la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 24 de diciembre de 2025

Así fue, en realidad, el portal de Belén.

«Tenemos perfectamente localizado dónde estaba el Belén del Antiguo Testamento y también el Belén del Nuevo Testamento», que es en el que nació Jesús

Habla Hipólito Sanchiz, profesor de Historia Antigua del Oriente Próximo de la Universidad CEU San Pablo. 

«Al lado de esta aldea, en las afueras, había cuevas. La zona de las montañas de Judea es mayoritariamente de roca caliza, en la que hay muchas irregularidades, abrigos, cuevas, etc. Por eso es muy normal, y se puede ver todavía hoy, que los pastores aprovechan para guardar el ganado».

En el caso de Belén, más que lugares de paso para los pastores, Sanchiz cree que «las cuevas que habría a las afueras se usarían como corrales» para los propios habitantes de la aldea. La gruta en la que nació Jesús, añade, podría ser de alguno de los familiares de José, que era de Belén, y que no pudiendo recibirlo en casa le ofreció este alojamiento. Aunque esto es solo «una hipótesis».

Cuando uno visita Belén, puede comprobar que los cristianos locales rechazan la imagen popular de que María y José tuvieran que buscar sitio en la cueva por su falta de hospitalidad. En esos días en los que la aldea estaba llena de gente que acudía para el censo, explican, la posada sería un lugar muy poco adecuado para que una mujer diera a luz.

Sanchiz está de acuerdo con esta valoración: «Para entendernos, las posadas de la época no eran nada agradables. De hecho, cuando la gente rica viajaba se metían a pasar la noche en la fina o casa de alguien. Las posadas eran para gente pobre. Sería algún tipo de edificio, una taberna o similar, donde te permitían pasar la noche pero no tenías habitación, sino que todo el mundo dormiría en una sala común».

El hecho de que los pastores estuvieran durmiendo al raso, además, implica que Jesús nació en una época del año en la que el clima era relativamente benévolo, por lo cual no habrían pasado demasiado frío en la cueva.

Ahora bien, ¿cómo sabemos que la gruta de la Natividad que hay bajo la basílica del mismo nombre es la verdadera? «En ese lugar, hay una basílica desde el siglo IV», construida entre el 327 y el 333 por santa Elena, madre del emperador Constantino. En esa misma época, murió el obispo Eusebio de Cesarea, que da noticia de que en esa época la tradición ya tenía identificada la cueva como aquella en la que nació Jesús.

Un posible problema es que, en la actualidad, a la gruta se accede por una empinada escalera, desde arriba. A la hora de buscar abrigo, algunos opinan que no es probable que José escogiera una cueva subterránea con tan difícil acceso. Sanchiz apunta dos posibles respuestas: «No sabemos si la cueva es subterránea o si al principio estaba al nivel del suelo pero luego ese nivel se elevó. Hay que tener en cuenta que en esa zona lleva construyéndose desde el siglo IV», por lo que se han podido añadir distintos estratos.

Por otro lado, «una cueva subterránea con una entrada en pendiente sí podría servir perfectamente» para alojar tanto a animales como a personas. En este caso, lo que habría desaparecido sería la pendiente original, sustituida luego por una escalera.

Otra dificultad a la que se enfrentan los peregrinos es imaginarse cómo sería realmente la cueva. Esto es posible visitando grutas anejas como la de San Jerónimo o la de San José, o bien el cercano Campo de los Pastores, recinto perteneciente a la Custodia de Tierra Santa donde se pueden ver cuevas del mismo estilo. Dentro de la misma gruta de la Natividad, la presencia en un lado del lugar del nacimiento, debajo de un altar, y en otra parte de la cueva del Pesebre, donde María habría colocado al Niño Jesús envuelto en pañales, además de altares, cuadros y otros ornamentos dificultan la contemplación de ese momento tal como lo relata el Evangelio.

«Es muy difícil saber cuál era la disposición real de la cueva. Está sin excavar y dudo que se excave», reconoce Sanchiz. «Lo que está claro es que probablemente era mucho más grande, y fue compartimentada». Por tanto, el lugar donde nació Jesús y donde, unos metros para allá, fue puesto en el pesebre, serían dos partes de la misma cueva.

El pesebre «era de piedra caliza, muy típicos de la zona y que todavía se pueden ver. La mayoría de las veces no estaba pegado a la pared. Era más bien una piedra que se había horadado con esa forma para que pudieran comer las bestias».

Postal de Navidad de SS. MM: los Reyes de España / por José Javier Esparza


Postal de Navidad

José Javier Esparza
La Casa de Sus Majestades los Reyes (de España) ha tenido a bien felicitarnos un no se sabe bien qué con una simpática imagen de la regia familia en cuyo centro se sitúa Doña Letizia. Al lado, las firmas de los posantes bajo unos amables votos de afecto y «los mejores deseos». Hay que mirar más detenidamente el tarjetón para constatar que eso que nos están felicitando es la Navidad (por supuesto, en español y en inglés), aunque, viendo la foto, se diría que la que ha nacido es Doña Letizia. Al margen de ese escueto texto, no hay referencia alguna al nacimiento del Niño Jesús. Dicen que, de esta manera, la foto les servirá igualmente para felicitar el Ramadán.

En Bruselas, la Casa de Sus Majestades los Reyes (Magos de Oriente) ha sido severamente puesta bajo escrutinio por las instituciones europeas. Concretamente, se ha propuesto suprimir el Día de Reyes como lectivo en las llamadas «escuelas europeas», que son los centros donde se forman los vástagos del personal de las instituciones comunitarias. A fecha de hoy, aún no se sabe si la propuesta saldrá adelante. Varias de esas escuelas están en Bruselas, la capital euroligárquica por antonomasia. En la región de Bruselas capital, el 72,9% de los residentes menores de 17 son de origen extraeuropeo. No es un dato baladí. Entre los foráneos de otras religiones y los autóctonos que han abandonado la propia, la Navidad empieza a convertirse en algo exótico en el corazón de Europa.

Podríamos multiplicar los ejemplos, y el otro día dejaba aquí mismo el gran Jesús Lainz un buen ramillete de ellos: mercadillos prohibidos —o hiperprotegidos— en Alemania para no ofender a los musulmanes, localidades británicas como Portsmouth donde el alcalde prohíbe a los vecinos colocar coronas de Navidad en las puertas por el mismo motivo, campañas comunistas —en Francia, concretamente— para proscribir los mercadillos navideños porque son “nazis” (horreur!), etcétera. La desacralización de la Navidad es una tendencia sostenida en Europa desde hace un cuarto de siglo y en los últimos años se ha acentuado por la afluencia masiva de otras gentes que sí creen en su religión, fenómeno combinado con la manifiesta hostilidad de las elites globalistas hacia el cristianismo y la retracción pública de las iglesias, así católica como protestante. El espectáculo es un tanto desconcertante: simulacros de belenes donde la Sagrada Familia ha sido desahuciada y repoblados ahora con gnomos o cosas así, un montón de luces que no se sabe bien por qué iluminan… Y renos. Muchos renos. Renos por todas partes, especialmente en lugares donde nunca hubo renos de verdad. Si los musulmanes tienen la fiesta del cordero, los post cristianos tienen la fiesta del reno, con la salvedad de que no se lo comen, ni siquiera lo matan, porque incluso en esto navegamos en pleno simulacro.

La verdad es que la Navidad, sin Dios, es una cosilla un poco cómica. ¿Qué estamos celebrando exactamente? Hace un frío del carajo, anochece enseguida y, sin embargo, se nos empuja a correr de un lado a otro comprando lo que normalmente no compraríamos y comiendo lo que normalmente no comeríamos, en un ambiente de felicidad artificial cada vez más reducida a la puesta en escena de buenos sentimientos. E incluso esto, lo de los sentimientos, se les va haciendo ya insoportable a los oligarcas del mundo post-occidental, que quieren dejar a los Reyes Magos sin fiesta, a la Sagrada Familia sin belén y al cristiano europeo sin Dios. Úrsula y sus cofrades son la versión posmoderna de Ebenezer Scrooge, el siniestro personaje del Cuento de Navidad de Dickens, pero sin esperanza de redención, porque ya no son humanos: son renos, puñeteros renos en un mundo vacío de luces tristes, mercadillos prohibidos y campanillas mudas.

Decir «Feliz Navidad» se está convirtiendo en un acto revolucionario, un gesto de suprema disidencia. Por consiguiente… ¡feliz Navidad!

Florito felicita la Navidad

 

El Gordo de la lotería / por Antolín Castro


'..En 2025 el Gordo, para lo taurino, llegó de la mano de Morante de la Puebla en el día de la Hispanidad. Ese 12 de octubre se produjo una explosión en la plaza de Las Ventas..'

El Gordo de la lotería
Antolín Castro 
Se celebró el esperado sorteo de la lotería de Navidad de este 2025. Afortunados hubo, pero no estoy yo entre ellos.

Sí puedo decir que el único premio que he obtenido ha sido una pedrea de 25 euros. Por cierto, de un número compartido con un torero.

La Tauromaquia está llena de suertes, empezando por aquella a la que hay que invocar con aquello de ‘que Dios reparta suerte’. Como es sabido la suerte hay que tenerla siempre de tu lado y es así en todos los avatares de la vida.

También como espectador hay que tener suerte en aquellas corridas en las que se asiste. No siempre salen las cosas como uno espera y desea. Lo cierto es que son muchos los festejos que finalizan sin suerte para los toreros y los espectadores.

Mucho más difícil, como pasa en el sorteo de la lotería, es que te toque El Gordo. Que lo que se presencie adquiera esa dimensión de lo máximo, o al menos lo más cercano a lo deseado, es casi un milagro. Los toros y los toreros conforman esa imagen de los dos bombos, donde están los números (bombo grande) y las bolas de los premios (bombo pequeño).

El toro y el torero han de salir de los bombos al mismo tiempo, lo que permitirá el hecho de que, al reunirse, -conjugarse este verbo tan taurino es fundamental-, se pueda pensar en que el gordo es posible. Cuando es así, la felicidad de los aficionados alcanza la misma alegría que vemos por televisión con los agraciados en el sorteo.

En 2025 el Gordo, para lo taurino, llegó de la mano de Morante de la Puebla en el día de la Hispanidad. Ese 12 de octubre se produjo una explosión en la plaza de Las Ventas. Lo vivieron 22.964 espectadores en directo, produciéndose una convulsión entre los que gozaban riendo o llorando, todos envueltos en esos momentos mágicos que supone el saber que en tus entradas estaba el Gordo Taurino del año. Muchos miles más disfrutaron en la distancia, a través de la televisión, del gran momento.

Sin duda, ese fue el gran premio del año 2025. No es posible recordar otro día parecido de éxtasis y emoción. A lo largo del año, por supuesto, se repartieron otros premios menores entre la torería, pero lejos, muy lejos, del impacto del premio Gordo citado.

Premios importantes se llevaron Borja Jiménez con la temporada que ha cuajado y creo es de justicia nombrar a David de Miranda que obtuvo un premio importante en Sevilla, alcanzando otros premios al final de temporada en cuantas plazas pudo actuar. Ellos dos pueden representar el segundo y tercer premio de 2025.

martes, 23 de diciembre de 2025

¡FELIZ NAVIDAD!

  Desde este medio 'Del Toro al Infinito' deseamos que el nacimiento del Hijo de Dios hecho Hombre llene los hogares de salud, amor y esperanza.

¡FELIZ NAVIDAD!

'Romance del Nacimiento'

Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,

abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,

entre unos animales
que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía...

San Juan de la Cruz

La deconstrucción de un rey / por Sertorio


'..Digno descendiente de Fernando VII, la vida de Juan Carlos I se despliega como la sucesión de traiciones de un Judas coronado, como una antología de puñaladas traperas de un príncipe maquiavélico y ágrafo, cuya única virtud reseñable es la simpatía. Ni serio, ni inteligente, ni culto, ni prudente, pero frívolo, rapaz y desaprensivo, el Borbón ha logrado reinar cuatro décadas gracias a su astucia, a su instinto de supervivencia y a una no pequeña dosis de suerte..'

PAYNE, Stanley y PALACIOS, Jesús:
Juan Carlos I. La construcción de un rey. 1938-1981.

La deconstrucción de un rey

Por Sertorio
Para el lector interesado en la historia reciente de España, no hará falta que le presentemos a Stanley Payne y a Jesús Palacios, que han escrito obras de alto valor sobre los militares y la política, Franco, la Falange, el 23-F y muchos más temas, tanto de forma individual como en colaboración. En el libro que reseñamos ahora, los autores se ocupan de Juan Carlos I, cuya biografía es la de medio siglo de nuestra vida política. El marco cronológico de la obra abarca desde el nacimiento del futuro rey en la Italia mussoliniana hasta el 23 de febrero de 1981, una journée de dupes a la española, en la que se perdió definitivamente cualquier posibilidad de cambiar el rumbo del Estado hacia la disolución en taifas y la degradación partitocrática. Esa fue la verdadera fecha fundacional del régimen del 78. Las posteriores andanzas del Emérito hasta el día de hoy suponemos que quedarán para otro libro, más digno de Suetonio que de Tácito.

Digno descendiente de Fernando VII, la vida de Juan Carlos I se despliega como la sucesión de traiciones de un Judas coronado, como una antología de puñaladas traperas de un príncipe maquiavélico y ágrafo, cuya única virtud reseñable es la simpatía. Ni serio, ni inteligente, ni culto, ni prudente, pero frívolo, rapaz y desaprensivo, el Borbón ha logrado reinar cuatro décadas gracias a su astucia, a su instinto de supervivencia y a una no pequeña dosis de suerte. Y la baraka, en política, sin duda es una virtud. No seremos nosotros los que lo nieguen. Pero es su fernandina felonía, su virtuosismo en la traición, lo que distingue a este nieto romano de Médicis, Farnesios y Borbones. Juan Carlos I ha sido infiel a sus amantes y a sus benefactores, empezando por su inepto y peor aconsejado padre, que nunca dejó de equivocarse en todo, hasta acabar con Francisco Franco, el hombre al que todo se lo debe, quien le trató con una benevolencia y una permisividad inaudita. Y no era el Caudillo alguien que se llevara fácilmente a engaño con los hombres. De hecho, en sus últimos meses de vida, se dio cuenta de que aquel príncipe que había criado con tanto cariño iba a destruir toda su obra y a arruinar el estado unitario que él construyó. Pero el Generalísimo vivía en plena decrepitud, en las puertas de la muerte, y ya era demasiado tarde para rectificar.

Si hizo esto con sus figuras paternas, desde luego que no le tembló el pulso con toda una ilustre nomenclatura de víctimas: López Rodó, Torcuato Fernández Miranda, el general Armada, Sabino Fernández Campo… Incluso apuñaló a su alter ego, al chisgarabís de Adolfo Suárez, otro chusquero de la política, otro hombre sin más palabra e ideas que su conveniencia, otro sublime ignorante de la historia del país que tan mal gobernó. La tan cacareada Transición salió “bien” de puritito milagro y fue más importante en su “éxito” la firme voluntad del pueblo español de no volver a las andadas que las virtudes imaginarias del irresponsable “motor del cambio”. A lo largo de esta obra extensa e intensa, que nos deja con ganas de más, siempre aparece la clase media como el fondo inmutable y moderador de las intrigas y las quimeras de los políticos, como el elemento de sensatez y equilibrio contrapuesto a una élite que empieza a desquiciarse tras el asesinato de Carrero Blanco, verdadero inicio de la desbandada del franquismo, a lo que en buena medida contribuyó el nefasto gobierno de Arias Navarro, donde el joven monarca se estrenó como gran felón al traicionar a los saharauis, en uno de los episodios más repugnantes en la historia de una dinastía que no anda escasa de ellos. Posiblemente, lo del Sáhara Español sólo es inferior en vileza y cobardía a las abdicaciones de Bayona. Lo único que varía es la escala: Carlos IV y Fernando VII traicionaron a millones de españoles; Campechano vendió “sólo” a unos setenta mil compatriotas: recordemos que el Sáhara era una provincia de España.

El tema del libro es apasionante: la terrible historia de un niño corto de luces, pero muy consciente de su rango, dotado de un implacable instinto de supervivencia, que va transformándose en un adulto amoral, frívolo y corrupto, capaz de desencadenar aventuras como el 23 de febrero sin tener la menor conciencia de las fuerzas que puso en marcha; sin olvidar las andanzas del gorrón internacional, especialista en dar sablazos al shah de Irán, a los saudíes y a los jeques árabes para acumular una inmensa fortuna personal; tampoco son mancas las calaveradas del señorito simpático e irresponsable, al que siempre sacan de apuros hombres leales y discretos, que ocultan sus infinitos deslices. Y eso que el libro acaba en 1981. La continuación será tremenda. Pero no hay que olvidar que toda la miseria política que hoy soportamos tiene su origen en la frivolidad, los cortos alcances y la perfidia de este Trimalción[1] flordelisado. Al final del libro, escrito por historiadores con rigor profesional, pero también con vigor literario, tenemos a un Juan Carlos deconstruido y revisado, muy diferente de la imagen edulcorada que durante años nos mostraron los mismos turiferarios que hoy lo insultan. El príncipe de Occidente se ha convertido en Dorian Grey. Este libro es su retrato.

[1] Trimalción: rico liberto, protagonista de El Satiricón, novela romana de Petronio (N. de la Red.).

23 de diciembre de 2025

Qué manera de perder / por Ignacio Ruiz Quintano



'..de la boca de Pep manó leche de tigre: “Que Xabi mee con la suya; como no meará colonia, le irá bien”. A esta meada se agarran quienes han traído a Xabi para aguantar con Xabi hasta 2028. Es más, el gol de Rodrygo podría traernos la renovación de los dos, de Rodrygo y de Xabi, que se sufragaría con la venta de Vinicius y de Endrick. Con esta manera de perder, el próximo himno, a Sabina..'

Qué manera de perder

Ignacio Ruiz Quintano / Abc
La Xabineta es un tren de la bruja para cuñados jotdáun. Piperío fino. Jotdáun para cursis es como el Tercer Estado para Sieyes: “Todo”. El cuñadismo jotdáun vino de Francia, como Mbappé, y es combinación de la canción de Renaud (“Mon beauf”) y la caricatura que del “beauf” hiciera Cabú: chovinista, barrigón y vulgar que es una máquina de votar en la política, y en el fútbol, una máquina de pitar al jugador sobresaliente cuyo talento se le escapa, y al que grita, siempre, siempre, siempre, “millonario”, “mercenario” y “borracho”. El cuñadismo jotdáun es el sujeto constituyente de la mediocracia.

–Mediocre y rampante se llega a todo –nos dejó dicho Beaumarchais, revolucionario (francés y norteamericano), y en sus ratos libres, espía, dramaturgo, músico, financiero, traficante de armas y relojero.

Bale, probablemente el jugador más inteligente que ha pasado por el Bernabéu desde Bernabéu, radiografió hace unos días esta barbarie ibérica: “Nunca jugué tanto al golf como dijeron. La gente inventó una imagen de mí irreal. Y yo fui ingenuo por no defenderme. ¿La bandera “Wales, Golf, Madrid. In That Order”? No podía tirarla al suelo, era la bandera de mi país. Los medios españoles me crucificaron”.

El piperío se ha comido, consecutivamente, las derrotas ante Celta y City en el Bernabéu con una grandeza de ánimo que invita a pensar que ha interiorizado que la misión de Xabi es enseñarnos a perder como Mourinho nos enseñó a ganar. El piperío salía el miércoles del Bernabéu más contento que las zapatillas blancas de Xabi (ni a ponerse zapatos ha aprendido del Pep), y salía contento sólo porque Rodrygo había metido un gol. “Hemos perdido, pero Rodrygo ha metido un gol. Xabi merece seguir, que el Proyecto son tres años, no seis meses”. Si en diciembre todos (y todos es todos) los jugadores parecen infinitamente peores que en junio, en tres años el Real Madrid podría ser el Leverkusen, donde “Xabi lo ganó todo”.

Santayana tomó a Ralph Waldo Emerson por una especie de Goethe puritano antes de introducirse en la complacencia en la mediocridad para halagar a sus compatriotas “e indirectamente para halagarse a sí mismo”. Como un Goethe del fútbol, nos vendió a Xabi el piperío fino que el miércoles pitó primero a Guardiola (que se las tuvo tiesas toda la noche con una señora árbitra, a la que “perimetró” de lapitos, ese tic guardiolés, como si del mismísimo Adamovich, el lanzador de cuchillos a la chica del circo, se tratara). Y luego pitó a Vinicius, el “bad boy” para todos los mediocres. El piperío cree que hay una maldición que impide a Xabi desarrollar su fenomenología del Espíritu, y que esa maldición es Vinicius. La idea es convertirlo en el chivo expiatorio del fracaso de Xabi, como han hecho con Salah en el Liverpool del “calbo” Slot.

En el estadio, lo divertido fue observar en la banda a Guardiola, probablemente el mejor entrenador del momento, que hasta aquí ha llegado el fútbol. Bien vestido, como corresponde cuando se representa a un club importante, hacía continuas correcciones que los futbolistas atendían con disciplina militar. Y te venían a la cabeza las confidencias de Yayá Touré: “No veo a un hombre, veo a una serpiente. No me puso en un año y después me dijo que tenía que volver a Barcelona, que me quería. Mi mujer me dijo: ‘¿Vas a hacer caso a esa tontería? Te trató como a un perro y ahora quiere que te quedes, ¿y tú te vas a quedar? Vamos a Manchester. No es un hombre, es malvado, como Satán’.” Touré marchó al City, y Guardiola, también. El miércoles el City volvía al Bernabéu; sin Touré, pero con Guardiola, a quien la prensa pidió un consejo para Xabi, el tipo que ostraconeó a Endrick, y de la boca de Pep manó leche de tigre: “Que Xabi mee con la suya; como no meará colonia, le irá bien”. A esta meada se agarran quienes han traído a Xabi para aguantar con Xabi hasta 2028. Es más, el gol de Rodrygo podría traernos la renovación de los dos, de Rodrygo y de Xabi, que se sufragaría con la venta de Vinicius y de Endrick. Con esta manera de perder, el próximo himno, a Sabina.

[Sábado, 13 de Diciembre]

Buenas ideas, credibilidad y atracción / por Carlos Bueno


La iniciativa de la empresa de la plaza de toros de Castellón merece un reconocimiento....
Convertir los abonos en un posible regalo de Reyes es una estrategia comercial acertada y una manera de integrar la tauromaquia en la vida cotidiana del público, reforzando el vínculo con su feria y con su plaza.

CAPOTAZO LARGO
Buenas ideas, credibilidad y atracción

Por Carlos Bueno
La iniciativa de la empresa de la plaza de toros de Castellón merece un reconocimiento. Adelantar la tradicional presentación de los carteles de la feria de la Magdalena para abrir las taquillas durante el periodo navideño es una decisión inteligente. Convertir los abonos en un posible regalo de Reyes es una estrategia comercial acertada y una manera de integrar la tauromaquia en la vida cotidiana del público, reforzando el vínculo con su feria y con su plaza.

Este ejemplo debería ser tomado muy en serio por los primeros ciclos del año, como Olivenza y, especialmente, las Fallas de Valencia. Hoy el márquetin ya no es un lujo ni un añadido, es una necesidad. El viejo hábito de colgar los carteles apenas unos días antes de los festejos ha quedado completamente superado. En la actualidad mandan las redes sociales, la planificación, la generación de expectación y la capacidad de mantener viva la conversación taurina durante semanas. Adelantar las combinaciones y poner a la venta las localidades con antelación contribuye decisivamente a incrementar la difusión, a crear ambiente y a que la ciudad respire toros mucho antes de que se abra la puerta de cuadrillas.

Es cierto que, en ocasiones, este avance no depende únicamente de las empresas. Los propietarios de los cosos, en muchos casos Diputaciones u otras administraciones públicas, también tienen una responsabilidad directa en facilitar calendarios y decisiones. Pero cuando hay afición, trabajo y buena voluntad, los problemas se pueden resolver. Castellón demuestra que, cuando existe una visión clara y compromiso con la fiesta, las cosas se hacen y funcionan.

Ahora bien, toda esta modernización y acierto en la gestión pierde parte de su sentido si no va acompañada de justicia a la hora de confeccionar los carteles. Los empresarios deberían dejar a un lado intereses entre colegas y actuar con la sensibilidad necesaria para incluir a quienes realmente se lo han ganado en el albero y han despertado la ilusión de los aficionados. Uno lee los avances de Valencia y duele no encontrar a Paco Ureña, protagonista de tardes inolvidables en esa plaza; a Diego Urdiales y Daniel Luque, que levantan la máxima expectación; o a Nek Romero, por quien se apostó sin tapujos durante su etapa de novillero y que ahora permanece inexplicablemente parado.
Deportes

También llama poderosamente la atención comprobar cómo a algunos se les mima sin demasiada justificación, incluyéndoles en ternas de lujo con ganaderías de postín, mientras a otros se les exige revalidar sus triunfos una y otra vez frente a los mismos hierros, como ocurre con Román, que volverá a lidiar La Quinta en Valencia y Victorino Martín en Madrid, o con Paco Ureña, que se las verá con Fuente Ymbro y Adolfo Martín en Las Ventas. Eso o nada.

El toreo no puede sostenerse sobre agravios comparativos ni sobre inercias interesadas. La justicia debería prevalecer siempre, atendiendo a los merecimientos de los toreros y al interés real del público. Solo así, combinando una gestión moderna con carteles justos y coherentes, se podrá mantener viva la ilusión del aficionado y fortalecer una tauromaquia creíble y atractiva.

Campo Arañuelo / por HUGHES

'..Vox se impuso en esa zona y aunque nos aseguraban que en Extremadura no había inmigración («¿Para qué va Abascal?»), después, como en un documental del National Geographic, fuimos descubriendo la auténtica realidad del terreno..'

Campo Arañuelo

HUGHES
El análisis electoral es una maravilla:

–El sol sale por el este y se sigue poniendo por el oeste

–Cinco es más que cuatro y cuatro más que tres

–A gana, B pierde, C se queda igual

Como si saber sumar fuera una habilidad única y se la tuviéramos que explicar al resto. Así que a las puertas de Nochebuena y dos días después, poco puede aportar ya un humilde plumilla sobre Extremadura, pero si no… se queda uno con sensación de escaquista (que en realidad es ajedrecista en catalán).

«Ha ganado el PP», dicen, y no mienten, pero no ha ganado votos. Votos ganaron Vox, los de Unidas Por a su nivel maquetero y resiliente y la abstención, el partido tradicional de los anarquistas, ahora superados en ingenuidad por los trevijanistas, que guardando el voto para el distrito uninominal de verdad esperan tumbar el régimen.

Mientras tanto, los que no fueron a votar fueron los socialistas, que tampoco se jugaban tanto. Extremadura no la tenían y estaban lejos de poderla tener. Ahora todos ven en esto el principio del fin del sanchismo, pero a medida que pasan las horas sucede como en el fútbol: si con la que está cayendo, en Navidad, con ese candidato que provocaba amnesia, con los Koldos y las Leires, liquidando la solidaridad territorial, el PSOE es segunda fuerza…

María Guardiola, nombre de copla, Lola Puñales, tuvo una idea y salió regular. Hasta los más acérrimos del Godzila (mediático) Pepero reconocen que fue un error. Reconocen el Segundo Error Guardiola pero no el Primer Error Guardiola porque ese error es suyo. Ellos destilan la narrativa distorsionada y el marco de expectativas lo pone Michavila, y luego se quedan «acariciando la mayoría», que te imaginabas el domingo a la mayoría como un gatito, michino, michino michavila… A Sánchez le podrán acusar de muchas cosas, pero no de acariciador de mayorías. Si no las tiene, se las inventa, luego las usa, las rompe y las corrompe.

Vox creció mucho, y contra mundum, lo que tiene mérito trumpiano. Abascal se curró Extremadura como un Seprona, y vimos luego el resultado: aparecían en verde unos pueblos en los que Vox era lo más votado. La comarca de Campo Arañuelo, ¿qué tendrá esa comarca?

El Parque Nacional de Monfragüe, qué bonito, y cerca, Almaraz, la central nuclear que quieren cerrar los talibanes verdes.

¿Y si fuera todo un ardid de Pedro Sánchez, en su infinita malevolencia, para beneficiar a Vox y robustecer la pinza? Esto lo dejarán caer…

Vox se impuso en esa zona y aunque nos aseguraban que en Extremadura no había inmigración («¿Para qué va Abascal?»), después, como en un documental del National Geographic, fuimos descubriendo la auténtica realidad del terreno.

Cuando las elecciones sirven para enseñar cómo es una tierra; cuando una realidad aflora en los votos, cuando ha de votar para explicarse, votos para ponerse en el mapa, es que algo pasa. Gracias a ese apoyo a Abascal conocimos una realidad, como si allí hubiera ido un documentalista o un segundo viajero a Las Hurdes, mejor alimentadas, pero igual de lejanas.

El hospital de referencia de la zona es el de Navalmoral de la Mata y fue viral o viralillo hace poco que unos turistas de viaje en Marruecos encontraron en un hotel las toallas de dicho hospital, en lo que era imposible no ver resumida la trazabilidad mágica de un euro público: los recursos para Nuestra Sanidad acaban en las habitaciones de los hoteles de Marruecos, sustraídos por la población inmigrante, estable o flotante.

Los periodistas enviados habían escrito que allí había un ejemplo de integración, pero eso no quiere decir nada. Tienen un vocabulario entero para señalar la incertidumbre que se apodera de ellos cuando en su barrio abre un Starbucks; pueden escribir una novela sobre la zozobra de ver llegar a los turistas, las franquicias o la gentrificación, pero están cerrados a todo lo que no sea estricta felicidad multicultural cuando un pueblo pasa a tener un 24% de población extranjera. No tienen palabras para el mundo real.

También querrá decir algo que la sensibilidad política asome en el mapa, con reflejos electorales de verde limón, cuando estos porcentajes de inmigración son musulmanes. Algo distinto, de otro orden, sucede ahí.

Aunque Vox no ha crecido solo por realidades materiales urgentes como la amenaza a Almaraz o la inmigración. Aumenta en lo rural y también en lo urbano, toma relieve donde lo real y donde la política es todavía narrativa, discurso, esgrima a los postres, pero ya una visión coherente del mundo.

Hay un dato que seguro estudiarán en las próximas horas: Vox va subiendo de porcentajes en cada elección, y a largo plazo, en todas ellas, a un ritmo sostenido, helicoidal, apuntando hacia arriba como un puerto del Tour, con revueltas de lento bolero de Ravel. Hay cientos de listos dando lecciones a Abascal, infinidad de listos (y cómo son de listos los listos de ahora) pero tan interesante como el avance de Vox es el suelo de Vox. Porcentaje que ganan, porcentaje que no sueltan, como alpinistas metódicos construyendo el campamento. Esa base nunca la tuvieron otros partidos y empieza a ser alternativa larga, forma de estar, radicación española, solidez, casa posible, refugio, e ilumina geografías olvidadas que pasan a centro nuestro, como ese Campo Arañuelo.

Felices fiestas de vaya usted a saber qué / por Jesús Láinz


'..Cosas que los europeos dimos por seguras parece que van encogiéndose paulatinamente hasta que llegue su pronta desaparición. Éste es el caso de la Navidad, fiesta grande para miles de millones de personas que durante muchos cientos de años recordaron con ella el nacimiento de quien creían que era el hijo de Dios..'

Felices fiestas de vaya usted a saber qué

Jesús Láinz
Cosas que los europeos dimos por seguras parece que van encogiéndose paulatinamente hasta que llegue su pronta desaparición. Éste es el caso de la Navidad, fiesta grande para miles de millones de personas que durante muchos cientos de años recordaron con ella el nacimiento de quien creían que era el hijo de Dios. Que en los dos últimos siglos el número de creyentes ha disminuido drásticamente es algo que no hace falta demostrar: por ejemplo, en el Reino Unido se calculan en dos mil las iglesias que habrán cerrado de hoy en cinco años por falta de feligreses, que se han ido muriendo sin recambio generacional. Y junto a la creencia también ha ido desapareciendo lo único que iba quedando de la Navidad: la superficie folclórica de la celebración, las luces y los árboles, la decoración y la cabalgata de los reyes magos, epicentro de unas fiestas exreligiosas dedicadas a los langostinos y los regalos.

Pero ya ni eso, y no solamente debido a la pérdida de la fe. Por ejemplo, la celebración pública de la Navidad se ha cancelado en París por motivos de seguridad; por toda Europa se instalan bloques de hormigón alrededor de los mercadillos navideños para evitar atentados anticristianos; izquierdas e islamistas boicotean, en nombre del antirracismo y de Palestina y al grito de «¡Revolución!», el mercadillo navideño de Viena. Como la izquierda odia la civilización cristiana europea, su siguiente paso es mirar con buenos ojos al islam y considerarlo un aliado revolucionario.

En España gozamos de variantes pintorescas, como esos batasunos sobre los que la prensa informó, hace ya unos veinte años, que buena cantidad de ellos se estaba convirtiendo al islam. La explicación salta a la vista: al ser España una nación de milenaria tradición cristiana y forjada en la Edad Media en la lucha contra el islam, y al ser el cristianismo, como la propia España, cosa de fachas, ¿qué mejor que meterse a musulmán para ser todavía más antiespañol?

La descristianización avanza imparable en todas las esferas, incluidas las más altas. Los ejemplos son incontables desde que en los Estados Unidos, vanguardia de la corrección política, se sustituyera hace ya bastantes décadas el Merry Christmas por el Seasons Greetings para no molestar a quienes no crean que Jesús de Nazaret es el hijo de Dios. Uno muy comentado fue el de la iluminación navideña que instaló en Madrid Alberto Ruiz Gallardón en 2004, consistente en ristras de palabras como serpiente, patatas, lujuria, croquetas, furor, mechero, garaje, desagüe, oscuro, calaña, rabia, mentira, escoria, fantasma, esparto, resaca… Pero relacionadas con la fiesta religiosa que se supone que se celebra ni una. Más recientemente, ya desde hace cuatro años el calendario escolar de Castilla-La Mancha ha sustituido la Navidad y la Semana Santa por «descansos de primer y segundo trimestre».

Hay variantes para todos los gustos. Un lejano conocido que se autodefine patriota y cristiano ha cambiado en su belén el buey y la mula por dos gorrinos para, según me han dicho que dice, impedir que se acerque ningún moro. El belén que representa el nacimiento de Jesucristo, convertido en hogareña reivindicación política. Probablemente se queje de que a otros les dé por decorarlos con ikurriñas o con María y José disfrazados de travestis.

Como contraste, tras haber sido condenado ocho veces por instalar un belén en el ayuntamiento incumpliendo la ley de 1905 que impone en Francia la neutralidad religiosa de los edificios públicos, el alcalde de Béziers, Robert Ménard, ha vuelto a ponerlo este año. El argumento jurídico de los contrarios a los belenes parece inatacable, pero cada día más franceses se preguntan la razón de un celo anticristiano que no se extiende a las manifestaciones públicas de otras religiones mucho menos arraigadas que la católica, consustancial a Francia desde la conversión de Clodoveo en 496. Y la italiana Giorgia Meloni defiende los belenes porque simbolizan el cristianismo y la civilización emanada de él.

¡Disfrutemos del colesterol y el ácido úrico mientras podamos! Que esta juerga no puede durar mucho.

lunes, 22 de diciembre de 2025

“Feliz Navidad mi España”


Lo que tuvimos y muchos ya no tenemos...

“Feliz Navidad mi España” es una rumba navideña.

Una canción hecha desde la tradición, la fe y el cariño por nuestra tierra.

Navidad como se ha vivido siempre: familia, recuerdos, raíces y esperanza.

Cali, Rincón y Bolívar / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Cañaveralejo antes. Foto: Historia

'..César Rincón y Luis Bolívar. Ambos sobrevivientes a bravías carreras. El uno, bogotano, histórico, universal, ídolo qué a 18 años de su retiro se reencuentra en festival con la ciudad, con su país y con toda una generación de aficionados que no alcanzó a compartir su gloria y que agotará el papel, para de allí en adelante tener el privilegio de contar, yo también le vi torear..'

Cali, Rincón y Bolívar

Jorge Arturo Díaz Reyes
CrónicaToro / Cali, 22 XII 2025
A cuatro días de la Feria. Penúltima, según Ley 2385. La Plaza de toros de Cañaveralejo, ahora llamada con el comercial mote, “Arena Cañaveralejo”, (hasta el nombre le han cambiado). Semioculta por el gran “Mall” levantado sobre sus antiguos terrenos periféricos, (parqueaderos), ya no luce como otrora desde la distancia, ese orgulloso trapío coronado de banderas al viento.

Ya no a lo lejos. Como antes, cuando desde los cuatro puntos cardinales la multitud confluía fervorosa por las avenidas: Quinta (sur y norte), Roostvelt (oriente) y Guadalupe (occidente). Ya no se le puede, ya no se le podrá volver a ver así. Ya desapareció esa postal, como tantas otras de la ciudad bajo el avance del esnobismo utilitario y enladrillador. Sin embargo, y pese a haber perdido para siempre aquella estampa de invicto navío en lontananza, sigue ahí. Aunque hoy retraída, avejentada y ofrecida para cualquier cosa. Qué le vamos a hacer.

Ahí arrinconada, la casi setentona parece rumiar apenada los recuerdos de su bella, soberbia y torera juventud. Cuando emblema de la ciudad, admirada por todos y requerida por los más cotizados andantes de capa y espada, era el corazón de la fiesta. El ruedo de las gestas. La copa de los añonuevos. Cuando la fiesta eran los toros, que corrían en ella de noviembre a enero. El toro de Cali, decían.

Pues del próximo viernes 26 al martes 30 sus recuerdos resucitarán. Más que un simple dejá vu. Cañaveralejo, fugazmente volverá a revivir lo que era, lo que no debería dejar de ser, aquello para lo que la hicieron; Plaza de Toros. Volverán el sol, el rito, la liturgia y el ole prohibido. De nuevo, la monumental, será epicentro de la feria que fundó. Y dos hombres, dos toreros de distinta época, que desde niños comenzaron en ese ruedo a erigir sus propias leyendas, encabezarán el paseíllo.

César Rincón y Luis Bolívar. Ambos sobrevivientes a bravías carreras. El uno, bogotano, histórico, universal, ídolo qué a 18 años de su retiro se reencuentra en festival con la ciudad, con su país y con toda una generación de aficionados que no alcanzó a compartir su gloria y que agotará el papel, para de allí en adelante tener el privilegio de contar, yo también le vi torear.

El otro, el paisano, producto de la plaza, alumno de su escuela, de la que salió para Madrid y el mundo. Múltiple triunfador del “Señor de los Cristales”, y esta vez triple hacedor, como empresario, apoderado y torero, sin duda el más importante de Colombia, desde la retirada del primero.

Dos tiempos, dos recias tauromaquias, dos preferidos. No fueron rivales. No alternarán. Pero ambos, mano a mano, abrillantan la internacional e irrefutable cartelería (lidiadores notables de seis países distintos, frente a toros colombianos, todos). Su coincidencia enmarca de lujo esta temporada corta, pero intensa, testimonial e inolvidable, para una afición que debe contestar a la ilegalización con su masiva presencia.

Cómo antes de las deserciones, la minimización, el declive, y la condena. Cuando junto con Pamplona (España), esta, la de Cali con sus llenos permanentes, era la plaza de mayor ocupación en el mundo. No llenarla sería dar la razón a los perseguidores de su culto, a los aniquiladores del toro, que imponen su verdad sobre la verdad misma.

Reflexiones en la Navidad / por Francisco González Cruz


'..Es una época en la cual se siente con mayor intensidad la necesidad de la familia, del lugar íntimo y de sus querencias. Así nació cuando a alguien se le ocurrió acariciar el verdor de aquel pino, que no perdía sus hojas en el duro invierno, o la admiración de aquella criatura que nació en una humilde gruta donde pasaban el frío una mula y un buey, y que vino a predicar y a dar testimonio de una buena nueva: que el amor puede ser la base de la convivencia humana..'

Reflexiones en la Navidad

Por Francisco González Cruz
Estos tiempos decembrinos que van del 21 de diciembre al 6 de enero son para gran parte de la humanidad oportunidad para vacaciones, reencuentros familiares, celebraciones, también de viajes, compras y ajetreos. Se juntan el solsticio de invierno para el hemisferio norte y de verano para el hemisferio sur, con la Navidad, el fin del año viejo y comienzo del nuevo. Realmente es el período más particular del año para casi todo el mundo.

El solsticio se celebra globalmente por determinadas comunidades como como el día más largo en el hemisferio sur gozando del sol, o la noche más larga en el norte disfrutando del frío. La navidad se extendió del universo cristiano, de unos 3 mil millones de creyentes, a casi todo el mundo con el nombre de “fiestas” y además del nacimiento del Niño Jesús, la presencia de Papá Noel, San Nicolás, Santa Claus, Viejo Pascuero y otros nombres. 


La decoración con “arbolitos”, generalmente pinos u otras especies siempre verdes adornados con bolas, estrellas y cintas y luces de colores, ya sin límites hemisféricos. Así, no toda la humanidad celebre en la misma fecha el año nuevo, la noche del 31 de diciembre y la llegada del 1° de enero todos los cielos de la tierra se iluminan con la fascinante y efímera belleza de los fuegos artificiales.

Todo este espectáculo decembrino inicialmente tiene que ver con la celebración de la vida y la promesa de redención, y los ritos asociados eran y son marcadamente familiares y comunitarios, con la alegría del encuentro, del compartir la comida, el dar y recibir un regalo o un simple y valioso abrazo. Todo se anima en estas fiestas, incluyendo la nostalgia que es un noble sentimiento donde conviven el dulce y el amargo, la alegría y la tristeza, al faltar algo querido, generalmente un ser y un lugar valioso.

Es una celebración global, pero se siente fuertemente en lo local y en lo familiar, y aquí destacan las tradiciones culturales, empezando por la gastronomía con los platos tradicionales, los ponches y esa maravilla que es el compartir el disfrute de su confección y de su degustar, en medio de la música, la danza y de las gratas conversaciones.

Es una época en la cual se siente con mayor intensidad la necesidad de la familia, del lugar íntimo y de sus querencias. Así nació cuando a alguien se le ocurrió acariciar el verdor de aquel pino, que no perdía sus hojas en el duro invierno, o la admiración de aquella criatura que nació en una humilde gruta donde pasaban el frío una mula y un buey, y que vino a predicar y a dar testimonio de una buena nueva: que el amor puede ser la base de la convivencia humana.
Venezuela, 22 de Diciembre de 2025

Una máquina que ampara el crimen / por Juan Manuel de Prada ABC

Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez

 '..la Unidad Central contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha sido paulatinamente neutralizada y condenada a la irrelevancia; detallaban el funcionamiento de una cadena de mando encargada alevosamente de «filtrar y condicionar» las investigaciones policiales..'

Una máquina que ampara el crimen

Juan Manuel de Prada
Cuando era un jovenzuelo me dejó muy deprimido una secuencia escalofriante de la película 'JFK' (1991), en la que el fiscal Jim Garrison encarnado por Kevin Costner se entrevistaba en los jardines del Capitolio con un anónimo alto mando del Pentágono a quien interpretaba Donald Sutherland. El hombre del Pentágono revelaba al fiscal Garrison que el magnicidio de Kennedy, con independencia de quien lo hubiese perpetrado materialmente, había sido decretado por fuerzas oscuras que anidaban en las alcantarillas del poder; fuerzas blindadas contra cualquier intento de desenmascaramiento, fuerzas más poderosas que las instituciones democráticas, fuerzas que habían colonizado y envilecido hasta el tuétano dichas instituciones, convirtiéndoles en apéndices a sus órdenes. Aquella secuencia me dejó una huella imborrable, porque me hizo pensar en realidades malignas a las que hasta entonces no había prestado atención.

Una impresión semejante tuve el otro día leyendo un artículo firmado por Ketty Garat y Teresa Gómez en 'The Objective'. En él se afirmaba que la Policía Nacional se halla por completo controlada por murciélagos que, desde los puestos de mando o incluso desde empresas tecnológicas externas, desactivan cualquier investigación que pueda salpicar al Gobierno. No era uno de esos artículos que hablan a humo de pajas o tiran la piedra y esconden la mano: sus autoras mencionaban a altos mandos policiales con nombres y apellidos; contaban cómo la Unidad Central contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha sido paulatinamente neutralizada y condenada a la irrelevancia; detallaban el funcionamiento de una cadena de mando encargada alevosamente de «filtrar y condicionar» las investigaciones policiales; explicaban el muy marrullero subterfugio legal empleado para blindar la cúpula policial y conseguir que un alto mando que había alcanzado la edad de jubilación forzosa pudiese seguir ocupando su puesto, para seguir chafando o desviando hacia los desvanes de la incuria todas las investigaciones policiales «inconvenientes»; sostenían que el actual ministro del Interior ha «delegado de facto» la dirección de la Policía Nacional y el nombramiento de los cargos de máxima confianza en hombres que ni siquiera se hallan bajo su mando, sino que trabajan en empresas externas a las órdenes del expresidente Rodríguez Zapatero; por último, advertían que la investigación sobre el rescate de la compañía aérea Plus Ultra, en la que sorprendentemente (tras años de remoloneo y pasividad) había tomado la iniciativa la UDEF, era en realidad un aspaviento que pretendía mantener alejada a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (sobre la que el Gobierno tiene menos control, al menos hasta la reciente «patada hacia arriba» dispensada a su responsable máximo) y asegurar una «explosión controlada» que no involucrase al mencionado Rodríguez Zapatero, quien por supuesto estaba informado al dedillo de la operación (y quien habría puesto al tanto de la misma a su testaferro, en una cita clandestina).

Todas estas enormidades se explicaban en el artículo de Garat y Gómez, que daba miedo leer; y que, desde luego, a sus autoras tuvo que dar muchísimo más miedo escribir. No tengo el gusto de conocerlas; pero sin duda deben de ser mujeres muy valerosas y con un amor abnegado a su oficio. Por supuesto, podríamos también pensar también que las autoras del artículo son personas desquiciadas que se dedican a propalar bulos y calumnias, o que han sido intoxicadas. Pero, si lo que en ese artículo se cuenta fuese una invención, sus autoras tendrían que haber sido inmediatamente denunciadas por las muchas personas que en él aparecen designadas con nombres y apellidos y vinculadas a actividades extraordinariamente turbias, propias de lo que ahora llaman «cloaca» policial. No habiendo sido denunciadas, tenemos que pensar inevitablemente que la trama criminal descrita en ese artículo en verdad existe; y que tal vez lo que estas arrojadas periodistas describen sea tan sólo la punta del iceberg, la puntita nada más.

En este artículo se nos describía el funcionamiento de una mafia desenfrenada que ha colonizado por completo la Policía Nacional, hasta convertirla en un organismo fiambre manejado por una patulea canallesca al servicio del partido de Estado. Sería, sin embargo, del género tonto pensar que dicha mafia no haya hecho lo mismo con otras instituciones. Quien decide infiltrar la Policía Nacional hasta convertirla en un tenebroso gólem que ejecuta sus designios hace lo mismo con la Guardia Civil, con el Ejército, con la Judicatura. En algunos casos la operación habrá salido a pedir de boca y en otras se habrá tropezado con escollos e impedimentos que la hayan hecho fracasar, siquiera en parte; pero desde luego no habrá dejado de intentarlo. En realidad, el artículo de Garat y Gómez nos está hablando de un régimen corrupto hasta el tuétano, cuyo timonel –pues el partido de Estado es el timonel del Régimen del 78, a quien si le conviene cede de vez en cuando la guía de la nave al grumete de la derecha, a sabiendas de que no corregirá el rumbo– ha resuelto colonizar el Estado, convirtiendo sus instituciones en una máquina que ampara sus crímenes.

¿Qué posibilidades existen de detener esa máquina proterva? A estas alturas me temo que las posibilidades son ya muy escasas; pues nos hallemos ante una hidra de Lerna de la que brotan, cada vez que es decapitada, numerosas y más feroces cabezas. Tal vez pudiera destruir esa máquina una operación judicial al estilo de 'Mani pulite', aquella macrocausa impulsada en Italia por un grupo de magistrados heroicos que se atrevió a sentar en el banquillo a cientos de empresarios y políticos corruptos, llevándose por delante a varios partidos políticos. Hoy por hoy esta es la única esperanza. Pero, ¿dónde están los jueces capaces de lanzarse a una empresa tan vasta e intimidante?