Rafael Roca, Paco Mora, Eduardo Altarriba y José Luis Benlloch. P.B.
El maestro Paco Mora tras dictar una lección magistral en Albacete recibe un galardón
"...Dice o escribe lo que quiere, cuando quiere y donde quiere, pero como siempre es la verdad o, al menos, su verdad, y lo hace sin ofender, nadie normal puede ponerle un pero salvo discrepar, lo cual entra dentro del debate civilizado..."
El maestro Paco Mora
Periodista de categoría especial, encastado y enrazado como pocos. De los que se arrancan de largo, galopando, pero nunca te pegará un derrote ni se te quedará en los tobillos. Siempre irá de frente, y si te pega una voltereta habrá sido por un error tuyo.
Cuando alguien muere solemos cantar y destacar las muchas virtudes que tenía el difunto, unas reales y otras atribuídas, en un ejercicio de cierta hipocresía, pero perdonable. No obstante pienso que lo que de verdad se siente y piensa se debe decir en vida, si se es sincero y con ello no se ofende a nadie.
Por eso, de don Francisco Mora yo digo que le conozco personalmente desde hace pocos años pero le leo desde hace muchos. Periodista de categoría especial, encastado y enrazado como pocos. De los que se arrancan de largo, galopando, pero nunca te pegará un derrote ni se te quedará en los tobillos. Siempre irá de frente, y si te pega una voltereta habrá sido por un error tuyo, ahora bien, si hay que poner una puya la pondrá dando la cara y en su sitio, recargando sólo lo necesario.
Dice o escribe lo que quiere, cuando quiere y donde quiere, pero como siempre es la verdad o, al menos, su verdad, y lo hace sin ofender, nadie normal puede ponerle un pero salvo discrepar, lo cual entra dentro del debate civilizado.
Su capacidad de trabajo es enorme; además de escribir en Apalusos.es, prácticamente a diario, sus crónicas y La Revolera, también tiene su página semanal, con La Espina en Aplausos impreso, por cierto de lo mejorcito de la revista; como ejemplo tienen la última, titulada “Malos tiempos para la lírica”. El tema tratado lo analiza en profundidad, con amplio conocimiento, aportando grandes enseñanzas.
Enseñanzas que además están muy bien escritas; su prosa dotada de gran ingenio, con amplísimo vocabulario utilizado de forma exacta y oportuna, al menos a mí, me resulta muy bella, agradable y fácil de leer.
Por eso es el maestro Paco Mora, que a nadie deja indiferente, pues despierta, cuando quiere, grandes filias y grandes fobias. Se declara Finitista convencido y practicante, por lo cual a veces recibe críticas. Pero digo yo, ¿qué quieren? si es un gran aficionado: “Todo buen aficionado es Finitista y todo Finistista será un buen aficionado”. Otra cosa es que Finito tenga sus altos y sus bajos como todos los grandes artistas, como todos los genios, pero el día que se inspira pone de acuerdo a todo el mundo, especialmente a los profesionales que son los primeros en descubrirse.
En fin, don Francisco Mora tiene un currículum apabullante, que nos permite, con autoridad, llamarle maestro porque lo es. El día que Paco Mora deje de escribir asiduamente, ese día, habremos perdido una fuente inagotable de sabiduría.
Eximio maestro, mi dilecto amigo Paco, que Dios te dé salud para seguir escribiendo y así deleitándonos muchos años. Un abrazo.
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Rafael Comino Delgado es catedrático de la Universidad de Cádiz, humanista y escritor.
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