Pues sí, también en esto hay que insistir. 2025 tuvo muchas cosas buenas, como la temporada de Morante, récord televisión pública taurina y la avalancha de jóvenes en los tendidos, pero ha seguido arrastrando una lacra importante como la Tauromaquia del Pico, que ya llevamos mucho tiempo padeciéndola, y otra, pero con menos años de tortura, como la Tauromaquia de los Avisos.
Ricardo Díaz-Manresa
Todo el mundo sabe lo que es la Tauromaquia de los Avisos. Y la padece. Consiste en faenas larguísimas, insoportables, muchas nada más que de mantazos, sometiendo al espectador a la tortura del aburrimiento prolongadísimo. Toro tonto o manso y torero torpe o incapaz.
Muchos matadores insisten e insisten en pegar trapazos por si suena la flauta y el animal cambia y están ahí, dale que te pego, hasta que suena el primer aviso sin haber entrado siquiera una vez a matar.
Y la otra, que es casi milagrosa, el número escasísimo de toros al corral. Casi ningún profesional oye los tres avisos. Increíble que la mayoría, buenos, regulares o malos espadas, se salve de ver los toros regresar al corral, pero esto era antes la gran ignominia para un torero y ahora , incluso se contempla y admite como cosa lógica hasta que en alguna ocasión, encima, qué horror, salga el espada pelmazo sin espada, a saludar desde el tercio…
Antes, casi todos los toros buenos que, eran aprovechados por el matador y los malos no. Duraban en manos de las figuras, porque antes había un número aceptable de figuras, el menor tiempo posible. Ahora, los aburrimientos son tremendos al ver en la llamada faena, mientras pasa el tiempo, un mantazo y otro y otro y otro…
Una lacra bastante grave esta de la Tauromaquia de los Avisos porque convierten el espectáculo en lo más lejano de lo que se conoce por entretenimiento al menos. Es una manera de echar al público de las plazas pero curiosamente en esta sociedad desquiciada va más gente que nunca… No añado más…
¿Y cómo se ha llegado a esta situación? Puede que la escasa exigencia del público tenga la culpa. Si cuando se exceden los toreros y se convierten en pelmazos, les abroncaran desde el tendido pidiéndoles que cortaran, otro gallo cantaría, pero admiten la penitencia y la tortura sin decir nada…Igual que pasa en la política y en todo en esta sociedad que hay que verla para creerla, sociedad mansa y pasota. O algo mucho peor. Dejo que cada uno añada la opinión.
También llegamos a la Tauromaquia de los Avisos a consecuencia de las faenas de un torero, ya retirado : Enrique Ponce, que sabía domar a los toros pero tardaba. Él hacía muy bien lo de sobar y sobar, los metía en la muleta y la faena iba mejorando hasta muchas veces acabar en un trasteo muy bueno, por lo que era admirado, aunque haya sido una de las figuras del toreo con más bocinazos. Récord de avisos. Se decía antes que bienaventurados sean nuestros imitadores porque de ellos serán nuestros defectos, que en el caso de Ponce no lo era del todo aunque su metraje de faenas debería haber sido más corto.
Total que, si a la Tauromaquia del Pico, le añadimos la Tauromaquia de los Avisos, pues la Tauromaquia verdadera queda reducida, limitada, trampeada y falseada.
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