1ª de Maracaibo: Escríbano una oreja y Califa pierde un triunfo por la espada / por: Jorge Cepeda.

Solitaria oreja en Maracaibo logra Manuel Escribano. 

Foto: J Cepeda

Jorge Cepeda

Maracaibo, 14/11/2015.-
Con un cuarto de entrada se inició el ciclo taurino de la internacional feria de La Chiquinquirá en la ciudad de Maracaibo donde se lidiaron cuatro toros de Rancho Grande y dos de La Consolaciòn (4 y 5). Terciada la corrida. El primero se dejó, segundo pequeño, manso y peligroso . Tercero vuelta a los despojos. Cuarto, poca fuerza, de El Prado. Quinto, descastado y sexto, sin raza y distraído.

Actuaron los diestros Manuel Escribano (oreja y palmas), Esaú Fernández (tres avisos y silencio),el Califa de Aragua (palmas tras aviso y silencio).

Escribano recibió bien a su primero con la capa: verónicas suaves y templadas y con media en el centro del anillo. Con la muleta en los medios con un cambiado ante toro distraído y de poco empuje . Invitó al Califa de Aragua a colocar banderillas donde se lucieron en ese tercio. Su faena fue en los medios tratando de calentar al soberano y con su entrega le robó lo poco que tenía el de Rancho Grande hasta recibir una voltereta. Con estocada arriba lo despachó para revivir palmas a su labor y una oreja.

Con su segundo Escribano se lució en banderillas dejando tres pares en todo lo alto. Con la muleta el toro que llevó la cara alta y no se entregó pese a la voluntad del espada español; de estocada entera lo despachó para oír palmas.

Esaú Fernández a su primero: un toro chico, no lo sujetó por sus extrañas arrancadas donde a la muleta le llegó con poco fuerza y defendiéndose; Esaú tuvo que abreviar con varios pinchazos hasta oír los tres avisos y lo apuntillaron en el ruedo.

En su segundo toro, el sevillano estuvo muy entregado con la capa y con muleta poco le hizo; compuso figura pero no hubo continuidad en la faena; despachó de estocada trasera para silenciar su labor.

El Califa de Aragua estuvo bien con un quite con afarolados y devolvió a Escribano el tercio de banderillas donde ambos estuvieron bien. A la muleta lo sometió con doblones y con mucha entrega; le dio templados derechazos para que el toro se le entregara y aprovechó las buenas embestidas; lució con naturales largos y de mando; fue una pena que estuvo errado con la toledana por lo que oyó un aviso y al toro vuelta a sus despojos.

Con el último estuvo muy entregado ante un toro de cortas embestidas y con las ganas de estar bien le dieron la música ante toro que no ofreció garantía por lo que abrevió con media y entera.