Teresa era mujer de gran belleza, por fuera y por dentro, como su madre, amable, cariñosa, discreta, atenta con todo el mundo, de un trato cercano y de exquisita educación. Como María José, tuvo una especial relación con su padre, al que adoraban, y de quién tanto aprendieron a amar el mundo de los toros. Teresa, como manifiesta María José y todos los que la conocieron y trataron, fue a lo largo de su vida un genuino ejemplo de gran señora.
Estaba casada con el ganadero de bravo Rafael Morcillo Palomares. Madre de tres hijos Mª Teresa, Rafael Gerardo y Pedro Antonio, cinco nietos que eran su gran pasión: Jimena, Jorge, Jaime, Pablo y Carmen. Todos la tendrán muy presente todos los días de su vida.
Naturalmente, como se ha citado, era gran aficionada a los toros, se la podía ver en cualquier feria o plaza de la geografía nacional para asistir a los festejos taurinos, siendo sagradas sus escapadas anuales, junto a su hermana María José, a las Ferias de San Isidro y San Miguel. Le gustaba torear en el campo.
Por expreso deseo de la finada, descansa junto a sus padres en el Panteón Familiar del Cementerio de Caravaca de la Cruz.
La Misa Funeral fue en Murcia fue el pasado día 4 en la capilla del Tanatorio de Jesús, el próximo sábado, 18 de diciembre, a las 19:00 horas, se ofrecerá una Misa por su eterno descanso en el Convento de Las Claras en Murcia.
Descanse en la Paz del Señor.
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