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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 12 de julio de 2015

EL PAPA FRANCISCO DEBE PEDIR PERDÓN / por Antonio Caponnetto



"la Iglesia tiene que pedir humildemente perdón por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada Conquista de América".

Papa Francisco / Bolivia, 9 de Julio de 2015


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FRANCISCO DEBE PEDIR PERDÓN
  • Ofende a la Verdad Histórica, a la Madre España y, sobre todo, a la Iglesia Católica, de la que se supone es su Pastor Universal. Son, en síntesis, las de Francisco, palabras inadmisibles, cargadas de injusticias, de calumnias, de vejámes y de oprobio. 

Antonio Caponnetto**
11 de Julio de 2015.-
Si los múltiples medios oficiales y oficiosos no se han puesto de acuerdo para fabricar un horrible montaje, todos hemos visto y escuchado a Francisco en Bolivia, este 9 de julio de 2015, diciendo que "la Iglesia tiene que pedir humildemente perdón por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada Conquista de América".
No fue el único extravío grave de palabras y de gestos que tuvo el Obispo de Roma en este viaje por América del Sur, pero sin dudas es uno de los más escandalosos y ultrajantes.

Ofende a la Verdad Histórica, a la Madre España y, sobre todo, a la Iglesia Católica, de la que se supone es su Pastor Universal. Son, en síntesis, las de Francisco, palabras inadmisibles, cargadas de injusticias, de calumnias, de vejámes y de oprobio. Palabras mendaces que alimentarán todo el inmenso aparato mundial del indigenismo marxista, y que se sumarán al proceso de deshispanización y de desarraigo espiritual lanzado contra América Hispana. El daño que ya están provocando es incalculable.

Son muchos los historiadores y pensadores de nota que pueden desmentir fácilmente la temeraria afirmación de Francisco, pues la misma no resiste la confrontación con las investigaciones solventes y eruditas.

Hasta nosotros mismos, movidos por el amor filial a la España Eterna y a la Esposa de Cristo, nos hemos ocupado de este tema hace ya muchos años y desde entonces lo venimos haciendo en la escasa medida de nuestras fuerzas.

Por eso nos parece oportuno reflotar un viejo escrito, el cual -aunque publicado hace ya largo tiempo y sin las muchas actualizaciones que cabrían hacerle para mejorarlo- contiene una síntesis de criterios y de datos que contradicen el sofisma de Francisco.

El Papa debe pedir perdón. Sin duda. Pero no por los supuestos crímenes contra los supuestos pueblos originarios, sino por haber violado la Verdad para agradar al mundo. Debe pedir perdón a la Iglesia, a la Hispanidad, al Occidente y a la Cátedra de la Cruz, profanada por la hoz y el martillo, cuyo símbolo funestísimo le fue entregado por un patán roñoso, y no tuvo el coraje de quebrar a golpes de báculo.

Recemos por él, como lo pide. Pero recemos asimismo por las víctimas de su docencia errática, confusa, engañosa, sincretista y heretizante. Esas víctimas somos todos nosotros. Nosotros, los fieles de a pie, los bautizados, los simples feligreses y parroquianos. Los católicos, apostólicos, romanos.

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**Antonio Caponnetto (nacido en Buenos Aires, Argentina, el 29 de septiembre de 1951), es un profesor de Historia, doctor en Filosofía, investigador del CONICET y director de la Revista Cabildode tendencia nacionalista y católica de argentina.

3 comentarios:

  1. La elección del Papa Francisco ya ocasiono en el pueblo cristiano reacciones muy diversas. Aunque predomino ampliamente la alegría y la aceptación, la gratitud hacia Dios y el abandono confiado en su providencia, no faltaron reacciones hostiles, especialmente en el mundo católico más extremadamente «tradicionalista».

    Y digo tradicionalista, en un contexto exclusivamente eclesial, no político, distinguiendo esta palabra de otra semejante, tradicional. Porque si todos los católicos vivimos la fe apoyándonos en sus tres fuentes fundamentales, Biblia, Tradición y Magisterio, todos los católicos somos bíblicos, tradicionales y dóciles al magisterio apostólico. De tal modo que quien no es tradicional, no es católico.

    Ante la elección del Cardenal Jorge Mario Bergoglio como Papa Francisco. Concretamente, al día siguiente de la elección, o a los dos o tres días, junto a las manifestaciones de gozo y confianza que se produjeron, ya no pocos tradicionalistas se expresaron públicamente con acentuada reticencia o con franco rechazo. Y sus escritos, como se pudo comprobar, fueron causando en no pocos católicos una perplejidad y angustia excesivamente graves.

    Fue precisamente el profesor de Historia y doctor en Filosofía, el argentino Antonio Caponnetto, lo que escribió en la revista “Cabildo” el mismo día de la entronización Jorge Mario Bergoglio, Viéndome «obligado a mantener con el Cardenal Bergoglio un doloroso y sistemático disenso» en estos años pasados. Nos vale aquí como ejemplo y síntesis de los argumentos contrarios a la elección del nuevo Papa. Y en segundo lugar, trataré de analizarlo y contestarlo a la luz de la fe.

    1. Una elección problemática. El Autor aludido, escribiendo a propósito del Nuevo Pontificado, afirma que «será tarea de los teólogos de la historia más eminentes, discernir con solvencia si el Cónclave que eligió al Papa Francisco estuvo iluminado y movido por la inspiración del Espíritu Santo, como la fe nos lo señala; o si por alguna razón que ahora ignoramos, los Cardenales electores fueron engañados, resultaron objeto de alguna extraña manipulación, o cerraron su entendimiento a la lumbre del Paráclito». Así pues, los cristianos no tenemos hoy conocimiento cierto sobre la elección del Papa Francisco, en tanto «los teólogos de la historia más eminentes» dictaminen sobre tan gravísimo asunto.

    2. Un grave dilema nos enfrenta a dos posibilidades. «Una la presencia [en el Cónclave] del Espíritu Santo, que no osaríamos negar. Otra la recepción del mismo por parte de los electores, que pudo haber estado parcialmente eclipsada, por los motivos que la misma Escritura advierte». Este «eclipse», de suyo, es posible, ya que «las deliberaciones de los hombres son indecisas y sus resoluciones precarias» (Sab 9,14).
    La duda que presenta el Autor no se refiere a la asistencia del Espíritu Santo en el Cónclave, ni tampoco a «la valía moral de quienes se aprontaban a ser movidos por Él, sino [que está] en la incertidumbre sobre la ciencia, la serenidad y la prudencia de este específico Cardenalato para signar a la persona indicada».

    3. Es posible que la elección haya sido funesta. No cabe excluir esta posibilidad. «Es imposible omitir o ignorar que el hombre que acaba de llegar a la silla petrina arrastra concretos, abultados y probadísimos antecedentes que lo sindican como un enemigo de la Tradición Católica, un propulsor obsesivo de la herejía judeocristiana, un perseguidor de la ortodoxia y un adherente activo a todas las formas de sincretismo, irenismo y pseudoecumenismo crecidas al calor de la llamada mentalidad conciliar».

    Termino preguntándome ¿solamente es el papa Francisco el que debe pedir perdón?...

    Diego Barceló


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  2. Que desfachatez ignorante.
    El inicio del fin, fue nuestra disgregación como cultura, como unidad de espíritu.
    La Hispanizacion de América fue nuestra puerta de entrada al humanismo, a la idea de respeto y misericordia que la trajo la Iglesia católica. Loas al indigenismo que no es más que una visión sectaria y racista del mundo emitida desde América con goterones de neomarxismo. Y que el Papa haga demagogia con eso es intolerable. Y hablo como hijo de la Hispanidad y del mestizaje.

    Christian Eduardo Franco.
    Ecuador

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  3. Y que clase de perdón tendría que pedir toda esta plebe del Partido Popular que cambia de logo para hablar de forma más cercana, más sencilla y eficaz.
    No será que quieren estar más cercanos a la “pasta del euro” que es lo que mejor saben hacer estos patriotas de boquilla y de grandes cuentas en paraísos fiscales. Algunos ya entraron y están en prisión y otros a pesar de los pesares entraran más pronto que tarde.

    El Partido Popular ha hecho suyo el lema 'renovarse o morir'. Los resultados de las elecciones autonómicas y municipales dieron la señal de alarma y tras los cambios en el seno de la formación, ahora llega el lavado de cara. Los 'populares' estrenan logotipo, "más PP y más albatros/gaviota que nunca". O lo que es lo mismo pájaros y pajarracos por todos sitios.

    Por lo visto en la Conferencia Política del viernes y sábado que celebraron los populares en Madrid, estos terminaran más de uno con “coleta”, por lo pronto ya se han despojado de la corbata, lo que ya es harina de otro costal es “despojarse del dinero robado y pedir perdón”.

    Cuando la actual legislatura ya ha entrado en su fase final. Cuando el Partido Popular demostró su condición de partido tan abortista como el que más, echándose atrás en una reforma “moderada” -y soy generoso en la calificación- de la ley del aborto. Cuando los ministros católicos del gobierno siguen en el mismo como si no fuera con ellos la defensa de la vida, demostrando la tomadura de pelo del PP y la complicidad de los católicos. Para ellos está antes el cargo que la fidelidad a Cristo. Cuando todo el mundo, salvo algunos “provida” y aquellos que están ansiosos de poder justificar su voto al PP, daba por hecho que nada iba a cambiar, las mentes privilegiadas de Génova y Moncloa han dicho: “Vamos a echarle unos cacahuetes a los monos para que sean felices un rato“.

    Vergüenza debería de darles ir de católicos a muchos políticos y algunos ministros, especialmente.
    También es vergonzosa la propaganda que hace 13 TV: no hay día sin pepero o pepera, qué asco da. Y a otros partidos que tienen algo más que ver con nuestra religión, ni agua.

    A todo este desbarajuste nos han llevado muchos jerarcas disfrazados de "ortodoxia", que aún jalean las soflamas del Partido Popular en sus blindados medios de comunicación episcopales, y no digo más porque me censuraríais con razón.

    Marcela Labella



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