la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 29 de abril de 2013

Sevilla: ¡EL TORO! …Si hablara / Por Pedro Javier Cáceres


Toro de Miura premiado con la vuelta al ruedo

"...Ha sido una feria de mucha “porta gayola”. Se han pegado 3.000 pases. Faenas de 200 pases cada una. Los toros de esta feria, la mayoría de los que hemos nombrado, muchos de ellos bravos y encastados, otros es verdad que han sido nobles, necesitaban, primero, lidiarlos…. luego torearlos..."

¡EL TORO! …Si hablara

Pedro Javier Cáceres
Crítico taurino y periodista
Miren, el toro no siempre tiene la culpa.
Al contrario, muchas veces es el responsable de que se vea un buen espectáculo independientemente del torero que se anuncie o no.

Pasa que, para ello, hay que ser aficionado y, a veces, cuando no hay resultados, no se cortan orejas (y la figura del momento queda en ridículo) la culpa siempre la tiene el toro. El toro no habla: ni cuando está vivo, menos cuando está muerto y desgraciadamente -ahora parece que están despertando de un vomitivo “leotarderismo”- el ganadero que los cría nunca suele salir en defensa de él por el qué dirán, por si no me la volverán a matar…las “figuras”.

Sevilla ha sido una gran feria de toros, de toros bravos, encastados, pidiendo papeles, lidia y después torearlos, que no es lo mismo que pegarles tropecientos pases.

Y ha sido una feria del toro serio: por dentro y por fuera. Una feria en que los hierros llamados “comerciales” han dejado desnuda tanta demagogia sobre las calificaciones de las ganaderías y el tópico del monoencaste. Y un dato: las tres corridas de “pódium”, por todo, han sido en las que estaba anunciado El Juli. ¡Ojo al dato!

Sin embargo ha habido una sensación de ser una feria mediocre, plana y anodina…por culpa del toro. Si bien es verdad que según han pasado los días, las reflexiones globales en frío contradice a mucho cronista negativo del día a día respecto del toro.

Esto es simple: es coger una serie de crónica y, a lo mejor, hay muchos que luego se contradicen a la hora de hacer el balance final, si se leyeran sus crónicas de día a día.
¡Pasen y lean!

Podría retrotraerme, porque está dentro del abono, al corridón de Garcigrande: fue El Juli el único que la pudo abriendo la Puerta del Príncipe.
La novillada de Juan Pedro fue fea. Todos hablamos de las buenísimas maneras y lo bien que toreó Lama de Góngora, pero fue la espada la que no permitió cortar trofeos, no los de Juan Pedro, que incluso merecieron más que estar a las puertas de cortar una y una en le mejor de los casos : hubo cuatro ejemplares para poder hacerlo, con espada o sin espada…

Dentro de lo que han sido las corridas “premium” de la feria, recordemos, por mucho hablado y escrito, la corrida de Miura.

Cuatro toros, incluso cinco si me apuran..., pero, por lo menos, cuatro: segundo, tercero, quinto y sexto.

Sexto al que se le dio la vuelta al ruedo ( creo que en detrimento de algún otro que fue más bravo, incluso en dicho encierro) pero, estimo —bien dada- en representación, no sólo de esa corrida sino de una gran feria de toros que entre dimes y diretes, pedir la oreja al presidente, que éste no la dé, etc. se pone uno más a favor del torero y se olvida de que hay un pedazo de animal que se merece honores de ovación para ser arrastrado en el anonimato. Casos varios en esta feria.

La de Victoriano del Río fue de “9”. Brava, lidiable, toreable, importante. El lote de Nazaré (incluido el que “involuntariamente le cedió” El Juli —posiblemente el toro de la feria-) y el de Manzanares (sobre todo un pitón), para pedirle- y negar el presidente- tan sólo una oreja.

Habría que recordar la de Fuente Ymbro, con un tercero realmente extraordinario, y un sexto para un torero que hubiera tenido más bagaje, bravo de verdad. Un segundo bueno, y un quinto con un extraordinario pitón izquierdo. La tarde de los Curro Díaz, David Mora y López Simón.
La tarde de Núñez del Cuvillo.

¡Oiga! ¿cómo fue el primero por el pitón izquierdo? ¿ cómo fue el tercero?; el sexto bravo, incluso el segundo, que se acabó prontito, pero que también sirvió.

A excepción del lote de Castella, que no sirvió, fue tarde en la que Morante lo bordó con el capote, eclipsándolo todo; con la muleta pases bellísimos pero con intermitencias y dudas sobre el pitón por el que abundar y Talavante pudo cortar la oreja en el sexto, pero ni en el tercero estuvo a la altura de las circunstancias, ni al sexto lo cuajó como él merecía y Talavante nos tiene acostumbrados.
¿Cómo fueron los toros de la corrida de Manzanares para que produjera tanto lamento y frustración?

El primero de Cuvillo bravo; el de Domingo Hernández un poquito tardo pero dócil; el de Victorino pidió los papeles, es cierto; el de El Pilar no sirvió, vale; el de Juan Pedro, quinto, noblote; el de Juan Pedro que facilitó las dos orejas fue realmente extraordinario.
Un Juan Pedro que, con los dos hierros, ha echado una feria realmente excelente con toros sueltos.

Victorino: miren, la corrida fue plana. Sin el ADN de Victorino; pero ese quinto a lo mejor, en otra época, El Cid lo torea de otra forma y triunfa, y otro con menos pases que los que pegó Luque y lidia más precisa luce más y saca más fondo de una corrida que no fue la esperada.. La corrida de El Pilar es cierto que fue muy sosa, parada; pero saltó un Parladé, sexto de la tarde, que no tiene nada que envidiar a los grandes toros de esta feria. Luque le cortó la oreja. Una oreja: al peso…de pases.
A Daniel Ruiz le aprobaron sólo cuatro. Hubo que remendarla. Y no salieron buenos tres, pero el primero fue bravo como un tejón.

En esta corrida saltó un cuarto muy noble y un sexto que también podría ser toro de la feria, ambos con los “segundos colores” de Juan Pedro. Otra vez Parladé: ese toro, sexto, al que Jiménez Fortes casi le corta la oreja (de dos), pero que se quedó en el casi. Tarde de El Cid y sus circunstancias
Cierto que la de Torrestrella no cumplió lo esperado. Si acaso el cuarto, con más recorrido, hubiera servido, y que la de Cuadri nos desilusionó a todos. Pero tampoco es mentira que si El Cordobés (en ese cuarto) hubiera remedado a Padilla, con el noble segundo toro —temple, dosis y mimo-, en la de Álvaro Domecq y Leandro se hubiera encarnado, en algo, en Ferrera o Gallo (Cuadri) la percepción global sería de mayor alivio ganadero.
En resumidas cuentas creo que he dado motivos suficientes, datos elocuentes con nombre, apellidos, toros, ganaderías y algunos de sus lidiadores -que les cayeron en desgracia, que no suerte porque no triunfaron con ellos y encima por acusados de culpables-, como para hablar de una feria en la que el toro no sólo no ha tenido la culpa, sino que ha sido el gran protagonista.

Ha sido una feria de mucha “porta gayola”. Se han pegado 3.000 pases. Faenas de 200 pases cada una. Los toros de esta feria, la mayoría de los que hemos nombrado, muchos de ellos bravos y encastados, otros es verdad que han sido nobles, necesitaban, primero, lidiarlos…. luego torearlos.

Torearlos como mandan los cánones: cargando la suerte, parando, templando, mandando, estando pendiente…Y esto, parece ser, no es moneda de curso común en la torería moderna devaluada por el “pegapasismo”

¿Porqué no se ha hecho una lectura a favor del toro, ni en la plaza, ni en los tendidos ni en las tribunas mediáticas? Te lo puedo explicar…decía mi apreciado Antonio de Olano “si yo me tengo que poner a favor de un toro o de un torero, siempre lo haré del torero porque con él me tomo y, además, muy tranquilo, un café. Con el toro no”.
***

1 comentario:

  1. Corrida toreable como si en vez de toros estuvieramos hablando de muebles de cocina o de magdalenas ¿que imbecilidad es esa de toreable?

    Juan Belmonte

    ResponderEliminar