"...Consternación porque jamás llegamos a imaginar que un símbolo de la Hispanidad como la Universidad de Salamanca se doblegara ante el chantaje de algunas minorías ruidosas que pretenden acabar con los elementos identitarios de España, en este irracional empeño de confundir modernidad con ruptura de lo cultural que identifica y distingue.."
Mérida. Venezuela, 2 de octubre de 2017
Señor
Profesor Doctor Daniel Hernández Ruipérez
Rector Magnífico de la Universidad de Salamanca
Su despacho.-
Respetuosamente me dirijo a usted con el objeto de exponerle lo siguiente:
El Consejo Universitario de nuestra bicentenaria Universidad de Los Andes, heredera del antiguo Real Colegio Seminario de San Buenaventura de Mérida, aprobó la creación de la Cátedra Libre de Tauromaquia “Dr. Germán Briceño Ferrigni” el 13 de abril del año 2007. El argumento que convenció a los honorables consejeros fue el de la libertad, esencial al concepto de autonomía académica y a la universalidad del conocimiento. Ni ideologías, ni fundamentalismos, ni negaciones irracionales, ni imposiciones arbitrarias de quienes eventualmente tienen el gobierno de la institución. Privaron los principios, como corresponde a la naturaleza de la Universidad, como ahora frente a la dictadura.
Cuando nos enteramos de la decisión de la Universidad de Salamanca de cerrar sus espacios al toro por presiones de un pequeño grupo semejante a otros que tratan de imponer sus intolerancias, nos produjo desconcierto y consternación. Desconcierto porque son 800 años que han producido fortalezas y aprendizajes. Consternación porque jamás llegamos a imaginar que un símbolo de la Hispanidad como la Universidad de Salamanca se doblegara ante el chantaje de algunas minorías ruidosas que pretenden acabar con los elementos identitarios de España, en este irracional empeño de confundir modernidad con ruptura de lo cultural que identifica y distingue. Produce dolor comprobar que incluso instituciones tan sólidas muestran signos de debilidad que nos lleva a pensar que, efectivamente, los males de nuestra querida España son mucho más graves y profundos que unas trifulcas de insensatos. No comprendemos que se imponga la intolerancia contra lo español y se ceda ante antivalores y fanatismos tan alejados de las aulas donde sentaron cátedra Francisco Suarez y Francisco de Vitoria, de gran importancia para lo que es hoy América.
Por supuesto que defendemos los toros y la antigua tradición de su lidia que heredamos de España; pero lo acontecido en la Universidad de Salamanca puede ser expresión de una actitud profunda, sistémica que se manifiesta en el descuido por sentimientos y valores de lo que llaman quizás con algo de sorna “la España profunda” y que lleva a ciertos grupos al ultraje de expresiones que son los que conforman, quiérase o no, la identidad de España, esa que ejerce un liderazgo en Europa, que tiene una lengua que se habla y cultiva hasta los más apartados rincones del mundo, y que precisamente Salamanca ha sido y es, pese este episodios en su Universidad, símbolo de la verdad que tiene expresiones como su producción científica, su obra literaria y también sus jamones y sus toros.
Tuve el honor de compartir en Leiden una reunión con los rectores de las universidades más antiguas del mundo entre ellas, por supuesto, la Universidad de Salamanca. El señor rector de la Universidad de Los Andes delegó en mí su representación y guardo el testimonio de aquel encuentro en una fotografía que cuelga en mi despacho.
Jamás pensé que me correspondería el honor y el compromiso, un profesor de estas tierras nuevas, de dirigirme a usted, rector de la Universidad de Salamanca, en solicitud de una rectificación. Este escrito y de este tenor es un respetuoso llamado por nosotros, herederos de lo bueno y de lo no tan bueno de España, y por lo español, con humildad pero con firmeza en defensa de esta identidad que nos honra a la inmens mayoría de los americanos.
Jamás pensé que me correspondería el honor y el compromiso, un profesor de estas tierras nuevas, de dirigirme a usted, rector de la Universidad de Salamanca, en solicitud de una rectificación. Este escrito y de este tenor es un respetuoso llamado por nosotros, herederos de lo bueno y de lo no tan bueno de España, y por lo español, con humildad pero con firmeza en defensa de esta identidad que nos honra a la inmens mayoría de los americanos.
Quizás sean oportunos estos tiempos agitados para discutir en sus cátedras casi milenarias lo más sagrado y trascendente que debe ser preservado y defendido por una institución como la Universidad de Salamanca, y también por la nuestra, para bien de España, de Europa y de América.
Atentamente:
Profesor Fortunato González Cruz
Director de la Cátedra Libre de Tauromaquia “Germán Briceño Ferrigni”
de la Universidad de Los Andes. Mérida. Venezuela
Presidente del Capítulo Venezuela del Círculo de Amigos de la Dinastía
“Bienvenida”.
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