A todo no le puede poner mala cara El Juli
y a los médicos de Sevilla menos
"...O sea que, El Juli, como sabemos, tiene un “contencioso” con la empresa de Sevilla y les hace a los médicos un desprecio sin paliativos. ¿Lo puede entender alguien? Me ha parecido aberrante la actitud de este hombre que, por lo visto anda mal de memoria puesto que, esos médicos a los que él ha despreciado son los que el pasado año le salvaron la vida en Sevilla..."
EL JULI, HOMBRE PÚBLICO
Pla Ventura
Cuando un ser humano alcanza grandes cotas de popularidad, para bien o para mal, se debe a su público y sus acciones, todas, serán miradas con lupa. Es el precio que hay que pagar por dicha popularidad. En realidad, algún precio se tendría que pagar porque si uno fuera rico y famoso y pudiera pasar desapercibido como usted y como yo, todo sería muy sencillo.
Un ser anónimo puede estar borracho en la barra de un bar y nadie repara en él. Cualquiera puede ser invitado a una fiesta y no acudir; todos menos El Juli que la semana pasada no acudió a recibir el premio como triunfador de la feria de Sevilla que le fue concedido por los médicos de dicha plaza; el prestigioso trofeo que lleva el ilustrísimo nombre del doctor Ramón Vila.
O sea que, El Juli, como sabemos, tiene un “contencioso” con la empresa de Sevilla y les hace a los médicos un desprecio sin paliativos. ¿Lo puede entender alguien? Me ha parecido aberrante la actitud de este hombre que, por lo visto anda mal de memoria puesto que, esos médicos a los que él ha despreciado son los que el pasado año le salvaron la vida en Sevilla. Está claro que, torero puede ser cualquiera; un señor, eso ya es más difícil. Ya lo decía Facundo Cabral: “Deja que te diga señor sin que tengas que agradecerme el homenaje” Dicho axioma lo decía todo, ¿verdad?
El Juli, como todo ser humano, la pasada semana, pudo hacer tenido algún problema personal que le impidiera acudir a Sevilla para recibir dicho premio, nada es más cierto. Pero ante alguna eventualidad imprevista, para eso sirve el señorío de cada cual, para presentar excusas, enviar un mensajero que podía haber sido Roberto Domínguez en calidad de apoderado. Pero ante los hechos solo decir lo antes referido; torero lo puede ser cualquiera, ser un señor eso ya es muy difícil, para algunos, imposible. Y al respecto, Morante creo que también tiene mucho que decir o explicar, al igual que el resto de los que secundaron a El Juli en su “sabia” decisión de no presentarse en Sevilla.
Pero no todo tenía que ser malo. El pasado año, Manuel Escribano, gracias a la forzada ausencia de El Juli en Sevilla, además de evitarle pasar el mal trago de matar dos toros de Miura, Escribano, se ha convertido en el torero de moda para este año, de forma concretísima en Sevilla. En esta ocasión, gracias a El Juli y quiénes le secundaron para no ir a Sevilla, varios chavales alcanzarán la gloria como toreros que siempre le habían negado por falta de oportunidades.
Y eso debiera hacer todos, ir a poquitas ferias para que se renovara el escalafón. ¿Verdad, Juan del Álamo? Por cierto, de no ser por este lance fortuito, el diestro salmantino citado como otros muchos, jamás se hubiera presentado en Sevilla. No todo es malo. Sangre nueva para esta fiesta vieja. Ahí la tenemos.
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