F. J. Gómez Izquierdo
De la iglesia de San Cayetano -santo que fundó los Montes Píos y que dio nombre a aristócratas y guapos patilludos- bajan Jesús Caído y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad. Los cordobeses están en la cuesta dos horas antes de que salga la Cofradía, y el turista que se acerca con el horario de salida en la mano nota mucha presencia de género femenino. Es el Cristo de los toreros.
Enrique Ponce, Chiquilín, los viejos maestros de la provincia... nunca faltan a la cita, y el gentío imposibilita cualquier acercamiento al paso.
Un servidor no está al tanto de la Historia y Evolución de la tauromaquia, pero, al parecer, los mataderos de los siglos pasados reunían las aristocracias toreras y, como quiera que hubo un antiguo matadero junto a la iglesia conventual de San Cayetano, es por lo que se fundó una hermandad relacionada con el mundo taurino, pasándose a conocer como la de los toreros.
El hermano mayor se llama Rafael -¡cómo no!- Madueño, y es conocido mío de cuando íbamos a ver a la selección Zubizarretaica a Sevilla en un autobús que fletaban aficionados que tenían amistad con Del Nido. Antes que Rafael, fueron hermanos mayores de la cofradía Lagartijo y Manolete, entre otros...
Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad
Fuente: Blog Salmonetes ya no nos quedan
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