Recordando a Manolete en el 77 aniversario de su muerte / por Rafael Comino Delgado

Como sabemos, Manuel Jiménez “Chicuelo” introdujo la Ligazón, pero Manolete fue quien la consolidó definitivamente, porque ligaba en casi todos los toros.  Decía, “Cuando el pase llega a su terminación hay que girar la pierna hasta quedar en posición de darle el siguiente, en el mismo terreno, y así sucesivamente dar todos los que se pueda”...

 Recordando a Manolete en el 77 aniversario de su muerte.

Rafael Comino Delgado

Ahora se cumplen 77 años de la muerte de Manolete en Linares, la noche del 28 al 29 de agosto de 1947. Por edad no llegué a verle torear, pero he visto prácticamente todas las filmaciones que hay de él, innumerables fotografías, y he leído muchos libros (18 sobre Manolete tengo en mi biblioteca) sobre su toreo y su personalidad, además de haber hablado con personas mayores que si llegaron a verle torear, algunos de los cuales le siguieron mucho y me contaron infinidad de cosas de él, como, por ejemplo, el que fuera empresario de la plaza de toros de Granada más de 40 años, don Luis Miranda Dávalos, muy partidario y seguidor suyo.

Manolete es, según pienso, “el padre de la tauromaquia moderna”, él que estructuró la faena tal y como hoy se hace, y aclaró muchos conceptos erróneos, que hasta entonces defendían prebostes del toreo, sin una base sólida.

Como sabemos, Manuel Jiménez “Chicuelo” introdujo la Ligazón, pero Manolete fue quien la consolidó definitivamente, porque ligaba en casi todos los toros.  Decía, “Cuando el pase llega a su terminación hay que girar la pierna hasta quedar en posición de darle el siguiente, en el mismo terreno, y así sucesivamente dar todos los que se pueda”. Y para ligar la faena hay que quedarse en el sitio, mandar mucho y ser muy valiente, y buen torero.

Belmonte (el mayor revolucionario del toreo de todos los tiempos) había acortado mucho los terrenos e introducido el temple, es decir, el arte, e iniciado el toreo en redondo, lo que también hizo Joselito. Manolete acortó más las distancias, se colocaba muy cerca y en la rectitud del toro, porque decía que pasarse al pitón contrario era una ventaja (llevaba razón) para el torero; en cambio en su rectitud daba al toro la posibilidad de embestir al torero o a la muleta, que la dejaba un poquito retrasada, y como se quedaba en el sitio ligaba la faena en todos los toros, y no solo en alguno como hizo Chicuelo. Solo adelantaba algo la muleta en los toros que no se arrancaban, pero eran pocos, dado que se colocaba muy cerca.  Gregorio Corrochano llegó a decir, “que empezaba el pase por la mitad al citar con la muleta retrasada… pero lo suplía peligrosamente toreando a cuerpo limpio, hasta que llegaba el toro a la retrasada muleta... Todo el secreto está en consentir”. También Corrochano dijo que, “En puridad no se puede torear sin cargar la suerte. Torear sin cargar la suerte no es torear”, y al respecto Domingo Ortega decía que, “Sin cargar la suerte no se puede mandar”. 

Bueno, pues Manolete habló de este tema, y puso las cosas claras como el agua, afirmando rotundamente que, “Cargar la suerte es una ventaja para el torero, puesto que se desvía más fácilmente el camino que trae el toro. Cargar la suerte, al menos yo lo creo así, es tan solo una ventaja”, y muchos años después, el maestro Paco Camino, un sabio del toreo, pero de los de verdad, teórico y práctico, apostilló, “Cargando la suerte se lleva menos a los toros. Con el compás abierto, sin cargar la suerte, se lleva al toro más largo, se expone más” . También se le criticó que no se cruzaba, pero es que cruzarse, como ya hemos dicho, es una ventaja para el torero, pues cruzado corre menos peligro, y así lo dijo Fermín Espinosa, Armillita, y mucho más reciente lo ha dicho varias veces Enrique Ponce, y muchos más.

Pepe Luís Vázquez resumió diciendo sobre Manolete: “Se colocaba cerquísima del toro, por eso descubrió una fórmula para hacer el toreo puro. Al acortar tanto las distancias recortó los pases pero ensanchó el toreo” , y Antonio Bienvenida contestó, a uno que criticaba a Manolete porque hacia siempre la misma faena, de esta forma: “Ojalá los demás fuéramos capaces de inventar una que gustase tanto, meterla en la  maleta, sacarla todas las tardes y estar lo bien  de verdad, que él está con tantos toros distintos… Perdona, pero los que nos os ponéis delante de los toros, no tenéis ni idea del mérito de Manolete” , y un caballero del toreo y de la vida, como Ángel Luís Bienvenida, diría más tarde, “Mire Ud. si el toreo tiene un Dios y una Virgen ese es Manolete”.

Una cosa que creo no se ha destacado suficiente de Manolete es que, a pesar de tener un toreo muy vertical, les echaba los engaños, capote y muleta, muy abajo a los toros. Daba una verónica muy bonita, con las manos bajas, y más bajas aun en su extraordinaria media verónica. La muleta también se le echaba muy por abajo, y daba pocos pases de pecho, pues solía terminar las series con molinetes u otros adornos, con lo cual  los toros siempre tenían que embestir más por abajo (así perdían la tendencia a derrotar y salir con la cabeza alta, si es que la tenían), y de esta forma los dominaba más.

Como persona podría hablar muchísimo de él, pero abreviaré diciendo que don Antonio Luís Aguilera ha dicho, en Plazadelalagunilla.Blogspot.com que, “Era la dignidad vestida de luces”, y yo digo, por todo lo que he visto, leído y me han contado, que “en el ruedo era el toreo, la torería y la majestuosidad vestidas de luces”, y en la calle “era la dignidad, la decencia, la caballerosidad y la hombría de bien, vistiera como vistiera”.                                          

Vamos a terminar este breve recuerdo a Manolete con unas sabias palabras de Pepín Martín Vázquez:   “Si yo te hablo de Manolo me pasaría la vida entera diciéndote cosas. Le recuerdo constantemente. Fue un hombre inmenso y un torero como no se ha conocido otro” .