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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 31 de julio de 2024

Todos somos vulnerables / por Pla Ventura


'como un mortal más, el pasado ocho de julio me sentí indispuesto, acudí al hospital y, de repente, me diagnosticaron un tumor en el riñón'

Todos somos vulnerables

Pla Ventura 
Toros de Lidia/31 julio, 2024
Las criaturas mortales cuando gozamos del gran tesoro de la salud solo nos ambicionan el dinero y el poder y, cuando perdemos la salud es cuando en realidad somos capaces de valorar aquel tesoro que teníamos que nunca le dimos importancia. No ha sido mi caso que siempre valoré la salud, es más, siempre lo ponderaba por encima de todas mis circunstancias pero, como un mortal más, el pasado ocho de julio me sentí indispuesto, acudí al hospital y, de repente, me diagnosticaron un tumor en el riñón; es cierto que, venía sufriendo cólicos nefríticos, tenía mucho dolor en la zona lumbar, me faltaban las fuerzas, pero nunca sospeché que pudiera sufrir este mal tan horrible.

Pido perdón a todo el mundo, especialmente a mis colaboradores, mis amigos, mis lectores y tanta gente que creyó en mí desde el primer día que apareció en escena nuestra página TOROS DE LIDIA. Ese portal que nació para el auténtico aficionado y que gracias a ellos hemos tenido la dicha de trabajar durante los últimos años para seguir defendiendo aquello en lo que siempre creímos, la verdad.

Hoy, en un tremendo ejercicio de humildad me he atrevido, puesto que mis dolores diarios me lo han permitido en cierta manera, escribir estas letras para todo el mundo; ante todo, para que sepan que sigo vivo, lacerado en mi cuerpo, pero con la ilusión de que me llegue la fecha y hora en que se me ha citado para ser intervenido quirúrgicamente del tumor antes mencionado. 

Según los galenos mi problema tiene solución, cosa muy de agradecer al destino puesto que podía haber ocurrido lo contrario. Confieso a tumba abierta que tengo muchas ganas de que pase este calvario que me tiene en el dique seco y, lo que es peor, roto y sin ilusiones. Estoy narrando y hasta yo mismo me pregunto de dónde he sacado las fuerzas para dicha tarea que, en mi vida normal era una dicha inmensa y, para mi suerte, un placer que me ayudaba a vivir. Por el contrario, solo Dios sabe el esfuerzo que estoy haciendo, pero, más allá de mi dolor, me cabe el respeto hacia todos los que me quieren que, como he podido palpar en mis carnes, han sido innumerables las personas que se han interesado por mi salud.

Muchas gracias a todo el mundo, solo tengo palabras de gratitud hacia todas las personas que un día creyeron en mi proyecto, me entregaron su amistad y, al paso del tiempo se convirtieron en admiradores de alguien que solo ha sabido hacer una cosa, trabajar; y ese trabajo ha logrado calar en el corazón de los demás, el éxito lo tenía servido. No sé cuando podré reaparecer; me queda ser intervenido y, lo peor de todo es que no tengo una fecha concreta pero, le pido a Dios que todo sea lo más breve posible y, al igual que la enfermedad me apartó del mundo, anhelo recuperar la salud para seguir siendo arte y parte de este proyecto que, por encima de todo me sigue ilusionando.

-Ilustra la imagen una foto que nos tomamos con José Luis Barrachina Susarte el pasado mes de enero.

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