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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 11 de octubre de 2015

Voltereta a la Escuela de Tauromaquia de Madrid / por Rafael Comino Delgado



"...Es necesario entender que todos los que piden abolir los toros, todos absolutamente todos, son gentes que nunca han respetado las leyes, nunca han respetado la libertad, siempre han sido totalitarios..."

  • De todos los que desean prohibir los Toros, tal vez, los menos radicales sean los del PSOE y fíjense Vds. que su fundador dijo que solo respetarían aquellas leyes que les favorecieran, así que ¿cómo serán los demás?

Voltereta a la Escuela de Madrid

Rafael Comino Delgado
En esta orgia de ataques a la Fiesta de los Toros, que estamos padeciendo, la señora alcalde de Madrid, esa señora de ideas extrañas e incluso, a veces, estúpidas, le ha pegado una gran voltereta a la Escuela Taurina de Madrid, pero los taurinos sabemos que tras una voltereta se pueden cortar las orejas y hasta el rabo. Parece ser que doña Cristina Cifuentes, presidente de la Comunidad, ha salido al quite y todo se arreglará , más o menos.

Contemplando el panorama de los, referidos, múltiples ataques que sufrimos, aficionados y profesionales, nos limitamos a hablar, escribir, pedir libertad, respeto a la ley y poco más, eso si, todo ello muy educadamente, muy respetuosamente (es lo que siempre nos ha caracterizado). 

Me parece una forma civilizada de comportarse pero ¿cómo se comportan los que nos atacan? Pues se lo voy a decir de forma muy clara: ¡Se comportan incivilizadamente, de forma totalitaria, como siempre lo han hecho! Por tanto luchamos con diferentes armas y diferentes reglas de juego. Para ellos todo vale y el árbitro se lo permite.

Es necesario entender que todos los que piden abolir los toros, todos absolutamente todos, son gentes que nunca han respetado las leyes, nunca han respetado la libertad, siempre han sido totalitarios, siempre han dicho que el fin justifica los medios (quieren decir con ello que su fin es conseguir el poder e implantar el pensamiento único, para lo cual todo vale, incluso abolir la vida del que se opone). De todos los que desean prohibir los Toros, tal vez, los menos radicales sean los del PSOE y fíjense Vds. que su fundador dijo que solo respetarían aquellas leyes que les favorecieran, así que ¿cómo serán los demás?

Por tanto es hora de levantarse, de salir a la calle y, con toda energía, pedir que no se nos atropelle más, que se respeten nuestros derechos y libertades, que tenemos razón y nos la tienen que dar y, finalmente, echar de la vida pública a todos los enemigos de la libertad y de la civilización.

Solo hace falta que alguien con autoridad moral, de entre los profesionales del mundo del toro, diga : ¡Se acabó! ¡Hasta aquí hemos llegado".

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