la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 15 de abril de 2014

Breve antología de Adolfo Suárez



HOJA 22. Adolfo Suárez
Adolfo SUAREZ GONZALEZ

Cebreros (Ávila), 1932. Presidente del Gobierno.

1969
Las ideas de José Antonio han crecido

      José Antonio traspasaba virtudes y valores, esperanzas e ilusiones e hizo nacer un movimiento en el que se enrolaron hombres que estaban dispuestos al sacrificio por la Patria. Las ideas joseantonianas siguen teniendo alto sentido para los españoles. Sus ideas han crecido, porque fue un hombre de su tiempo y trató de hacer recuperar al pueblo su propia personalidad.

1975
Hombre del Movimiento, fiel a España, al Caudillo y al Rey

      Los hombres del Movimiento me conocen, pues no en balde he permanecido vinculado a esta Casa [Secretaria General de FET y de las JONS] durante diecisiete años y trabajando dentro de estos muros durante ocho. Mi existencia coincide con los fecundos años de la paz de Franco y mi vida política, en la realidad del Movimiento Nacional. Soy hombre de creencias solidas y por ello toda realidad vital profundiza en las raíces ultimas de una fidelidad a España y a sus hombres y de lealtad, absoluta, a un régimen nacido en la necesidad de recuperar la identidad nacional del país y sus legitimidades como Estado que, encabezado por el Generalísimo Franco, ha sabido dar respuestas en circunstancias cambiantes.

      Te pido, Ministro Secretario, que hagas llegar al Jefe Nacional del Movimiento mi gratitud por su generosa designación y especialmente el testimonio de la lealtad de este español de filas que aprendió en la dureza de su tierra abulense a ser fiel a la palabra dada y estricto cumplidor de sus obligaciones.

      Esta fidelidad que proclamo al Caudillo no es cosa diferente de la que profeso al Príncipe de España, don Juan Carlos de Borbón, sino precisamente la proyección histórica de esa misma lealtad. Una fidelidad y una esperanza a ese futuro que representa la Monarquía que en su día encabezará don Juan Carlos y que es, sin duda alguna, la solución armónica e indiscutible para que España, sin renunciar a ninguna de las esencialidades nacidas un 18 de julio de 1936, pueda encararse con un quehacer sin traumas y perfectamente participante y representativo

1976
No hay vacío legal

      Cuando Adolfo Suarez, todavía Ministro Secretario General del Movimiento, es interpelado sobre el procedimiento para averiguar lo que el pueblo quiere de verdad en orden a la Reforma Política, se sorprende y declara:

      ¡Es que yo parto de la base de que esta Cámara es representativa! Aquí, en las Cortes, se debatirán los proyectos de ley que el Gobierno envíe, y después el pueblo se expresará aun más directamente vía referéndum. Pero no hay vacío legal, ni de instituciones, ni estamos proyectando una reforma de laboratorio. No partimos de cero. Precisamente por ello estamos utilizando los mecanismos existentes. Y uno, precisamente, son las Cortes.

1976
No hay que derribar lo construido

      A lo largo de ocho lustros hemos trabajado unidos en la construcción, piedra a piedra, de un Estado, de cuyas realizaciones prácticas somos hoy beneficiarios directos treinta y seis millones de españoles. España estaba sedienta de paz, y este Estado se la dio. Nuestro pueblo clamaba por la justicia, y este Estado alcanzó techos de justicia social que jamás se habían siquiera soñado. España estaba necesitada de un mayor nivel de bienestar material y cultural, para sobre él poder construir con carácter definitivo un amplio sistema de libertades políticas para todos. Y ese Estado hizo posible, con nuestro esfuerzo, que saliésemos del subdesarrollo y nos incorporáramos al grupo de los países más evolucionados de Occidente...Nuestro compromiso histórico ante esa evidencia es muy sencillo: terminar la obra. Para conseguirlo no hay que derribar lo construido ni hay que levantar un edificio paralelo. Hay que aprovechar lo que tiene de sólido, pero hay que rectificar lo que el paso del tiempo y el relevo de generaciones hayan dejado anticuado 

1976
Asumimos nuestro inmediato pasado

      No significa, en absoluto, que ignoremos nuestro inmediato pasado. Significa que lo asumimos, pero que lo asumimos con responsabilidad. Significa que recogemos su herencia, pero la recogemos con la exigencia de perfeccionarla y acomodarla --como cualquiera de nosotros hacemos en nuestras casas-- a las demandas actuales de la gran familia nacional (...) Tenemos derecho moral y legal a pedir el “sí” porque el cambio se efectúa desde la legalidad, por los procedimientos previstos en la Constitución.

1978
No ha habido solución de continuidad

      No habido solución de continuidad entre el reinado de Franco y la Constitución de 1978. El hecho de que las Cortes del reinado de Franco aprueben la Ley para la Reforma Política que ha de dar lugar a la Constitución, el hecho de que el último Presidente del Gobierno del reinado de Franco sea también el primer presidente del Gobierno de la monarquía de Juan Carlos I, o el hecho de que el primer presidente constitucional hubiera sido antes Ministro Secretario General del Movimiento fundado en 1937, no son hechos anecdóticos. 

1979
Nos jugamos el modelo de sociedad

      Los españoles nos jugamos...el modelo de sociedad en el que aspiramos a vivir...De que el desarrollo de la Constitución y la consolidación de la democracia se hagan desde la perspectiva del humanismo cristiano que inspira UCD o se acometa desde el materialismo de los partidos marxistas depende que España sea un país occidental o que emprenda el camino hacia una sociedad colectivizada...Difícilmente podemos creer en la moderación centrista de que hace gala el PSOE. El programa del XXVII congreso del PSOE defiende el aborto libre y, además, subvencionado por el contribuyente; la desaparición de la enseñanza religiosa...la disolución de lo que denominan cuerpos represivos del Estado...aconsejando públicamente la negociación con ETA. 

1979
Orgulloso de haber servido al Régimen anterior

Me siento orgulloso de mi trayectoria política

l. La transición se ha hecho con arreglo a las leyes del Régimen pasado, 

2. Me enorgullece haber servido al Régimen anterior, 

3. UCD es tan heredera del Movimiento como de la denominada oposición democrática. 

1977-1981
El lustro de Adolfo Suarez

      Adolfo Suarez fue Presidente, desde el primero al último día, con el escudo nacional del águila de San Juan, que los ignaros califican de inconstitucional. En ninguna de las dos elecciones obtuvo mayoría absoluta (en la tercera, CDS, 1982, dos escaños). Formó cinco gobiernos.

1981
O te vas tú o me voy yo

      El clímax de la pelea verbal se alcanza cuando Adolfo advierte al Rey lo siguiente: Quiero revocar mi dimisión. Traigo un estudio jurídico constitucional del proceso... Y saca el folio del bolsillo y lo despliega ante el Rey. Le anuncia que piensa hacer depuraciones en el Ejército, llegando hasta donde haya que llegar. ¿Me estás amenazando, so cabrón? ¿Te atreves a hablarme de responsabilidades a mí? ¿Tú... a mí? Mira -le dice el jefe del Estado-, ni tú puedes retirar ya la dimisión ni yo voy a echarme atrás en la propuesta de Leopoldo [Calvo Sotelo]. ¿Todavía no te has enterado de que ha sido a ti a quién le han dado el golpe? A ti, a tu política, a tu falta de política, a tu pésima gestión. ¿Responsabilidades? ¡Tú eres el autentico responsable de que hayamos llegado a esto! 

      El rifirrafe entre los dos continúa y se despeña hasta el punto de que don Juan Carlos le dice: O te vas tú o me voy yo, no sin recordarle que no podrá formar ningún gobierno de unidad porque nadie va a querer ir contigo... Políticamente estás muerto. No revoques tu dimisión. No intentes volver. Tienes que saber poner punto final a tu propia historia. Viéndolo así, en pie, con el uniforme de capitán general y al otro lado de la mesa, Suárez se da cuenta, según él mismo contaba después, de que ese señor imponente que tiene delante es el Rey. Junto los talones, doy un cabezazo, paso al usted y le presento mis excusas: Disculpe, Señor, me he excedido.

1981
¿Es monárquico el señor Suarez?

      Pocos días antes de haber dimitido Suarez, el que fue ministro con Franco, Laureano López Rodo, declaró a Hoja del Lunes de Madrid que el que todavía era presidente del Gobierno no fue una persona que destacara nunca por su valía ni por su bagaje cultural ni por su preparación. Y continuó diciendo: Es maniobrero y zalamero. Siendo maniobrero le sirvió para engañar a la vez a la derecha y a la izquierda. Claro que no se engaña dos veces. El fue designado para conseguir un Estado, misión para la que es absolutamente incapaz. No le cabe la idea del Estado en la cabeza. Me arrepiento de haber apoyado a Adolfo Suarez en casi todos los cargos que tuvo. Me dio el pego. Creo que era un hombre monárquico y lo recomendé para la televisión porque entendí que, si íbamos a una Monarquía, el impacto televisivo era fundamental y creo que él podía hacerlo. El periodista preguntó al final: ¿Es que no es monárquico el señor Suarez? A lo que López Rodó contestó: Tengo dudas, serias dudas, de que sea algo.

Vestigios del franquismo

      García Abad cuenta que, en una cena en la Zarzuela, el rey Don Juan Carlos se reunió con su padre y con el presidente del Gobierno, Adolfo Suarez, que se jactó de que ya no quedaba nada de lo que Franco había dejado atado y bien atado. Don Juan saltó: "Sí queda". "¿Qué?", desafió el abulense. "Tú y tú", replicó rápido don Juan señalando a Suarez y a su hijo

Qué dictadura y qué democracia

     En menos de dos años este país nuestro pasó de la dictadura a la democracia de una manera tan particular que cabe preguntarse qué tipo de dictadura dejamos y que estilo de democracia acogimos

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