Foto de Diario de Navarra
"...Quien tanto presume de ser la máxima figura del toreo cometió una incalificable tropelía. Un descaro. Un abuso intolerable. El famoso mando de El Juli quedó en absoluto descrédito..."
Vengonzante e inmerecida salida a hombros de El Juli
Plaza de toros de Pamplona. Lunes 13 de julio de 2015. Novena de feria. Tarde muy calurosa con lleno total.
Seis toros de Garcigrande-Domingo Hernández, Solamente el cuarto llevó el hierro originario. Justa y desigualmente presentados, algunos anovillados y el quinto absolutamente rechazable por su sospechosos además de escasos pitones. Noble el primero. Noble muy justo de fuerza el segundo. Lo mismo el tercero. Noble sin fuerza cuarto y quinto que fue impresentable. Noble sin fuerza y pronto venido a menos el sexto.
Juan José Padilla (obispo sin sede y oro): Estocada baja tendida trasera, vuelta al ruedo por su cuenta. Estocada defectuosa y descabello barrenando largamente, aviso y silencio.
El Juli (marino y plata): Julipié en lo alto de rápidos efectos, oreja. Pinchazo y estocada, oreja. Salió a hombros.
Miguel Ángel Perera (almirante y oro): Estocada baja trasera, oreja. Pinchazo y casi entera tendida, palmas.
El Juli vino a su única tarde en estos Sanfermines con sus Garcigrandes debajo del brazo como fórmula infalible para asegurar sus éxitos. Sus excursiones con otras ganaderías de las tenidas por más difíciles no le salieron bien sino todo lo contrario el año pasado y, como casi nadie le exige nada ni por la elección del ganado que suele matar, ni por sus actuales maneras y modales de torear y de matar, pues continúa encantado consigo mismo. Y dirá que para qué complicarse la vida si nadie o casi nadie se lo critica. Ergo, hace bien, aunque para los poquísimos que nos movemos a nuestro aire continuemos diciendo que no. Que tendría que matar otras corridas de vez en cuando y no me refiero a mate los que aquí hemos visto de Escolar Gil o del Conde de la Maza, sino las de Jandilla o de Fuente Ymbro por poner ejemplos perfectamente asumibles por un figurón del torero como él… En ambas corridas que vimos hace días en Pamplona salieron toros de seguro triunfo y otro de no tanto. Y la verdad sea dicha, nos hubiera encantado ver a El Juli con estas ganaderías. Ayer para colmo, la corrida de sus amores fue indigna de esta feria y su segundo toro absolutamente rechazable.
El poderío de El Juli es tan excepcional como generalmente reconocido. Lo que pasa últimamente es que ese poderío lo ejerce con toros que tienen muy poco que poder y como lo ejecuta como si fueran fieras corrupias, sus maneras resultan un tanto exageradas cuando no desproporcionadas. En fin, que allá cada uno con sus planes… Pero lo de ayer en Pamplona fue digno de salir en El Caso. Quien tanto presume de ser la máxima figura del toreo cometió una incalificable tropelía. Un descaro. Un abuso intolerable. El famoso mando de El Juli quedó en absoluto descrédito.
Acompañaron a El Juli, un muy alicaído Juan José Padilla por delante, y un este año tristón Miguel Ángel Perera. A ambos les salieron toros para encontrarse consigo mismos en sus mejores versiones. Padilla hizo el ridículo. Y Perera anduvo bien aunque no a su altura. Por cierto y hablando de Padilla, en su primera tarde pasó más miedo que siete viejas y no pudo dar ni una sola vuelta al ruedo con su bandera pirata. En esta corrida de ayer la dio pero no se atrevió a sacar la bandera española como en León.
Por fin, ayer anunciaron en los luminosos de la plaza que los toreros hacían el paseo descubiertos como protesta por los ataques que está sufriendo la Fiesta. Anoche lo dije en el programa Clarín de RNE y debieron oírme. Muchas gracias.
Padilla se fue a porta gayola para recibir al primer toro entre gritos de “illa illa illa Padilla Maravilla”. Pegó otra larga de seguido, unos cuantos lances más y media de rodillas como remate del saludo. El toro, colorao de pelo con casi 600 kilos de peso, se prestó a todo pero no quiso caballo. Tuvieron que recolocarlo ante el jamelgo y casi derriba tras atacar con un solo pitón. El segundo lo tomó desde dentro. Hora vale todo. Padilla banderilleó con la extravagancia que suele y clavando desigualmente. No importó. Armó un taco. El toro escarbó en medio de la algarabía que aumentó al brindar el jerezano a los espectadores. Empezó de rodillas junto a las tablas y luego en pie abriendo al toro. Fue con la derecha. Siguió por redondos con la tosquedad que suele. Muy noble el animal aunque a menos en brío. Bayetazos con la izquierda y de pecho. Remolino a derechas. Más a izquierdas saliendo atosigado de la tanda. Un molinete de rodillas con desarme saliendo perseguido con apuros, otro agarrón al costillar y desplante genuflexo. Typical Padilla. En estado puro. Estocada baja muy trasera tendida. Dará igual si dobla toro. Gesticuló quitando de en medio a los peones para que dejaran al toro morir y tomó el descabello. Pero no lo utilizó porque el animal se echó siendo apuntillado. En esas se tiró al ruedo un hombre portando un cartel animalista que hasta pisó la montera del matador. Padilla corrió hacia donde le llevaban detenido pero a quienes regaño fue a sus peones. Con el barullo formado al ser retirado al callejón, a nadie se le ocurrió pedir la oreja. Un peón hizo ademanes al público para que la pidieran. Vaya jeta… Padilla dio una vuelta por su cuenta portando una bandera pirata que le arrojaron las peñas.
El castaño cuarto, único Garciagrande del envío, de preciosas hechuras. Un zapato. Salió suelto del capote de Padilla. Sacó poca fuerza. Capoteo insustancial del jerezano. Le pegaron fuerte en el caballo. Padilla en solitario con las banderillas. Mal en el primero. Las clavó en el brazuelo contrario. Arrancando desde el estribo el segundo con intervención de un peón. Y al violín el único celebrado tercero. Otra vez empezó de rodillas la faena. Derechazos sin clase ni ritmo ni nada…Mantazos como se decía antes. Menos mal que era el toro de la merienda. Con la izquierda perdió los papeles. Y más mantazos con la derecha. Efectismos. Desplante. La noria. Por fin dos naturales en forma. Lástima de toro desperdiciado. Y más molinetes y más norias. Y más rodillazos La repanocha. Le leche en bicicleta. Tenía que cortar una oreja como fuera y continuó la desmesura. Hasta un abaniqueo. Aviso antes de entrar a matar. Estaba en los medios. ¿Le valió la estocada muy trasera que pegó allí? Vaya por Dios. Que no dobla. No terminó de caer el toro con un descabello barrenando largamente. Por fin se echó el animal y falló el puntillero una y otra vez hasta que acertó. Una calamidad. Silencio al final. Lo peor que le podía pasar a Padilla.
El segundo, negro y flojo de salida. También con casi 600 kilos sobre los lomos. Chicuelinas y media de El Juli. Le simularon la suerte de varas. Se fue arriba en banderillas galopando. Bien los peones. El Juli se empleó a fondo con la muleta sin poder evitar algún amago de caída. Primero con la derecha y después con la izquierda alargando mucho los pases y encadenando luego varios de pecho diestros. Molinete y más de lo de antes en su acostumbrado derroche de vulgaridad y de gestualidad barriobajera. Le pidieron y concedieron una oreja.
Nada con el capote El Juli en la salida del quinto. Sospechoso de pitones. ¡Qué vergüenza¡ Protestas en los tendidos de sombra. Inexistente tercio de varas. Mal los peones en banderillas. Casi inválido el animalito. El Juli lo tomó en serio como si fuera un torazo integro y muchos tragaron con la patraña. No todos. Yo desde luego, no. Inadmisible caradura. Imperó la mentira. Pinchó. Mató a la segunda. Nada importo para que le pidieran y le concedieran el despojo que El Juli paseó con orgullo y enormemente complacido. Ya podrá…
El negro tercero remató fuerte en tablas nada más salir. Aunque Perera se dejó enganchar en el primer lance, en los siguientes toreó muy templado. Puso al toro de lejos para el primer puyazo y el toro no fue. Luego sí, perdiendo las manos en el simulado puyazo. De nuevo de lejos para que luego no le pegaran nada. Bien Juan Sierra en palos. Con altos a derechas y llevándolo del tercio a los medios empezó Perera su faena. Bien por redondos después aunque con tal o cual enganchón. No fue tan noble el toro por el izquierdo pero posible. Desigual el trazo de los naturales. Muy hondos los derechazos que siguieron aunque tampoco hubo total limpieza. Y florituras previas al arrimón en el que Perera sigue siendo el rey. Manoletinas, de pecho zurdo y estocada trasera baja que escupe. Cortó una barata oreja.
Bien con el capote Perera en el recibo del sexto. Otro justito de trapío y de fuerza aunque noble como toda la corrida. Le simularon la suerte de varas. Quite de Perera por chicuelinas, cordobina y revolera. Desigualmente colocadas las banderillas. Perera brindó al público. Y otro que empieza la faena de rodillas. Con la derecha y templado. Pero el toro también dobló las manos. La firmeza y el temple ya en pie, formalizó la obra. Pronto venido a menos el burel y ya rajado, llegaron los naturales rematados con inconclusos de pecho. Por eso, el arrimón vino antes de la cuenta. Pinchó antes de agarrar la estocada y no pudo acompañar a El Juli en una inmerecida y muy poco seria salida a hombros. Al menos, Perera no tuvo que compartir la vergüenza.
P/S.- Ignoro lo que se va a decir de este triunfo de El Juli en los medios. Quienes tapen la vergüenza, quedarán deslegitimados como críticos para siempre. Dicho quede.
Salida a hombros... de enanos taurinos. Qué feo, qué pena. // Atte., Torotino.
ResponderEliminarAquí tiene a uno bien deslegitimado. Se llama Paco Mora, escribe en Aplausos y dice esto: http://www.aplausos.es/noticia/30420/opinion/la-penultima-no-decepciono.html
ResponderEliminarPepe Cristiana
Pobre hombre este Paco Mora (http://www.aplausos.es/noticia/30420/opinion/la-penultima-no-decepciono.html) siempre en plena controversia con lo que ve y lo que tiene que escribir.
ResponderEliminarQué pena.
Luis Fdez. Peiró