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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 24 de julio de 2020

Por fin, despertaron / por Pla Ventura


Recordamos las palabras del gordito de Cultura que afirmó que los toreros tendrían los mismos derechos que el resto de los artistas, mentira cruel como todas las que proclama el indecente de Pedro Sánchez. Uribe, el ministro citado, se trata de un pobre diablo asalariado por el guapo de turno que, el pobre dice lo que le ordenan, todo muy al estilo del socialismo o comunismo que, pobre del que diga lo contrario

 Por fin, despertaron
Pla Ventura
Toros de Lidia / 24 julio, 2020
Los aficionados nos hemos sentido estos días tremendamente orgullosos de todo el colectivo taurino que, de una vez por todas despertaron de su letargo y han tenido los cojones de manifestarse en Madrid frente al Ministerio de Trabajo y calles adyacentes, sencillamente para reclamar lo que en justicia les corresponde y que el maldito gobierno les ha negado.


Recordamos las palabras del gordito de Cultura que afirmó que los toreros tendrían los mismos derechos que el resto de los artistas, mentira cruel como todas las que proclama el indecente de Pedro Sánchez. Uribe, el ministro citado, se trata de un pobre diablo asalariado por el guapo de turno que, el pobre dice lo que le ordenan, todo muy al estilo del socialismo o comunismo que, pobre del que diga lo contrario.

Por cierto, hablando de socialismo o comunismo, os invito a todos a que leáis LA HISTORIA DEL SOCIALISMO, una obra maestra de Jano García en lo que nos explica la historia de los grandes líderes socialistas, criminales todos ellos que, sin duda alguna dejaban a los dictadores militares a la altura del betún, dicho de forma coloquial. Allende, Guevara, Castro, Lenin…todo un elenco de criminales que, engañando, mintiendo llegaron al poder para, al final, matar a los que pensaban de otro modo.

Los socialistas de ahora en nuestra España no matan con el gatillo porque estaría mal visto; pero sí tienen otras formas de matar, -con el  hambre- especialmente la que se ha ejercido contra los toreros de nuestro país que, engañados de forma vil por el ministro antes citado, hartos de humillaciones han salido a la calles de Madrid para pedir la dimisión de la ministra de trabajo, otra asalariada por el “politburó español” que sigue las órdenes de sus amos que no son otros que, el guapo de turno y el coleta apestoso, el que decía que todos los comunistas tenían que vivir en un piso de cuarenta metros para dar ejemplo a sus homónimos y, casualidades del destino, el muy farsante deja a todos sus correligionarios en la cuneta, se compra una mansión y, si te he visto no me acuerdo. Sin duda alguna que, si en las próximas elecciones, dicho tipo, saca más de una docena de votos sería cuestión de saber los nombres para encarcelarlos a todos.

Me cabe el horror de pensar que nuestros asalariados del mundo del toro no lograrán nada pero, sin duda alguna, se llevarán para siempre el respeto de la afición, su admiración por tan digna causa por la que han luchado que, en realidad, no es otra que pedir el trozo de pan que en verdad les corresponde. Pese a todo, démosle gracias a Dios que en España, con todas nuestras miserias, no está gobernada por Salvador Allende, Castro o el propio Ché Guevara puesto que, a estas horas, los toreros manifestantes todos estarían fusilados y, los que les defendemos, ya habrían dictado una orden de búsqueda y captura para aniquilarnos a todos.

Nos queda rezar para que, al final, quiera Dios, aunque sea de forma muy recóndita, alguien, en el gobierno tenga dos dedos de luces y piense que, los manifestantes taurinos son seres humanos de carne y hueso, como usted, como yo; personas que se han pasado la vida pagando sus impuestos y, ahora, por un mal lance del destino, el cruel gobierno que todos pagamos les deja a todos en la cuneta. Por dichas razones, los toreros, por ser españoles, por pagar impuestos, por ser gentes de bien, merecen ser atendidos como el resto de nuestros compatriotas que han perdido su puesto de trabajo por culpa de la pandemia y, en gran medida, por la maldición que supone tener un gobierno de izquierdas que, repito, como la historia nos ha demostrado, en todos los países del mundo donde ha gobernado la criminal izquierda solo han hecho eso, enriquecerse y matar a millones de compatriotas que no pensaban como ellos. ¿O acordáis de MAO en China? Uno de los grandes criminales que ha dado la historia. Tras lo contado, como decía, démosle gracias a Dios que estas gentuzas no les han dado por coger las armas.

No puedo olvidarme de todas las figuras del toreo que, junto a sus compañeros humildes hicieron acto de presencia en Madrid en las manifestaciones aludidas, todo un gesto que les honra pero que, en definitiva, tampoco podía ser otra manera puesto que lo contrario hubiera sido una cobardía. Ovaciones para todos ellos y, como dije, para todo el colectivo que, nada tenía que perder.

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