015
Victoria por KO técnico en el primer asalto del imputado Josep María Bartomeu que, como diría mi buen amigo Jaime Ugarte, condujo con cierta brusquedad a la "habitación del sueño" al secesionista-extremista Joan Laporta, más conocido como Kid Lona. No es en modo alguno baladí el matiz de "extremista" aplicado a Laporta puesto que todos los candidatos a la presidencia del Barça, desde el ganador hasta el perdedor pasando por los dos irrelevantes, firmaron antes de las elecciones un manifiesto promovido por la Asamblea Nacional Catalana y Òmninum Cultural suscribiendo de principio a fin la hoja de ruta cuya línea de meta se cruzará con la independencia del "país pequeñito de ahí arriba", en palabras del gurú Pep Guardiola.
Ya fuera por convicción o por simple cobardía, Freixa y Benedito estuvieron también de acuerdo con la línea independentista impuesta por Laporta y seguida, cual corderito, por Bartomeu. Ninguno tuvo el coraje de diferenciarse del resto diciendo algo tan simple y tan cabal como que el Barça es un club catalán, sí, pero también es español, y si no dieron ese paso es porque creyeron (y acertadamente además, lo que resulta profundamente desolador) que un pronunciamiento así les causaría un importante roto electoral. Ni Freixa ni Benedito, que arrancaban la carrera desde muy atrás, tuvieron los bemoles de poner a los favoritos en su sitio. Y, al final, por mucho que mintiera troceando presuntamente el contrato de Neymar, por mucho que tenga al club en los Juzgados y por mucho que la FIFA les impida fichar hasta 2016 por saltarse a la torera la normativa de los menores de edad, ganó el que tenía más recientes los éxitos deportivos. Así de triste.
Así que el imputado e independentista light, que cuando convocó las elecciones tenía un aspecto peor que el de muchos cadáveres de una semana, acabó imponiéndose al secesionista extremista, que incluyó de nuevo en su equipo electoral a Joan Oliver, ese hombre de las cavernas que dijo aquello de que los españoles éramos unos chorizos por el simple hecho de serlo. Reconozco que, desde el punto de vista de un culé normal, el panorama era desolador, pero al final los socios tienen lo que querían. Es ésta, por cierto, otra nota diferenciadora más con respecto al Real Madrid, que acaba de ser elegido el club deportivo más valioso del mundo y el más transparente de España. Un imputado jamás habría ganado las elecciones del club blanco. Y, aunque es metafísicamente imposible que un secesionista fuera candidato a presidir el Madrid, a un independentista le habrían corrido a gorrazos Castellana abajo. Pero es que el Real es sólo un club de fútbol, nada más que un club de fútbol.
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