Triunfo de Saldivar y Juan Bautista; una oreja para Cobo en primera corrida de Riobamba.
Por: Manolo Espinosa “El Ciclón”
Con menos de un cuarto de plaza y tarde soleada, se inició la primera corrida de feria en donde el ganado se dejó desorejar. Se cortaron en total ocho orejas y un rabo incluido un indulto, cuyo honor le correspondió a un toro de “El Pinar” y que se lidió en quinto lugar, cumpliéndose el adagio de que “no hay quinto” malo.
Pero lo malo de la corrida -y tengo que ser enfático- duele profundamente como un dardo de fuego clavado en el alma, la falta de solidaridad, reciprocidad y taurinismo por aquellos que no asistieron a esta corrida, que como todas, tiene su elevado costo: el esfuerzo y mucho dinero como inversión. Quienes no acudieron a este primer festejo (no conocemos las razones) dieron la espalda a la fiesta a la que dicen querer tanto; sino, examinemos el facebook y encontraremos que todos son aficionados, todos defienden a la fiesta, y todos bla, bla, bla y más bla, bla, y nada más, lo que demuestra que son aficionados de pacotilla con quienes no se puede contar. Por otro lado esperábamos más de la “Capital Taurina del Ecuador” que no se hizo notar. Pero en fin, se perdieron pasajes hermosos de una rosa que arrojó sus pétalos al viento y que desaparecerán en la ruta sin destino, o como bandadas de golondrinas que se alejaron para regresar por temporadas o que posiblemente no vuelvan por estos cielos porque su existencia es de un suspiro. No obstante, tendrán la oportunidad de reivindicarse el próximo sábado 19 con un cartel de impacto.
Juan Bautista Jalavert
Matador francés que vino en plan de figura; el más antiguo de la terna, que actuó de padrino en la alternativa de José Alfredo Cobo. Lidió dos ejemplares: uno de “El Pinar” y otro de “Campo bravo. El primero un toro de buen son, armado, con mucha fijeza, al que saludó con entonadas verónicas desmayadas, y rematando soltando la punta de su capote, chicuelinas apretadas y preciosos delantales y una media de hinojos. Con la muleta espero de rodillas a su enemigo, instrumentando pases por alto, jaleados fuertemente por el público. Derechazos templados de buena factura, insistió varias veces por ese lado afinándolos cada vez más hasta obtener la obra que se había planteado. También fue por la izquierda con buen resultado, se adornó por molinetes y entró a matar consiguiendo media estocada, suficiente para despacharlo. Dos orejas, y aplausos a este buen toro.
En su segundo, un toro bueno, algo se malogró al estrellarse fuertemente en un burladero, que más tarde se evidenció en la embestida; terminó con cierta brusquedad porque además el diestro ordenó el cambio con un solo picotazo. El saludo capotero fue de rodillas lo mismo que el remate. De pie lo mismo entusiasmando al público. En el último tercio se empleó a fondo con la derecha, en pases a media altura cuidando al toro. Tanda de naturales buenos y otra algo atropellados. Ejecutó una excelente tanda por la derecha que emocionó al respetable. Fue por manoletinas y entró a matar certeramente, consiguiendo un estoconazo que el toro cayó sin puntilla. Dos orejas y aplausos al de “Campo Bravo”.
Arturo Saldivar
Torero azteca, que vino con ansias de alcanzar el cetro de la torería, enfrentó al de “Los Campanarios” y a un toro del “Pinar”. El primero, un reservón que gazapeaba mucho, además tenía cierto picante, pero lo peor es que constantemente miraba al torero y es en donde se vio a un torero impostado que no se arruga frente al peligro. Le toreó a la verónica de buenas maneras, continuando con delantales y rematando con una media. En la parte final, empezó con el trasteo probatorio por bajo, iniciándose por la derecha con una buena ejecución de pases con poder, sometiendo a este toro. Más derechazos con mando, estirándose en su ejecución. Hubo cierta intermitencia por las condiciones de la res, entrando a matar consiguió un espadazo trasero pero de efecto. Cortó una oreja. En el quinto de la tarde, un bonito toro del “Pinar”, empezó con buenas verónicas, rematando soltando la punta del capote. Realizó un quite por “Lopecinas” jaleadas fuertemente y una media de hinojos.
En la última parte, fue a los medios con la muleta, y esperó al toro para realizar un cambio por la espalda espectacular que hizo vibrar a la concurrencia. Entró a lo de fondo con el toreo fundamental. Con la derecha pasajes excelentes que repitió tanda tras tanda aprovechando ese lado bueno del toro. Ensayó naturales poco vistosos y otros atropellados. El toro demostró calidad y había un torero, excelente conjunción para consolidar el éxito. El público emocionado pidió el indulto que la autoridad concedió. Dos orejas y rabo simbólicos para el torero.
José Alfredo Cobo
Nuestro compatriota, torero de arte, que recibió el doctorado de parte de Juan Bautista Jalavert, siendo testigo Arturo Saldivar: con un duro compromiso frente a dos toreros poderosos, muy poco pudo hacer. En su primero de “Campo Bravo”, toro bueno y con fijeza demostró buenos detalles tanto con capa como con muleta. Pero tenemos que decirlo, no se acopló a la embestida de la res. Verónicas poco fijas y remate. Con la muleta, trasteo por bajo para pasar a derechazos y naturales, entró a matar y con estocada algo perpendicular logró despachar a su antagonista, recibiendo una oreja. En el último (de la noche), le correspondió un toro de “Campo Bravo” que salió con uno de sus pitones rotos en la base, por lo que tuvo que ser devuelto a los corrales y en sustitución salió un astado de “Los campanarios”, en el que pesar de las dificultades que planteó el toro dejó ver sus buenas maneras con la capa. Con la muleta volvió a doblarse, intentando algunos derechazos y naturales, concluyendo su labor sin encontrar los blandos. Aplausos.
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