El toro de Bilbao/ por Pla Ventura

 "..dentro de todo el esperpento vivido en la capital vizcaína, que Borja Jiménez haya sido el triunfador total de la feria me llena de orgullo, sencillamente porque tuvo el valor de enfrentarse a una auténtica corrida de toros.."

El toro de Bilbao

Pla Ventura

Toros de Lidia/26 agosto, 2024

Pese a mi precario estado de salud, para mi fortuna, he podido visualizar la feria de Bilbao y, una vez más, mi gozo en un pozo. ¿Qué ha pasado en dicha feria que, no hace muchos años era la admiración norteña si de toros hablamos? Nadie lo sabe y, si alguien lo sabe seguro que se lo calla por aquello de los intereses creados pero, pero la gran verdad es que el público ha desertizado en masa de dicha feria y la desdicha no pude ser mayor. Ni Roca Rey, en las dos tardes que actuó logró llenar la plaza. Sobran los comentarios. No es menos cierto que, las figuras del toreo han querido pasar de puntillas por Bilbao trayéndose el toro amaestrado que, como se comprobó, es pura basura.

¿Será la nula presentación del toro el factor determinante de que la gente haya huido de dicho coso sabedores de que no aparece el toro de antaño? Puede que eso tenga mucho de verdad, que nadie lo dude. Las ganaderías de Núñez del Cuvillo, Victoriano del Río y Daniel Ruíz, han sido puros esperpentos de lo que debe ser un toreo de lidia. Los triunfos, para las figuras, han sido casi nulos; me quedo con un toro de Núñez del Cuvillo que, sin el trapío de Bilbao, se dejó torear, mostró un punto de casta y Emilio de Justo estuvo sublime. Ni Roca Rey, pese a la oreja cortada, convenció al gentío que, para su dicha, eran todos partidarios suyos.

Ya resulta curioso, además de edificante, que el triunfador total de la feria haya sido Borja Jiménez, eso sí, con los toros encastados de Ricardo Gallardo que tanta emoción llevaron a Bilbao; de seis toros, tres fueron de auténtico lujo dentro de lo que es una corrida encastada; tres toros que le cupieron en suerte a Borja Jiménez en los que estuvo cumbre. Tres orejas en aquel mano a mano absurdo con Daniel Luque, algo que no entendió nadie, pero que el de Espartinas, una vez más conquistó a los aficionados erigiéndose, como digo, en el triunfador indiscutible de dicha feria. Menudo favor le han hecho las figuras al no querer nadie apuntarse junto a los toros de Fuente Ymbro.

Y, para finalizar, como plato fuerte, los toros de Dolores Aguirre que aportaron toda la emoción del mundo y con los que Damián Castaño dio una auténtica dimensión de valor demostrando que quiere vivir de su profesión. Oreja de pura ley que nadie discutió. Fernando Robleño pechó con un lote complicadísimo con el que poco puedo hacer. José Garrido tuvo en sus manos un toro de triunfo que, al final, no pudo lograr.

Lo dicho, ya no aparece el toro que todos soñábamos para Bilbao porque las figuras saben que, con su nombre son capaces de tapar toda carencia, justamente, la que tenían los toros reseñados que, para colmo, más que toros, resultaron borregos amaestrados con los que, por ejemplo, Enrique Ponce tuvo que despedirse su plaza querido ejerciendo e enfermero, como miles e veces ha hecho a los largo de su carrera. Un fracaso de clamor, como el de Pablo Hermoso de Mendoza que, despidiéndose de su plaza talismán, tras haber cortado dos orejas a un toro, la gran realidad es que llevó a tres mil personas a la plaza. Repito que, dentro de todo el esperpento vivido en la capital vizcaína, que Borja Jiménez haya sido el triunfador total de la feria me llena de orgullo, sencillamente porque tuvo el valor de enfrentarse a una auténtica corrida de toros.