"...Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. No creo estar ofendiendo a Casillas si digo la verdad, y la verdad pura y dura es que el Oporto va a pagar por él 5 millones de euros netos por dos temporadas, uno más de los que ofreció el club blanco por Casilla, y que el resto lo pondrá el Real Madrid..."
Florentino, culpable
14 de Julio de 2015
Florentino Pérez dijo ayer, en presencia del propio interesado, que Casillas se iba del Real Madrid porque quería irse. Y es cierto. Hace sólo dos semanas, y pese a que Rafa Benítez le había dicho que no contaba con él como primer portero, Iker tenía totalmente decidido quedarse. Si Casillas se quedaba era, entre otras razones, porque no había llegado ninguna oferta seria por él. Si, después de su conversación con el nuevo entrenador y tras saber de primera mano que él no sería el portero titular, hubiera llamado de repente al estadio Santiago Bernabéu, por poner un ejemplo, Karl-Heinz Rummenigge ofreciendo en nombre del Bayern 40 millones de euros por Iker, no tengo la menor duda de que Casillas habría dicho "sí". Pero, desafortunadamente, la única llamada que se produjo, y ni siquiera al club sino directamente al jugador, fue la de Julen Lopetegui ofreciendo por él una cantidad irrisoria de dinero.
Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. No creo estar ofendiendo a Casillas si digo la verdad, y la verdad pura y dura es que el Oporto va a pagar por él 5 millones de euros netos por dos temporadas, uno más de los que ofreció el club blanco por Casilla, y que el resto lo pondrá el Real Madrid. Lo mejor para todos hubiera sido que ese tiro al aire de Lopetegui, que se ganó a Iker por el corazón, se hubiera producido allá por el mes de junio, pero no, llegó a primeros de julio. Aún así, pese a la indudable premura de tiempo, el acuerdo se habría cerrado rápidamente si el futbolista hubiera renunciado a cobrar el dinero que tenía firmado con el Madrid, pero Iker defendió sus intereses... y el Real protegió los suyos. Casillas ha hecho bien en blindar hasta el último euro para no acabar como Brehme, cualquiera en su lugar habría hecho lo mismo. La actitud de los representantes del jugador es irreprochable, la de los representantes del club también lo es.
A mí lo que diga L'Equipe acerca de la imagen del Real Madrid me la repampinfla. Tampoco perdería demasiado tiempo en profundizar en lo dicho por Relaño y sus mariachis: ¡qué triste tiene que ser escribir al dictado!... Si Iker estuvo solo el domingo fue porque él lo pidió, así de fácil. El por qué, pese a los innumerables ofrecimientos del club, Casillas insistió en comparecer solo ante la prensa es algo que únicamente podrá desvelar él en su momento, pero era fácil deducir que esa fotografía ejercería sobre la imagen del club, y por extensión sobre la de su presidente, un efecto similar al de una bomba de neutrones. No digo que se buscara esa reacción, tampoco afirmo lo contrario, no tengo pruebas. La sentencia ya estaba firmada desde mucho tiempo antes: "Florentino, culpable". Si Iker hubiera acabado en la grada: Florentino, culpable. Si a Iker le hubiera pitado un sector del estadio Santiago Bernabéu: Florentino, culpable. Si a Iker le hubiera aplaudido sólo un sector del estadio Santiago Bernabéu: Florentino, culpable. Si Iker se hubiera quedado: Florentino, culpable. Como Iker se ha ido: Florentino, culpable. Las conciencias quedan así tranquilas a la espera, anunciada esta misma mañana en Radio Marca, de que Sergio Ramos diga públicamente en Australia que él también se quiere marchar: ¿el culpable?... Florentino.
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