"..los mano a mano deben ser entre dos toreros que tienen cierta rivalidad por las razones que sean, pero existe esa rivalidad, ese querer estar por encima del otro, y cuando salen a la plaza van a por todas, es decir, sin miramientos, van a estar mejor que el compañero, y para eso están dispuestos a jugarse la vida, pero de verdad.."
Los mano a mano sin sentido
Rafael Comino Delgado
Un mano a mano entre dos toreros, sean a pie o rejoneadores es un espectáculo que, a veces tiene su sentido y su interés, pero en los últimos tiempos se está abusando de ellos. La inmensa mayoría de las ocasiones pueden catalogarse como mano a mano indeseables, porque ni lo pide nadie, ni son lógicos ni los desea nadie y quitan el puesto a un tercer torero.
Podría citar aquí muchos de los que se han anunciado solo en la temporada 2023 y lo que va de 2024, y me saldrían demasiados, pero no lo haré, solo diré que se ha llegado hasta el absurdo de anunciar un mano a mano entre un rejoneador y un torero a pie (creo que hay uno anunciado para el día 1 de septiembre del 2024), lo cual ya es el colmo del abuso de los aficionados que lo aceptan.
Entendemos nosotros que un mano a mano tiene sentido cuando, tiene su razón de ser, por ejemplo, en una ciudad o provincia hay dos toreros que pugnan por ocupar el lugar más alto, “por ser el mejor”, o por lo menos por tener más partidarios en ese lugar. En este caso es lógico que un empresario los acartele juntos, para que enfrenten sus cualidades, sus capacidades, y se pueda ver el que queda ganador. En este caso sería un mano a mano pedido por los partidarios de uno y otro, por la afición en general y, por tanto, deseado por todos; un mano a mano con lógica. Otra situación sería cuando en el escalafón hay dos grandes figuras y pugnan por el trono del toreo, o bien un torero que está en figura, pero hay otro u otros, que vienen detrás empujando muy fuerte, para quitarle el sitio a la figura. En tal caso también sería lógico que los empresarios les acartelasen juntos frente a seis toros, para ver si el mandón sigue siendo mandón o el que viene desde atrás está en condiciones de ocupar su lugar. Eso se ha hecho muchas veces desde que el toreo es toreo.
Actualmente creo que hay un mano a mano que tendría mucha razón de ser, que sería muy bien acogido por la afición; seguro que pondrían el no hay billetes. Me estoy refiriendo a un mano a mano entre Daniel Luque, un grandísimo torero, y Roca Rey que es otro grandísimo torero y, por ahora, el mandamás del toreo, además hay otros motivos, pues se dijo que Roca Rey había vetado a Daniel Luque, aunque no se si es verdad o no. Sin duda entre ellos hay rivalidad. Otro posible mano a mano con razón de ser sería entre Daniel Luque y Manuel Escribano. Ambos son de Gerena, ambos son muy buenos toreros, ambos están en un gran momento y ambos pueden con todo lo que les echen, son toreros muy poderosos. Creo que tendría gran interés para los aficionados, que sería muy bien visto por el público en general. Sería un mano a mano con lógica, con razón de ser. Naturalmente tendría que proponerlos un empresario, y que en ambos casos los dos aceptasen, y si no se celebran que la afición supiera cuál de los dos se negó en cada caso.
En definitiva, los mano a mano deben ser entre dos toreros que tienen cierta rivalidad por las razones que sean, pero existe esa rivalidad, ese querer estar por encima del otro, y cuando salen a la plaza van a por todas, es decir, sin miramientos, van a estar mejor que el compañero, y para eso están dispuestos a jugarse la vida, pero de verdad. Cuenta la historia que Lagartijo y Frascuelo (granadino) se enfrentaron por vez primera el 7 de junio de 1868, precisamente en el Corpus de Granada, y volvieron a torear juntos en Granada cuatro días después, día 11 de junio, y en aquella tarde se desató una enorme rivalidad entre ambos. En el cuarto toro Frascuelo quedó de rodillas ante el toro al finalizar un quite, y Lagartijo quedó de rodillas y de espaldas al toro. En otro quite ambos se tumbaron ante el toro, y el presidente hubo de amonestar a ambos porque estaban arriesgando demasiado. Ahora en la mayoría de los mano a mano no se suele percibir esa rivalidad, entre otras cosas porque no la hay. La realidad es que suelen empezar la tarde besándose en el patio de cuadrillas, con lo cual es difícil que en el ruedo sean realmente verdaderos rivales, claro que ese beso puede ser falso, pero en general en el ruedo es muy difícil percibir, hoy en día, esa rivalidad tan importante en el ruedo, que la capta el aficionado, y muy especialmente entre los llamados figuras.
Refiriéndonos exclusivamente a los manos a mano que hay anunciados para lo que queda de temporada, entre ellos encontraremos, uno o dos, todo lo más, que realmente pueden tener un cierto interés, puede haber una verdadera rivalidad entre los contendientes. No voy a citar a ninguno, pues ya ustedes saben cuáles tienen sentido y cuales son absurdos, si bien hay algunos que son un insulto a la inteligencia.
En definitiva, muchos mano a mano actuales son un despropósito, un engaño al aficionado, que ya cumple con creces yendo a la plaza, porque le ofrecen poco atractivo, y al aficionado hay que motivarle de todas las formas posibles, pero sin engaños, dándole verdad. Entendemos que tanto empresarios como toreros se deben a su público, que son aquellos que pasan por taquilla, y por tanto deben ofrecer lo que su público demande, naturalmente siempre ganando lo que les corresponda, pues para eso unos se juegan su dinero, y otros se juegan la vida.
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